IMSS-Bienestar. Continúan protestas por transparencia en basicación de trabajadores de la salud

La incorporación del IMSS-BIENESTAR como el proyecto de salud universal de la 4T, está siendo un nuevo ataque a los derechos laborales del personal de la salud, como en su momento la imposición de la reforma del ISSSTE en 2007 o la implementación de las afores en 1997. Y hoy, en las Condiciones Generales de Trabajo para el nuevo organismo público descentralizado, también se mantienen las figuras de subcontratación laboral y otras que van en deterioro de los derechos humanos laborales del personal.

Todo ello, se trata de la aplicación de políticas neoliberal que se aplican desde hace décadas y ahora con el gobierno de la 4T se profundizan, porque, aunque en su discurso dice “gobernar para ricos y pobres”, lo cierto es que no beneficia a la clase trabajadora y las grandes mayorías sino al contrario, ya que los ricos y empresarios ligados al sector sanitario son los más favorecidos si comparamos sus multimillonarias ganancias con el servicio de salud pública que se brinda y las condiciones laborales del personal.

Pero también se ven reflejadas en los recortes presupuestales de cada año en salud y educación, tal como en el proyecto de presupuesto para el 2024 en el cual se prevé una reducción del 55 por ciento.

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Las repercusiones en la vida laboral

Durante la implementación del IMSS-Bienestar se han dado protestas en hospitales de la CDMX y en diferentes estados como Nayarit, Tlaxcala, Querétaro y otros.

El 7 de agosto, 350 trabajadores y trabajadoras hicieron paro laboral en el Hospital de OPD IMSS-BIENESTAR Hospital General Carlos Canseco en Tamaulipas, contra de la precarización y sus pésimas condiciones laborales con el actual modelo de salud.

También, este pasado martes 3 de octubre, trabajadores provenientes de Guerrero, se dieron cita en el Paseo de la Reforma de la CDMX, para manifestar su inconformidad con los contratos del Formato de Movimiento de Personal (FOMOPE). El objetivo del contingente era que un representante pudiera ingresar a la conferencia de prensa matutina para exponer la situación al presidente, pero no fueron escuchados, solo sostuvieron una mesa de diálogo con representantes del programa IMSS-BIENESTAR para la aclaración de los puntos y posteriormente se trasladaron a las oficinas del Insabi para sostener una reunión de la misma índole, pero lamentablemente, al finalizar se regresaron a sus hogares en Guerrero sin una respuesta favorable. Ante engaños y promesas de las autoridades, el personal de la salud de la zona continúa laborando en condiciones de incertidumbre laboral.

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Este avance sobre los derechos de la clase trabajadora no es particular del sector salud, pues sabemos que cada vez más se restringen los derechos laborales elementales para l@s trabajad@s, como el derecho a una plaza y estabilidad laboral, las prestaciones y jubilación, así como la ausencia de vacaciones y las excesivas jornadas con salarios que no permiten llegar a fin de mes y debemos tener dos o más trabajos para más o menos lograrlo, denigrando los derechos laborales de millones de trabajadores y sus familias.

Por ello, es que las condiciones sanitarias en el país no se pueden ocultar con un discurso que diga “tendremos un sistema de salud mejor que Dinamarca” porque cuando asistimos a las clínicas y hospitales públicos vemos que hay falta de médicos y especialistas, por lo que las citas cuentan con largas esperas para las y los derechohabientes. Observamos que una sola doctora debe atender a decenas o cientos de pacientes por día, aumentando su carga laboral con jornadas extenuantes e inhumanas, es decir, la precarización para las y los médicos, enfermer@s y todo el personal es evidente.

Pues, la realidad que vivimos, es que los hospitales y centros de salud presentan serios problemas estructurales y edilicios, la tecnología es obsoleta, faltan métodos diagnósticos, faltan insumos, y a esto se suma que su personal cobra salarios de miseria, y se reemplazan el personal basificado por becarios y contrataciones por períodos sin tener asegurada su continuidad laboral.

¡Aumento real al presupuesto para salud ya!

El sector de la Salud y sus trabajadores son indispensables para que un país se desarrolle, como se comprobó en pandemia, pero también en la vida cotidiana, porque el acceso a la salud es un derecho elemental para la población, por eso debemos pelear por más presupuesto, por que se generen nuevas plazas, se incorpore más personal médico y especialistas, pero con derechos a la basificación y todos los beneficios que le otorgue su estabilidad laboral.

Sus salarios deben ser equivalentes a la canasta familiar y ajustables a la inflación, para que no tengan que complementar sus ingresos con dobles o triples trabajos. Con una jornada laboral de 6 horas y 5 días a la semana, que les permita tener tiempo para la familia, para su formación y desarrollo profesional, para el descanso y la recreación necesarias ya que su labor es de un alto desgaste físico y emocional. Y para que se acabe la costumbre de que mientras algun@s tienen jornadas de hasta 72hrs corridas, y much@s no salen del hospital hasta por una semana, otros no tienen trabajo. Por lo que hay que terminar con esta irracionalidad.

Y creemos que todo esto puede lograrse, pero es indispensable que los sistemas de salud estén bajo control de sus trabajadores ya que son quienes saben mejor que nadie qué se necesita para que éste funcione acorde a las necesidades del pueblo trabajador, de igual modo el gobierno debe centralizar el sistema público y privado de modo que puedan ponerse al completo servicio de la población y todos tengamos acceso en el tiempo necesario.

Necesitamos un Sistema Único de Salud, que garantice el acceso en forma igualitaria a toda la población de forma universal y gratuita, basado en la prevención, la promoción y la Atención Primaria de la Salud, y para ello, las y los trabajadores de la salud pública, deben tener garantizados todos sus derechos.