El proceso de Congreso FECh ya se dio por iniciado en el Pleno de Federación. Existen comisiones con Concejerías y Centros de Estudiantes que vienen preparando el proceso y en algunos días, la mayoría de las Carreras se encontrarán nuevamente en clases, pero ¿qué objetivos debe proponerse el Congreso?

Nancy López Profesora. Agrupación Nuestra Clase
Sábado 1ro de septiembre de 2018
Desde la destitución del Presidente FECh, Alfonso Mohor (MA), todas las organizaciones políticas que tienen mayor presencia en el Pleno de Federación han acordado en la importancia de realizar un Congreso FECh. Tan interesados están en que se realice, que para “acelerar el proceso”, tanto la Juventud Comunista, Socialista como el Vamos Construyendo y Frente Amplio privilegiaron la toma de decisiones dentro del mismo pleno por sobre la discusión democrática en las bases.
¿Por qué se elegirán los congresales después de las discusiones de base? Porque así lo determinaron con la mitad de espacios sin haber discutido. ¿Por qué el quórum de elección de congresales será de 20%? Porque así se decidió en el pleno sin siquiera bajar la discusión a las asambleas. El proceso llevó adelante con una debilidad estructural, sin las bases y por un pleno que está profundamente cuestionado ¿cuántos/as aún ni siquiera saben que se hará un Congreso o qué es lo que aquello significa?
¿Para qué realizar un Congreso FECh?
En una de las primeras comisiones de organización del Congreso, Gabriel González (MA) Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades y Senador Universitario decía que el proceso Congresal iba a requerir “una especie de repliegue de la Federación”. Mientras que en el último Pleno, en la discusión respecto de la Universidad de Chile como vocería de la CONFECh metropolitana, las Juventudes Socialistas y el Vamos Construyendo planteaban la imposibilidad de que la FECh sea vocera de las demandas de las y los estudiantes a nivel metropolitano y nacional, si es que estamos en un proceso refundacional.
Aquellas son visiones son problemáticas, en tanto reflejan una separación entre las batallas actuales que deben dar la FECh y la CONFECh, con el proceso de refundación de la Federación, que incluso para organizaciones que se dicen de la "izquierda revolucionaria", como “Vamos Construyendo”, significaría solamente un proceso que resuelva “una forma organizativa y de funcionamiento de toda la FECh”.
Debemos alejarnos de ambos peligros: No podemos divorciar del Congreso Fech las luchas que actualmente ya están planteadas, por afectar y ser de interés de las y los estudiantes; como tampoco puede ser una simple reforma organizativa de los estatutos de Federación. Pero si vamos a un Congreso sin mayor participación de las bases y dirigido únicamente por el Pleno de Federación (tal y como está ocurriendo hoy) probablemente “se cambiará algo para que nada cambie” en la actual organización estudiantil.
El Congreso refundacional en el gobierno de Piñera
Estas últimas semanas se ha resquebrajado notoriamente la “luna de miel” con el nuevo gobierno: Piñera tuvo que arrancar de Puchuncaví porque los vecinos lo increparon, hastiados de la contaminación y de ser una "zona de sacrificio" para el crecimiento económico, que llena los bolsillos solo de unos pocos. Los docentes se hartaron de no ser escuchados y el 28 de agosto fueron más de 20 mil en las calles en Santiago. En Antofagasta los trabajadores del Ferrocarril junto a otros sectores, como el MOP, vienen resistiendo a los despidos.
El malestar ha ido creciendo entre la clase trabajadora, por los miles de despidos y los cierres de fábricas; sumado a esto, un salario mínimo al cual no se llega a legislar, y que mantenía un sueldo mínimo de hambre. A su vez se cuestiona el Estatuto Laboral Juvenil que viene a precarizar más todavía el trabajo de la juventud. Y Chadwick, vocero del gobierno que intentó maquillarse de feminista, le da un portazo en la cara al movimiento de mujeres, asegurando que el gobierno utilizará todas sus atribuciones para negar el debate sobre la legalización total del aborto.
Al estudiantado el gobierno nos tiene entre perdigones y precarización. La Universidad Iberoamericana lleva 90 días de toma, sin ningún tipo de respuesta ante la quiebra y con una compañera baleada por FF-EE de Carabineros. Pero no solo eso, porque la crisis de la educación de mercado también golpea a la educación pública, y su vivo ejemplo está en el ex Pedagógico (UMCE) donde hay una crisis financiera profunda, y con el Rector Espinoza completamente incapacitado de dar alguna respuesta: se decide echar a docentes a honorarios, subcontratar servicios de aseo y jardines y congelando cualquier inversión en infraestructura, al mismo tiempo que la plana alta de la Universidad viaja a California con viáticos de hasta 37 millones de pesos.
Este es el Chile que quieren imponernos, Piñera y los grandes empresarios: ¿qué factor podemos ser las y los estudiantes? ¿Qué rol puede jugar la Federación más antigua del país?
Una refundación de la Federación que entregue un programa de lucha para el movimiento estudiantil
La Fech ha llevado durante años un rol centralmente mediático. Para conquistar una Federación que sea organizadora activa de la movilización estudiantil, requerimos tanto un debate democrático y de base en asambleas de carreras y facultades, que conjuguen una rearticulación orgánica con el programa político que nos proponemos como estamento.
Necesitamos una Federación que se proponga luchar por el aborto legal, libre, seguro y gratuito, porque somos mujeres también las que formamos una gran parte del movimiento estudiantil, y porque la unidad entre ambos movimientos será clave para enfrentar a los enemigos en común que tenemos: los empresarios, la derecha e incluso la Nueva Mayoría, los grandes sectores que rechazan el aborto libre. Si las Federaciones estudiantiles toman esta batalla, buscando la más amplia unidad en la lucha, el aborto legal podría ser una realidad.
Una FECh que se proponga ser parte de la lucha contra los despidos, que tome el ejemplo de los trabajadores del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia, quienes frente a los despidos efectuados por Luksic han llevado adelante una importante resistencia de ya dos meses para ser reubicados en sus puestos de trabajo. Las chaquetas naranjas y los pañuelos verdes han sido una realidad en las calles, uniéndose mujeres y trabajadores, en la lucha por la reincorporación pero también por el derecho al aborto.
Las y los estudiantes debemos apostar por un Congreso refundacional que tome lo mejor de esas experiencias, así como la decidida lucha por nuestras demandas: no más despidos ni flexibilización laboral para la juventud, necesitamos asegurar derecho a sindicalización y fueros maternales en contraposición al Estatuto Laboral Juvenil de Piñera, así como avanzar en prácticas pagadas y becas extra para quienes tenemos que trabajar y estudiar.
La Federación debe buscar reimpulsar al movimiento estudiantil, para que las y los estudiantes seamos un factor en este escenario político. Ya no basta con negociaciones en el Parlamento, a lo que nos han llevado los dirigentes del Frente Amplio por años. Hoy debemos buscar retomar el protagonismo para impulsar activamente la defensa de la educación pública, cuando hay amenazas de crisis en Universidades estatales o hay situaciones derechamente críticas como en el Pedagógico, donde las autoridades quieren descargarla sobre los hombros de estudiantes, funcionarios y docentes.
Una Federación que frente al endeudamiento del nuevo CAE, frente al nuevo Superintendente de Educación Superior de Piñera, frente a la crisis de la educación del Estado, luche por un plan de financiamiento integral para las instituciones públicas, que permita a Universidades como el ex Pedagógico salir de la profunda crisis en la que se encuentra, como también financiar planes de contratación de docentes, aumento de infraestructura y paso a planta de funcionarios y funcionarias, para potenciar la educación que hoy entrega el Estado y así, avanzar a la educación gratuita completamente y con financiamiento directo, no a través de la beca gratuidad que hoy termina siendo más recursos hacia los empresarios de la educación.
Para una FECH así, necesitamos un Congreso verdaderamente democrático y transformador de nuestra orgánica, no una simple declaración de buenas intenciones.

Nancy López
Profesora. Agrupación Nuestra Clase