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Red Internacional
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Cultura. Continúa el ciclo de mujeres y disidencias en casa Marx de Neuquén

Se realizó el segundo encuentro del ciclo de verano “jueves de mujeres y disidencias” en Casa Marx. Esta iniciativa es impulsada por la agrupación de mujeres Pan y Rosas y en esta ocasión se hizo una valoración de la figura de Rosa Luxemburgo.

Viernes 24 de enero de 2020 17:51

Casa Marx se encontró con el montaje de una muestra de fotografías y leyendas en alusión a la gran Rosa Roja. La noche arrancó con la proyección de un video biográfico de Rosa Luxemburgo, y se intercambió sobre la intensa vida y militancia de la gran revolucionaria. Se debatió la importancia de conocer la historia de mujeres que aportaron a la lucha contra el patriarcado y el capitalismo.

Paralelamente, las jóvenes artistas de “La Imaginación al Poder” en Bellas Artes aportaron su talento realizando obras en vivo y se sorteó un retrato de Rosa realizado por la artista Micaela Ruíz. Para culminar la noche, no falto la música de la mano Anahí Delgado, oriunda de Centenario.
Trabajadoras y estudiantes compartieron una amena noche entre mujeres, que entre debates y arte nos organizamos para seguir peleando por nuestros derechos.

Rosa Luxemburgo, mujer revolucionaria

Nació el 5 de marzo de 1871 en Polonia. Mujer, judía, militante revolucionaria del proletariado, presento una discapacidad física desde pequeña y su crianza fue dentro de una familia pobre.

A sus jóvenes 16 años Rosa empezó militando en el partido político marxista, perseguida por el zarismo se exilió en Suiza donde hizo la universidad y se recibió como doctora en ciencias políticas. En 1889 conoció a los principales dirigentes socialistas internacionalistas. Junto a su compañero Leo Jogiches, fue parte de la fundación del partido Socialdemócrata Polaco.

A los 27 años se mudó a Alemania donde se casó para obtener la ciudadanía. Fue una de las dirigentes más jóvenes y en su rol de mujer teórica, polemista marxista y agitadora de las masas obreras dio importantes luchas políticas al interior de su propia organización para que se tomen las demandas de las mujeres trabajadoras.

La Rosa roja vivió a pleno su vida personal y política. Creía en la fuerza del proletariado y en la huelga general de las masas. En uno de sus escritos, Reforma o Revolución, cuestionó al partido socialdemócrata por limitarse al trabajo sindical y a la participación electoral sin ligarlo a una perspectiva revolucionaria.

Fue amiga y compañera de la dirigente Clara Zetkin, quien organizó a las mujeres trabajadoras y propuso que el 8 de marzo sea nuestro día. Durante la Primera Guerra Mundial, Rosa fue defensora del internacionalismo proletario, votó en contra de los créditos de guerra y se opuso fervientemente a mandar a la guerra imperialista a los obreros. A diferencia de la mayoría del Partido Socialdemócrata Alemán, se opuso a ser parte de una guerra imperialista burguesa. Por defender sus posiciones estuvo en prisión varias veces.

En 1918 cuando estalló la revolución en Alemania los obreros revolucionarios la liberaron. Organizó con Karl Liebknecht la fracción Espartaco dentro del partido que posteriormente daría origen al partido comunista alemán.

El 15 de enero de 1919 fue asesinada junto a Liebknecht a manos de soldados alemanes de la socialdemócrata, que luego de traicionar la revolución tomaría el poder.

Clara Zetkin, escribió sobre su gran amiga y camarada Rosa Luxemburgo, después de su muerte: “En el espíritu de Rosa Luxemburgo el ideal socialista era una pasión avasalladora que todo lo arrollaba; una pasión, a la par, del cerebro y del corazón, que la devoraba y la acuciaba a crear. La única ambición grande y pura de esta mujer sin par, la obra de toda su vida, fue la de preparar la revolución que había de dejar el paso franco al socialismo. El poder vivir la revolución y tomar parte en sus batallas, era para ella la suprema dicha. Rosa puso al servicio del socialismo todo lo que era, todo lo que valía, su persona y su vida”.