Son trabajadores que reclaman por sus puestos de trabajo. Parte de un grupo de once municipales cesanteados, diez de los cuales son hijos de municipales jubilados que fueron dados de baja en febrero. Desde el gobierno municipal, a cargo de Bettina Romero, no dan respuestas.
Miércoles 13 de mayo de 2020 13:56
Desde ayer, un grupo de trabajadores se manifiestan en su lugar de trabajo denunciando a la intendenta Bettina Romero por dejarlos en la calle. A los 10 operarios que fueron despedidos en el mes de febrero, y que venían participando de reuniones en la Secretaría de Trabajo por su reincorporación, se le ha sumado un compañero más, quien incluso estuvo prestando servicio durante la cuarentena.
Ángel Jurado, uno de los trabajadores afectados contó a un medio local que “nosotros éramos operarios, venimos en la lucha desde febrero porque a nosotros nos caratulan como AP (Agrupamiento Político, NdR) pero nosotros entramos como hijos de municipales a trabajar. No somos planta política, entramos por una ordenanza que figura en el convenio colectivo de trabajo”. Además, denunció que les adeudan el pago de febrero.
Por su parte, el trabajador Rodrigo Zambrana manifestó que ya no pueden más. “Aprovechamos las excepciones de cuarentena y nos manifestamos, estamos desde el día de ayer y empezamos una huelga de hambre y seguiremos por tiempo indeterminado. Seguimos hasta que encontremos alguna respuesta. Que algún funcionario se haga presente y se haga cargo. Todos se esconden. Nadie da la cara. Se lavan las manos tiran la pelota de un lado al otro y nadie se hace cargo de la situación angustiante que estamos pasando porque tenemos a nuestras familias que están sufriendo”.
“¿Nos tenemos que morir de hambre?”
El funcionario local Nicolás Kripper, secretario de Protección Ciudadana de la ciudad, en el día de ayer se hizo presente en la puerta del hospital sin ninguna respuesta, siendo muy repudiado por los presentes. Ante esto, Jurado sostuvo que “él nos dice disculpen, pero él tiene su casa, él come bien el gana un buen sueldo sin hacer nada porque no resuelve nada ¿y nosotros qué hacemos? ¿Nos tenemos que morir de hambre?”.
En el mismo sentido, Zambrana denunció que “el convenio colectivo, ellos (el gobierno municipal, NdR) no lo respetan. Hicimos conciliaciones con la Secretaría de Trabajo y la municipalidad nunca se presentó”. Estas conciliaciones quedaron paralizadas hasta que se levante la cuarentena y la Secretaría a cargo de Alfredo Batule vuelva a funcionar.
Así, la situación laboral de los 11 trabajadores se vuelve para ellos un interrogante, impidiendo no solo que sigan en sus funciones por ser hijos de municipales jubilados si no que, siquiera, puedan solicitar el Ingreso Familiar de Emergencia ya que al seguir figurando como trabajadores en actividad no pueden acceder.
Frente a esta situación, desde el Frente de Izquierda exigimos se haga realmente efectiva la prohibición de despidos y suspensiones, y que se reincorpore ya a los 11 trabajadores. Proponemos el pase a planta de todos y todas los trabajadores contratados y, al mismo tiempo, un salario de cuarentena de $30.000 para todos los y las trabajadoras que en el marco de la crisis sociosanitaria y económica en curso no están pudiendo trabajar ni cobrar sus salarios.