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Red Internacional
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Lucha educativa. ¡Coordinar desde abajo para vencer!

Para derrotar a la reforma y los planes regresivos del gobierno, hace falta una profunda unidad y organización desde abajo, en donde masivamente distintos sectores de trabajadores y estudiantes defiendan un programa que cuestione hasta las raíces la concepción pro empresarial del gobierno.

Lunes 19 de septiembre de 2022

Cumplidas ya varias semanas de lucha en la educación se ha demostrado que hay fuerzas y militancia para luchar en contra de los planes del gobierno, pero que se requiere de una mayor coordinación y amplificación en la lucha.

Ocupaciones, concentraciones, marchas y paros, son varias de las medidas de lucha que se han venido desarrollando. En primer lugar, las y los protagonistas fueron estudiantes de formación en educación, en reclamo de más presupuesto para prácticas, cursadas, y una postura contundente contra la reforma del marco curricular por ser impuesta de forma inconsulta y sin ninguna participación de la comunidad educativa. Luego se sumaron las y los docentes de los institutos de formación en educación, que veían estos mismos problemas, inclusive en Educación Social peligraba la continuidad de la carrera. Luego, varios liceos ocuparon también para visibilizar las pésimas condiciones en las que estudian.

Pero mientras tanto, se gestaba la movilización en la Universidad de la República. Esta semana que comienza se anuncian huelgas y ocupaciones en distintas facultades con la posibilidad de asambleas intergremiales que tiendan a unificar los reclamos y la coordinación entre todos los sectores.

Pero, ¿qué está faltando para torcerle el brazo al gobierno?

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Movimientos incipientes de coordinación

Estudiantes de formación en educación han sostenido una organización democrática desde abajo en varios departamentos de Uruguay, con la coordinación de delegados y delegadas votadas por asamblea, es decir, han coordinado para unificar sus fuerzas, sus acciones y su capacidad de movilización y también de negociación con el gobierno; además las ocupaciones se mantuvieron con apoyo de los sindicatos locales trabajadores docentes y no docentes. Estudiantes liceales también han hecho coordinaciones zonales en distintos departamentos.

Sin embargo, tanto estudiantes como docentes enfrentan obstáculos importantes: la CSEU (Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza de Uruguay) ya firmó un acuerdo con el gobierno donde se recupera un mínimo porcentaje del salario perdido desde el 2020 (aunque no se llega a los niveles previos a la crisis), por lo que el énfasis en la lucha es mucho menor… hasta el nivel más bajo que lo constituye Ademu que aún no se ha declarado en conflicto, ni por el presupuesto para la educación pública ni contra la reforma mercantilista.

¡Qué importante que entren a la lucha las miles y miles de maestras y maestros nucleados en ADEMU! Con esas fuerzas, ¡claro que se puede enfrentar los planes de Silva, Lacalle Pou y todo el gobierno!

Fortalecer la organización de los zonales

En esta lucha, han surgido organizaciones de coordinación zonal en distintos puntos de Montevideo y el interior del país. Aquí y allá empiezan a rodar las reuniones de los zonales en los distintos ámbitos educativos. En Primaria, se impulsan los primeros zonales, en secundaria ADES convoca a una asamblea para discutir cómo continuar la lucha. Hay coordinación entre los centros de formación en educación, y ahora se lanzaron los zonales en Universidad.

Si bien hasta ahora vienen siendo expresión de una coordinación sectorial, es necesario darle un empuje que permita trascender las fronteras del nivel educativo, y que las coordinaciones en zonales puedan incluir territorialmente a todas las expresiones de lucha.

Uno de los desafíos por delante es fortalecer estos zonales, que puedan ser espacios de encuentro entre maestras, profes, estudiantes, y centros universitarios. Sobrepasando la división sectorial y promoviendo la solidaridad y coordinación, para así tomar más fuerza en las medidas de lucha organizadas, realizando acciones en común.

A la larga esta coordinación puede incluso superar las fronteras propias del sector educación, estableciendo lazos con trabajadores y trabajadoras de otros sectores.

Organizaciones de este tipo permiten que se exprese la base, y la gente que quiere luchar; permite sortear a algunas direcciones que responden al Frente Amplio, que solo quieren hacer la plancha hasta el 2024 para “votar mejor”. ¡Pero no podemos esperar hasta el 2024: al gobierno lo podemos y lo debemos enfrentar ahora!

Salir a las calles

Las ocupaciones se han mostrado como una medida de lucha que ha aportado a sostener la lucha educativa. Pensamos que de todas formas se vuelve cada vez más imperioso que, en paralelo con la coordinación desde abajo y zonal, se profundicen las medidas de lucha hacia afuera, como la jornada del miércoles 21 en la Explanada de la Udelar.

Para derrotar al gobierno hay que salir a las calles, no solo con marchas y concentraciones, sino con medidas que profundicen la lucha en unidad con otros sectores aliados como otros sectores de trabajadores y movimientos sociales (de mujeres, ambientalista) que se incorporen a la lucha y ayuden a sostener medidas, como cortes de avenidas en todas las ciudades del país.

Por qué programa luchar

Para luchar por mayor presupuesto para la educación tenemos que saber perfectamente de dónde deben venir los fondos para ello. No queremos “desvestir un santo para tapar a otro”, como se dice, y como quieren hacer diputados y senadores en el parlamento.

Sabemos de dónde debe venir la plata para la educación pública: de la riqueza que se apropian los empresarios, las multinacionales, los agroexportadores y los bancos. Por eso tenemos que exigir mayores impuestos al gran capital, a la vez que reducir el presupuesto en represión (Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa) o dejar de pagar la deuda externa.

Para derrotar a la reforma y los planes regresivos del gobierno, hace falta una profunda unidad y organización desde abajo, en donde masivamente distintos sectores de trabajadores y estudiantes defiendan un programa que cuestione hasta las raíces la concepción pro empresarial del gobierno.

Desde La Izquierda Diario continuaremos difundiendo y apoyando el conflicto, participando activamente de las marchas y medidas que se tomen, proponiendo a su vez avanzar en la coordinación y solidaridad intersectorial y entre el conjunto de la clase obrera, apostando a la masividad y unificación del conflicto. Es posible derrotar la reforma educativa e imponer el aumento del presupuesto educativo en base a medidas que afecten a los sectores privilegiados, los mismos que vienen aumentando sus fortunas en estos últimos años.