El pasado 9 de febrero, las y los trabajadores de Audi Puebla votaron por rechazar el aumento salarial que ofreció la patronal y ratificar la continuidad de la huelga de forma indefinida. Es un enorme logro de la base trabajadora que merece ser apoyada para que sus demandas triunfen.
Sábado 10 de febrero
Este viernes 9 de febrero se votó si los trabajadores de Audi aceptarían la nueva propuesta de aumento salarial de la patronal alemanda (apenas un 0.5% más) o continuar la huelga. La base trabajadora fue contundente: 3139 de 4161 trabajadores en total votaron por el No.
De inmediato el presidente ejecutivo de Audi México, Tarek Mashhour, publicó un mensaje en el cual comentaba que se encontraba muy triste tras un día complicado donde se ratificó la continuidad de la huelga e indicaba que regresarían a las mesas de negociación.
Pese a las intimidaciones de la empresa -que toda la semana previa a la votación se encargó de amenazar con despidos y paros técnicos de no aceptarse la nueva oferta-, la votación de la base trabajadora refrenda la unidad de la base trabajadora, que sigue firme en su convicción de arrancar un aumento salarial que rompa el tope salarial en un sector clave como la industria automotriz.
La empresa ha ofertado un 7 % de aumento salarial para trabajadores que en promedio ganan $12,000 pesos mensuales, muy por debajo de lo necesario para hacerle frente a los costos de la vida y menos cuando a inicios de año productos de la canasta básica como el jitomate o el aceite disparan sus precios.
La derecha panista con Moreno Valle a la cabeza otorgó enormes privilegios a la patronal alemana con el fin de garantizar todo lo necesario para instalarse y tener una de las armadoras de punta, que produce miles de camionetas Premium que generan ganancias multimillonarias y lo único que ofreció el panismo a la población fue la creación de puestos de trabajo.
El problema viene cuando parte de los incentivos para atraer inversión extranjera es rematar nuestra mano de obra por unos cuantos pesos, imponer condiciones de trabajo de semi esclavitud, ritmos de trabajo que son imposibles sostener y una remuneración que no alcanza ni para llegar a fin de quincena.
El gobierno federal de la Cuarta Transformación ha desplegado una serie de programas sociales y políticas como el aumento del salario, la reforma de outsourcing y la reforma laboral, que generan enormes expectativas de cambio, lamentablemente esto contrasta con la firma del T MEC y las condiciones estructurales que se desprenden de este acuerdo.
El T-MEC es un redoble en la subordinación política, económica y social al imperialismo estadounidense, tras la promesa de nuevas fuentes de empleo se mantienen condiciones ultra precarias de trabajo y bajos salarios. En conclusión, los únicos ganadores de la firma del T MEC son las empresas multinacionales como Audi.
Estas condiciones están generalizadas en las 22 armadoras de todo el país y los más de 930 mil trabajadores de la rama. Sólo hace falta ver lo que empresas como General Motors imponen a sus trabajadores: jornadas laborales de 12 horas cuatro días seguidos, con ritmos de producción de menos de un minuto en línea de producción, con media hora de comida y apenas unos minutos para ir al baño. Estas empresas quieren cada segundo y gota de sudor nuestro, creen que los trabajadores somos desechables.
Rodeemos de solidaridad la huelga
Por eso la continuidad de la huelga cobra tanta relevancia, puede marcar una tendencia que rompa el tope salarial en la industria automotriz. En este marco se vuelve urgente que las centrales sindicales que se reclaman democráticas como la UNT, la NCT la FESIIAAAN y la CNTE a que rodeen de solidaridad la lucha.
Este sábado partió desde la CDMX una caravana de trabajadores, estudiantes y organizaciones políticas y sociales entre los que destacan sindicatos como el SINADOCO, SITTAUNAM, SITUAM y el SUTIEMS, así como la UGTM, GI, BEZ y el Movimiento de Trabajadores Socialistas, que tiene como fin mostrar la solidaridad hacia la huelga. Esto es un gran ejemplo de cómo se puede ir tejiendo la solidaridad con la huelga en curso y puede ser la antesala de un movimiento de solidaridad activo.
Sigamos el ejemplo de los trabajadores en EEUU, quienes tras una dura huelga lograron imponer a GM, Stellantis y Ford conquistaron: un aumento salarial del 25 % mientras dure el contrato, con 11 % de aumento el primer año, la eliminación de los niveles salariales, la sindicalización de las nuevas armadoras de autos eléctricos y baterías que implica la sindicalización de mil trabajadores e incluir en el contrato el derecho a huelga por el cierre de fábricas.
Para ello es urgente que las y los trabajadores discutan de manera democrática en asamblea cuál es el rumbo a seguir en esta huelga y como se pueden tejer lazos de solidaridad con la población, los sindicatos y las organizaciones políticas y sociales.
Sabemos que si su lucha triunfa, todos los trabajadores estaremos en mejores condiciones para pelear por mejores salarios y condiciones de trabajo.
Ponemos a su disposición el diario digital La Izquierda Diario México para publicar su opinión, denunciar maniobras de la patronal, hacer llamados de solidaridad y fortalecer su huelga.