Los sindicatos están divididos tras la ruptura de CCOO y UGT del acuerdo alcanzado con CGT y ATP sobre el plan de lucha. Mientras los primeros convocan huelga los próximos 2, 3 y 4 de noviembre.
Alex León @A10Leon
Martes 1ro de noviembre de 2022
Los sindicatos CCOO y UGT convocan los próximos 2, 3 y 4 de noviembre huelga en los ocho centros de trabajo que la multinacional tiene en Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía para “reclamar a la compañía el reparto de los beneficios multimillonarios mediante el cumplimiento de la cláusula de revisión salarial recogida en el convenio”.
🔴Airbus irá a la huelga: Como no hay subida salarial decente, habrá conflicto#CCOO convoca, junto al resto de sindicatos con representación en el gigante aeroespacial, un calendario de huelgas que comienza el #31Oct
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Las movilizaciones se convocan tras no respetar el acuerdo alcanzado con el resto de sindicatos para poner en pie un plan de lucha conjunto contra la pérdida de poder adquisitivo que trae consigo la inflación actual.
Por su parte CGT critica que los paros se han convocado sin una propuesta clara de subida salarial y que han roto el acuerdo de convocar conjuntamente con el resto de sindicatos por lo que no se sumarán a la huelga.
POSICIÓN OFICIAL DE CGT RESPECTO A LAS MOVILIZACIONES pic.twitter.com/3lOKzkAZdu
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En todos los centros se han hecho paros de una hora para realizar asambleas únicamente informativas para comunicar los objetivos de la huelga. Alfonso Mora, delegado de CCOO Airbus Tablada, ha explicado que el objetivo de la huelga es “reclamar a la compañía el reparto de los beneficios multimillonarios mediante el cumplimiento de la cláusula de revisión salarial recogida en el convenio”.
Los grandes sindicatos de pacto siguen actuando por arriba, a espaldas de los trabajadores y tratando de controlar las movilizaciones para que no se les vayan de las manos como pasó en las huelgas del metal de Cádiz o como ocurrió en la negociación de la fusión del centro de Puerto Real con el de El Puerto de Cádiz.
Plan de lucha
Es necesario levantar asambleas abiertas en todos los centros de trabajo donde se decida un plan de lucha para evitar la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación, pero que también recoja otras demandas específicas de cada centro.
No sumarse a la huelga porque los sindicatos de pacto actúan como llevan haciéndolo siempre no puede ser la estrategia de un sindicato que pretende ser combativo, sino que la única opción consecuente es adherirse a la huelga con su propio programa, proponiendo la demanda de subida de salarios acorde al IPC y tratando de disputar la dirección del conflicto a CCOO y UGT.
Además, hay que tratar de extender el conflicto a las regiones donde se encuentren los centros de trabajo, como ocurrió en la huelga del metal de Cádiz en 2021 y en los años 80. El resto de subcontratas de Airbus deben sumarse al conflicto, con las mismas demandas salariales, pero también para exigir sus propias demandas. No se puede visualizar una victoria hasta el final si no se extiende la lucha y se unifican las demandas de los trabajadores en todos los centros afectados, sean de Airbus o sean de subcontratas de la empresa.
Ganar el conflicto implica superar a las burocracias sindicales que solo buscan controlar las movilizaciones para acabar firmando pequeñas mejoras que les permitan seguir siendo la mayoría en los comités de empresa. Cuestión que no solo beneficia a CCOO y UGT manteniendo la poltrona y las subvenciones correspondientes, sino que el gran beneficiado de tener a la burocracia contenta es la multinacional Airbus para poder realizar sus planes de reajuste y así mantener sus multimillonarios beneficios.
