Rocío Nahle, secretaria de Energía del gobierno del Morena declaró abiertamente, en el foro “Energy Meet Point”, que se necesita ayuda de la inversión privada en la industria energética, tirando a la basura la promesa de acabar con el neoliberalismo.
Viernes 20 de septiembre de 2019
Una de las figuras que tanto ha reivindicado la Cuarta Transformación es la del general Lázaro Cárdenas del Río, quien fuera responsable de la nacionalización de los ferrocarriles nacionales y del petróleo, este último fue el energético que impulsó el desarrollo nacional durante muchos años, por lo que si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reclama el cardenismo como propio sería natural que siguiera sus pasos.
Y es que una de las premisas fundamentales que se esperaría en dichas condiciones, es la renacionalización de los sectores privatizados de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la abrogación de la Reforma Energética, la cual tiene un tinte claramente privatizador. Sin embargo estas medidas no se han llevado a cabo.
Y es que una de las premisas fundamentales que se esperaría en dichas condiciones, es la renacionalización de los sectores privatizados de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la abrogación de la Reforma Energética, la cual tiene un tinte claramente privatizador. Sin embargo estas medidas no se han llevado a cabo.
De hecho el propio líder máximo del Morena y hoy presidente de México, fue un “opositor” a la Reforma Energética, de modo que en 2013 su partido organizó movilizaciones mientras él se encontraba “infartado”, por lo que "no pudo" acudir a ellas. Pero sus seguidores si lo hicieron y desde entonces tomó esa bandera para su campaña presidencial. Cosa que dio un giro una vez que estuvo en el puesto, ya que desde ese momento aseguró que no habría cancelación de contratos y se protegerían las inversiones, "a menos que hayan sido producto de la corrupción", pero hasta ahora no tenemos noticias que se haya cancelado nada a pesar de las evidentes muestras de malos manejos en la paraestatal.
Esta situación no sólo abarca a la petrolera mexicana, también a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ello lo apuntamos ya que recientemente la secretaria de Energía, Rocío Nahle ha hecho un llamado a la iniciativa privada para que participe en el sector energético, ahora ¿en qué consiste este llamado?
¿No que muy cardenistas?
Desde hace meses se estableció que,
la provisión de energía mantendría la estructura vigente, en la cual la CFE tendría el 54% mientras que los productores privados el 46%, donde existe un “compromiso” de las empresas privadas de generar electricidad con energías limpias.
la provisión de energía mantendría la estructura vigente, en la cual la CFE tendría el 54% mientras que los productores privados el 46%, donde existe un “compromiso” de las empresas privadas de generar electricidad con energías limpias.
Por supuesto que lo harán, mientras sea negocio para ellos, ya que de lo contrario seguirán haciéndolo con métodos que contaminen al planeta.
Por un lado Rocío Nahle explicó que se requiere inversión porque "hay problemas con la distribución de la energía", y por el otro, el propio AMLO afirmó que no se han cancelado las rondas petroleras, sino que se está a la espera de que se cumplan los compromisos de inversión, de aumentar las reservas y la producción. Es decir, con ello nos están diciendo que de la Reforma Energética no se ha realizado ningún cambio sustantivo, no se ha modificado absolutamente nada, permanecen las mismas normas de operación del sexenio anterior.
Con este esquema a lo que se induce es a seguir buscando que la iniciativa privada venga a invertir, lo cual puede llevar sólo a un resultado: más privatización. Ya que en vez de buscar desmantelar el legado del neoliberalismo regresando al Estado la renta petrolera que hasta ahora las empresas particulares se han quedado, lo que ocurre es continuidad de los planes de los gobiernos del PAN y del PRI. Entonces habría que preguntarnos ¿qué hubiera hecho el general Cárdenas, aquél del 18 de marzo de 1938? La nacionalización.
Reunión con empresarios
Las declaraciones hechas por Nahle García ocurrieron en el foro “Energy Meet Point”, organizado por la transnacional Siemens y El Financiero. Allí lo expresó todo con una frase, “el gobierno necesita a la iniciativa privada para lograr sus metas en materia energética”. Por su parte el sector empresarial expresó que necesita el cuidado de sus inversiones, que el gobierno debe procurar condiciones para que sea así.
Entre estas voces tenemos a Enrique Alba, presidente de Iberdrola México, quien puso especial énfasis en que las empresas necesitan un "marco de acción legal más claro", otros que también se pronunciaron fueron José Luis Mercado, director de Relaciones Institucionales de Infraestructura de Grupo México, empresa responsable de diversos desastres naturales en Sonora, que hasta ahora goza de total impunidad. Jorge Gutiérrez Vega, CEO de energía eléctrica de Grupo Bal, y Edmundo Rodarte, presidente de la Comisión de Energía de la Coparmex y director de energía del grupo CYDSA.
Ahora que estamos en tiempos de la Cuarta Transformación las cosas tendrían que cambiar ¿o no? La realidad es que estos personajes son parte de la clase capitalista socia menor de las grandes transnacionales que dominan el país. Han sido todos ellos quienes se beneficiaron de las privatizaciones, la evasión fiscal, los bajos salarios, la precarización laboral, los desastres ecológicos y la represión contra los trabajadores durante el periodo neoliberal. Y como siempre su máximo interés está puesto en la protección de sus ganancias, algo a lo que el gobierno de AMLO viene accediendo sin mayor objeción.
Como se ha podido observar, la Cuarta Transformación viene transformando muy pocas cosas. De hecho las más sustanciales no han sido tocadas, por el contrario, se les está dando continuidad en las mismas condiciones de los gobiernos anteriores haciendo que muchas de las promesas que AMLO planteó desde un principio vayan a la basura.
El carácter del gobierno de López Obrador lo lleva a defender los intereses del capital mediante la conciliación de clases,
pero no en el sentido de su discurso engañoso de "gobernar para ricos y pobres por igual" sino en el sentido en que estamos viviendo el día a día bajo la Cuarta Transformación: una política de ajustes presupuestarios que descansa en las espaldas de los más pobres.
pero no en el sentido de su discurso engañoso de "gobernar para ricos y pobres por igual" sino en el sentido en que estamos viviendo el día a día bajo la Cuarta Transformación: una política de ajustes presupuestarios que descansa en las espaldas de los más pobres.
Son los trabajadores del campo y la ciudad, quienes más sufren los recortes presupuestales y despidos de la mal llamada austeridad republicana.
Así, mientras le hacen guiños a sus amigos empresarios y los invitan a participar del aprovechamiento de los recursos energéticos aún propiedad de la nación, en los hechos quieren que el pueblo trabajador siga pagando los efectos de la insaciable hambre de lucro del sector privado nacional e internacional.
La lección que debemos sacar de todo esto es que hay que organizarnos independientemente de estas figuras para enfrentar sus planes y cambiar desde abajo las condiciones de vida de las grandes mayorías de este país.