En la conferencia matutina de este viernes, la secretaria de Gobernación develó el plan nacional de conmemoraciones para este 2021.
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Viernes 5 de febrero de 2021
Esta conferencia matutina la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reveló el plan del gobierno nacional de llevar a cabo las conmemoraciones de este 2021, esto a propósito de ser hoy aniversario de la promulgación de la actual Constitución Política, la cual "empezó con [la] consumación de la independencia de 1821. En este 2021, por lo tanto, celebramos los 200 años de este hecho histórico del que todas y todos los mexicanos debemos sentirnos orgullosos, pues su conmemoración honrará nuestra memoria nacional y rendirá tributo a la diversidad étnica, lingüística, geográfica y cultural de esta gran nación".
Continuó puntualizando que también "celebramos los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, la gran capital del imperio mexica y símbolo eterno de nuestra raíz prehispánica. En este sentido honraremos y celebraremos a nuestros pueblos originarios que han sido segregados sistemáticamente y que hoy son una de las bases que inspira los trabajos de la Cuarta Transformación en la vida pública de México".
Finalmente y a propósito del día de hoy, concluyó recordando que "hoy es el día de celebrar los 104 años de la Constitución de 1917, la primera constitución social del mundo. El legado del constituyente de 17 ha sido retomado por el gobierno de México recuperando la vocación social y vanguardista con la que la constitución fue redactada".
Le siguió el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, explicando que el gobierno preve realizar 15 conmemoraciones, de las cuales se pretende también enfatizar "su interpretación" para el presente y dar la imagen al mundo de que México "es un pueblo que sabe de dónde viene y hacia dónde va". Asimismo, señaló que se conmemoran "500 años de resistencia indígena" con la caída de la capital Mexica por parte de las tropas españolas de Hernán Cortés.
Es así que la agenda del gobierno comenzaría con las siguientes fechas:
• 14 febrero: 190 aniversario luctuoso de Vicente Guerrero a celebrarse en el exconvento en el que fue enjuiciado y ejecutado el prócer independentista en Oaxaca.
• 24 de febrero: día de la bandera y 200 años de promulgación del Plan de Iguala.
• 23 de marzo: día de la victoria de Chakán Putum en Campeche.
• 3 de mayo: fin de la Guerra de Castas y petición de perdón por agravios al Pueblo Maya (a celebrarse en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo).
• 13 de mayo: 700 años de fundación de la ciudad de México-Tenochtitlan y con conmemoraciones en los lagos de Xochimilco, Texcoco y en el pueblo de Mixiuhca.
• 17 de mayo: petición de perdón por agravios a la comunidad china en México en el estado de Coahuila durante la Revolución Mexicana.
• 19 de junio: 100 aniversario luctuoso de Ramón López Velarde
• 24 de julio: natalicio de Simón Bolívar, con una ceremonia en la Ciudad de México con perspectiva latinoamericana.
• 13 de agosto: remembranza de la caída de México-Tenochtitlan y de 500 años de resistencia indígena.
• 24 de agosto: 200 años de los Tratados de Córdoba, con una ceremonia a realizarse en la ciudad homónima en el estado de Veracruz.
• 15 y 16 de septiembre: grito de independencia y desfile cívico-militar.
• 27 de septiembre: ceremonia de 200 años de la consumación de la independencia.
• 28 de septiembre: justicia al pueblo yaqui y petición de perdón por agravios a pueblos originarios (Sonora).
• 30 de septiembre: natalicio de José María Morelos y Pavón (Michoacán).
Con esta serie de conmemoraciones, el gobierno pretende aparecer como uno "responsable" y de vista hacia el futuro, con un mensaje no sólo a los pueblos originarios, sino también a la comunidad internacional, como lo señaló el canciller Ebrard, de intentar sanar las heridas del pasado.
Esto contrasta con la situación actual que viven los pueblos indígenas, sujetos a procesos de despojo constante como el de la hidroeléctrica de Huexca. Un tema no menor, por ejemplo, con la remembranza de la promulgación del Plan de Iguala: en esa ciudad desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, la mayoría de ellos de ascendencia indígena y con miras de enseñar en sus comunidades los conocimientos científicos e históricos a través de sus propias lenguas.
De nada sirven las peticiones de perdón a los yaquis durante el porfiriato o al pueblo Maya con la Guerra de Castas si de todas maneras la resistencia indígena continúa contra el mismo gobierno y las empresas a las que les otorga concesiones para beneficio de los capitalistas nacionales y extranjeros.
De igual forma, quedó patente la mira del gobierno dentro del contexto latinoamericano. Lejos de ser una administración "socialdemócrata", como han querido presentarlo algunas corrientes de izquierda para justificar su apoyo —por ejemplo la revista Jacobin en Estados Unidos—, el hecho de que el Morena y el gobierno de López Obrador reivindiquen a Simón Bolívar y presenten con orgullo que "la constitución de 1917 fue la primera constitución social del mundo" (un hecho que llevó incluso al sociólogo Max Weber a retomar varios aspectos suyos al redactar la constitución de Weimar) deja en claro que en realidad se trata de una corriente política nacionalista burguesa.
El nacionalismo burgués tiene una trayectoria en Latinoamérica que justamente se basa no en los postulados del socialismo y el marxismo, sino de ese constitucionalismo social de inicios del siglo XX que pretendió darle concesiones políticas a los trabajadores, campesinos y sectores oprimidos de la población para poder garantizar al mismo tiempo la continuidad del modelo de producción capitalista. De ahí que el objetivo del Morena siempre haya sido hacer política en favor de sectores del empresariado como Salinas Pliego o Slim, estando incluso dispuestos a obedecer a la Casa Blanca cuando ordena el despliegue de la Guardia Nacional contra las caravanas migrantes en lugar de otorgar, en estos tiempos de pandemia, salarios de emergencia, el cese al pago de la deuda externa y frenar los despidos y el subcontrato.
Por si no quedaba lo suficientemente claro, en la sesión de preguntas y respuestas la secretaria de Gobernación, ante la pregunta de si era posible que una mujer pudiera ser presidente de México, declaró que ella había logrado "romper algunos techos de cristal" y que "las primeras mujeres que llegan, abren el espacio [y] rompen el techo de cristal para muchas otras". Si bien es claro que es importante que las mujeres puedan participar de la vida política, reivindicar "romper el techo de cristal" es un concepto del feminismo liberal, corriente que defiende el status quo capitalista sin contemplar las causas estructurales que impiden que miles de mujeres ejerzan su derecho a la educación y la salud (ni se diga ser presidente de un país), puesto que dichas causas son justamente el capitalismo en alianza con el patriarcado.
El "rey" declaró, sin proponérselo, que "camina desnudo". Sería ingenuo que entonces sigamos fingiendo que tiene un ropaje majestuoso que vele por los derechos de los trabajadores.