En el 2º Congreso del MTS, uno de los temas destacados fue el papel de las mujeres en las luchas, las movilizaciones del 24 de abril y el 19 de agosto, y la próxima convocatoria del 25 de noviembre a marchar junto a Pan y Rosas contra las violencias machistas, como el trabajo precario, la transfobia y los feminicidios.

Joss Espinosa @Joss_font
Miércoles 23 de noviembre de 2016
En los últimos años la violencia hacia las mujeres ha ido en aumento. Esto, de la mano de la precarización laboral, ha desatado múltiples manifestaciones donde las mujeres junto a nuestros compañeros, trabajadores y estudiantes salimos a convertir la rabia en organización, nos volvemos sujetos políticos que queremos cambiar esta realidad.
La reorganización de la derecha conservadora comienza a hacerse carne en varios países, y en México tiene su correlato en las movilizaciones del Frente Nacional por la Familia, que dejaron tras de sí, un discurso de odio que potenció la violencia en contra de las mujeres trans, y la comunidad sexodiversa.
La política de militarización implementada por Felipe Calderón y continuada por Peña Nieto, ha dejado cifras escandalosas de desapariciones de mujeres, y feminicidios, esto aunado a los escándalos de complicidad del Estado en los casos de redes de trata.
Por otro lado, la precarización laboral sigue dejándonos cada vez en peores condiciones, nos somete a dobles o triples jornadas laborales, y nos orilla a trabajar bajo subcontratación, y salarios muy bajos. Y si salimos a luchar, el gobierno envía al ejército o a la policía para reprimirnos, desplegando la violencia institucional contra las mujeres, como hizo con las maestras que enfrentaron la reforma educativa en las calles.
Estamos hartas de que este sistema nos asesine y desaparezca, estamos cansadas de que mueran mujeres por abortos clandestinos o vayan presas, estamos hartas de la cosificación de nuestros cuerpos, de que caminemos inseguras en las calles, del acoso laboral, de que nos repriman cuando intentamos organizarnos, y de laborar en las peores condiciones.
Por esto las trabajadoras y las jóvenes que impulsamos Pan y Rosas, el 25 de noviembre volvemos a tomar las calles, porque no es suficiente estar molestas, o indignarnos ante la barbarie capitalista, no basta con hacer visible la violencia que vivimos día con día, es importante comenzar a organizarse, solamente, frenando la violencia, podremos hacer justicia a todas y cada una de las que la hemos sufrido.
Y si realmente queremos acabar con la violencia machista desatemos un gran movimiento que organice a millones de mujeres en el país, independiente de los partidos al servicio de los empresarios, y aliado a la juventud y la clase trabajadora.
Es necesario que las mujeres trabajadoras, estudiantes, jóvenes y la comunidad LGBTTTIQ organizadas construyamos una fuerza combativa con independencia del régimen. Para luchar contra los feminicidios, los crímenes de odio por homolesbitransfobia, y contra el trabajo precario.
Te invitamos a marchar con Pan y Rosas este próximo 25 de noviembre a las 5 pm en el Ángel de la Independencia contra las violencias machistas.
¡
Basta de acoso sexual y laboral!
¡Alto al feminicidio!
¡No más trabajos precarios!
¡Alto a los crímenes de odio!