La cúpula radical se reunió el día viernes para apoyar al gobernador de Jujuy, en el marco del juicio a Milagro Sala y los cuestionamientos nacionales e internacionales.
Sábado 17 de diciembre de 2016
El día de ayer se realizó la Convención de la Unión Cívica Radical. La misma tomó lugar a de un año del Gobierno de la coalición Cambiemos y en el marco de un fuerte desgaste de la gestión de Gerardo Morales y el massista Carlos Haquim en Jujuy, a raíz de la situación de Milagro Sala. Organismos internacionales como la ONU y la OEA ya se han sumado a las denuncias de organismos de derechos humanos y fuerzas políticas que exigen la libertad de la dirigente, presionando a los funcionarios nacionales y provinciales.
El encuentro contó con la presencia de José Corral, titular del Comité Nacional de la UCR; Lilia Puig, presidente de la Convención Nacional de la UCR; Mario Negri, diputado nacional y titular del interbloque Cambiemos; y Ángel Rozas, jefe del bloque oficialista en el Senado de la Nación, entre otros. Estos llegaron a la provincia para dar un respaldo tardío al gobernador Gerardo Morales, luego del fallido acto de “Unión y Paz” realizado el pasado fin de semana. Quien también estuvo y marca la importancia del hecho, fue Ernesto Sanz, hombre esencial en la conformación de la alianza Cambiemos.
“La Mesa del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical se constituyó en nuestra provincia para formular un contundente pronunciamiento en respaldo a la gestión de gobierno de Gerardo Morales y la institucionalidad de Jujuy, rechazando de plano toda intención desestabilizadora que el kirchnerismo pretende disfrazar mediante un pedido de intervención federal”, es el resumen que hicieron.
Tanto en la conferencia de prensa, como en los espacios de discusión, las principales figuras del partido radical aseguraron que “en Jujuy volvió la libertad y hay Justicia independiente”. Refiriéndose al cuestionamiento por el encarcelamiento ilegítimo de Milagro Sala, sostuvieron: “están presos los delincuentes y los corruptos; producto del Estado de Derecho y el respeto por la Constitución”. Tales afirmaciones caen como “en saco roto” cuando son confrontadas con la realidad.
El juicio iniciado el día jueves contra la referente de la Tupac Amaru por un escrache en el que ni siquiera estuvo presente, mostró una vez más la inconsistencia de las denuncias que se realizaron contra Sala y desnudan el carácter persecutorio de su detención, confirmando las denuncias realizadas por organismos nacionales y provinciales que denunciaron su detención como un ataque al derecho a la protesta y contra las organización, y que constituía una avanzada represiva del Gobierno provincial sobre los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Por otro lado, el radicalismo de cara las elecciones del 2017 ratificó que "a nivel nacional, Cambiemos fue la herramienta que supimos forjar junto a otras fuerzas políticas para dar respuesta a esa demanda que ya venía marcando la ciudadanía de dejar atrás 12 años de un gobierno populista, corrupto e ineficaz, que desperdició una gran oportunidad para el país" y, basados en el modelo de Gobierno de Gerardo Morales, buscan "consolidar el cambio en todo el país, incluso en las provincias donde aún persisten la mentira y el autoritarismo, despreciando los principios democráticos y republicanos".
Estas afirmaciones vuelven a ratificar las denuncias que desde el PTS-Frente de Izquierda, a través de Myriam Bregman y sus referentes en la provincia de Jujuy Alejandro Vilca y Natalia Morales, destacan a Jujuy como “un laboratorio de ajuste, represión e impunidad” que, de triunfar, se aplicará en todo el país contra la organización de los trabajadores y los sectores populares, para hacer pasar sus políticas de ajuste y precarización.