El ataque en contra de los maestros de la CNTE, preparado y organizado por el régimen mexicano con años de anticipación, pretende derrotar al gremio más organizado de todo el país. Esto es un aviso del incendio de lo que se viene.
Viernes 1ro de julio de 2016
Quieren avasallarnos, resistimos
El régimen mexicano ha avanzado en la aplicación de los planes estratégicos para garantizar la expoliación imperialista. Pero le falta una cuestión clave: privatizar la educación y liquidar a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Desde el TLC en 1994 se suman la reforma laboral -que causó que México sea un paraíso de mano de obra barata-, la reforma energética -vendiendo el petróleo a las trasnacionales-, la reforma de seguridad nacional -con la militarización del país- y ha actuado con plena impunidad violando todos los protocolos de derechos humanos -ningún juicio o castigo a los responsables de las masacres de Tlatlaya, Tanhuato, Apantzingán.
El caso de los 43 de Ayotzinapa ha culminado en la salida del GIEI y, por si fuera poco, y el Ejército, el Batallón 27 sigue sin ser investigado como responsable de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Impunidad es la regla del país, de la actuación del gobierno de los empresarios y sus aliados en Estados Unidos.
Además, el régimen mexicano ha asestado durísimos golpes a la clase trabajadora. La liquidación de Luz y Fuerza del Centro dejó como saldo el desempleo de los más de 45 mil electricistas del SME, han golpeado duramente las huelgas del Sindicato Minero -Napoleón Gómez Urrutia sigue en el exilio-. Aunque han existido fuertes movimientos obreros en el norte del país, en la maquila y entre los obreros agrícolas -Lexmark en Juárez y San Quintín en Baja California- no lograron torcerle el brazo al gobierno y los empresarios.
Jalar la palanca, es urgente
En mediano plazo este régimen ha logrado sortear los distintos movimientos que cuestionaron su legitimidad -el movimiento juvenil con #YoSoy132, el movimiento magisterial del 2013 y el movimiento por la presentación con vida de los 43 de Ayotzinapa- y ahora, en medio de la carrera para la presidencia en 2018, quieren destruir a la CNTE: el sector más organizado en todo el país.
La violencia de estado que se usa contra los maestros que se expresó en Nochixtlán y la negativa al diálogo que ofrece Osorio Chong para discutir la reforma educativa, apunta a que ellos, el régimen mexicano se juega a todo: quieren avasallarnos, derrotar a la CNTE y aplicar una reforma educativa a como dé lugar.
La resistencia de los maestros en este nuevo round ha concitado un verdadero apoyo popular en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Tabasco.
Ahí el movimiento magisterial se está jugando la vida, su sobrevivencia, luego de duros ataques del gobierno como la detención de sus dirigentes Rubén Núñez, Francisco Villalobos, Heberto Magariño y Aciel Sibaja Mendoza, la masacre de Nochixtlán, los ataques paramilitares en Chiapas, entre muchos más.
En medio de la masacre de Nochixtlán y luego de un escándalo mundial es que el gobierno ha otorgado un diálogo que no pretende resolver ejecutivamente la reforma. Son momentos decisivos, a Peña Nieto le urge jalar la palanca y detener la embestida de la CNTE.
Los espectros, no está dicho todo
Diez años pasaron de la lucha de la APPO en el que las barricadas emergieron como fuego “transformando a Oaxaca en una ciudad liberada de los policías y patrones, de los gobernadores y administradores” como decía Michael Löwy a pocos días de la represión de diciembre de 2006.
Pero los espectros vuelven como los fantasmas y sus voces vuelan de generación en generación y de barricada a barricada. Hoy se presentan como espectros entre los maestros, jóvenes, indígenas mixtecos, zapotecos, chatinos y entre sectores de la iglesia que sostienen heroicamente las barricadas en las carreteras transístmicas de Nochixtlán, Huitzo y Salina Cruz, en la presencia del niño APPO en las manifestaciones populares de la Sección 22 y en la presencia de la virgen de las Barricadas este 14 de junio del 2016. Pronto, vendrá la Guelaguetza...
La movilización de este domingo convocada por Andrés Manuel López Obrador en solidaridad con la CNTE culminó con la propuesta de gobierno de transición que resulta un llamado a la estabilidad desde arriba pues los espectros de una movilización independiente, por la política intransigente del gobierno y de represión, podrían dar nuevos hitos de la lucha de clases. ¿Podría salirse de las manos la movilización en los estados donde la CNTE mantiene paros indefinidos? A eso apuntan los llamados de Osorio Chong a volver al diálogo siempre cuando... se levanten las barricadas de Oaxaca.
El magisterio democrático atrajo un apoyo importante luego de la represión en Nochixtlán. Tras la masacre, la cundió la indignación y ha aflorado un nuevo movimiento democrático que cobija la lucha magisterial.
En la Ciudad de México una asamblea de estudiantes, dos mil, intelectuales y organizaciones de DH, que impulsamos un amplio comunicado de repudio a la represión con la adhesión de cientos de intelectuales y referentes políticos, algunos sindicatos, como el de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), que se fue a huelga hace unos días, las trabajadoras y los trabajadores de la salud, que hicieron un paro en solidaridad, manifestaciones, declaraciones y apoyo concreto para atender a los heridos por la represión en el interior del país, el EZLN en Chiapas obligan a pensar que no todo está dicho en este combate. En la Ciudad se reportaron este jueves 30 de junio decenas de escuelas en paro en las Sección 9, 10 y 11.
La CNTE tiene una gran oportunidad en medio del ataque. El movimiento magisterial está sumando nuevos destacamentos a sus filas a lo largo y lo ancho del país. Se puede frenar el ataque del gobierno, con acciones contundentes como el paro nacional.
Urge que la CNTE, junto a las centrales sindicales que se reclaman opositoras -la Nueva Central de Trabajadores y la Unión Nacional de Trabajadores- le pongan fecha ya al paro de todo el país. Al mismo tiempo que se convoca a los millones de trabajadores de la industria y los servicios, atenazados por las direcciones sindicales de las centrales oficialistas, a organizarse y unirse al gran movimiento magisterial que hoy pelea en las calles.
Es clave que agrupe políticamente y con independencia de clase a todo el núcleo de organizaciones que se han sumado a la lucha y preparar en común un plan movilización para derogar la reforma educativa. Es clave impulsar un encuentro nacional de lucha que comprometa a los sindicatos de la UNT y de la NCT. En esta batalla no todo está dicho, la última palabra la tiene la CNTE.