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Red Internacional
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Mendoza. Coordinar las luchas para unirnos y fortalecernos

Cada vez son más los sectores que salen a luchar en nuestra provincia. La huelga vitivinícola pone en la agenda la necesidad de la coordinación y la unidad

Enrique Jasid @EnriqueJasid

Domingo 4 de abril de 2021 14:51

La huelga nacional vitivinícola ha marcado dos jornadas históricas en la provincia de Mendoza. Organizado por las y los trabajadores autoconvocados, el pasado miércoles miles se movilizaron por el centro de la ciudad culminando 48 hs. de paro y piquetes en las bodegas y viñas de todos los departamentos. A pesar de las intimidaciones de la policía y fiscales, el rechazo del sindicato a la movilización y las amenazas de las patronales nucleadas en la Coviar y Bodegas de Argentina, la clase obrera se hizo escuchar fuertemente contra los salarios de hambre y las condiciones inhumanas de trabajo. La participación y apoyo del SUTE, las asambleas por el agua, La Terre, estudiantes, jóvenes precarixs, los movimientos de desocupados y delegaciones de distintos sectores de trabajadores y trabajadoras, marca un camino que hay que profundizar: el de la coordinación y la unidad.

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La lucha vitivinícola es parte de un proceso de luchas obreras y populares crecientes en nuestra provincia.

En tan solo 15 meses de gobierno de Suárez, hubo movilizaciones de masas como la lucha en defensa de la 7722 y contra la ley de educación donde se votaron delegadxs en casi mil escuelas, ambas hicieron retroceder al gobierno. En diciembre pasado diez mil jóvenes ganaron las calles por el femicidio de Florencia Romano denunciando al Estado. Ahora vivimos el profundo proceso en vitivinícolas. Pero hay más, y entre febrero y marzo son múltiples los procesos. Veamos.

El SUTE realizó un gran paro de 48hs, caravanazos, asambleas, plenarios e instaló una carpa en Casa de Gobierno frente al cierre por decreto de las paritarias, y con exigencias por condiciones seguras para la presencialidad frente a la pandemia.
En esas acciones, trabajadoras y trabajadores de la educación, confluyeron con las obreras de La Terre que siguen resistiendo el remate de la justicia a favor del millonario empresario Rugeri. También estuvieron lenfermeras, que vienen organizándose por sus derechos, e impulsando la organización de autoconvocadxs frente a la precarización laboral.

Jóvenes repartidores de Pedidos Ya también en febrero protagonizaron un gran paro frente a la explotación de la empresa, y cientos ganaron las calles céntricas mendocinas con un importante caravanazo.

El movimiento de desocupados también viene movilizado contra el hambre y por trabajo genuino, en el marco de una pobreza que ya llega al 44% en la provincia y una desocupación superior al 10%, números que son más altos en la juventud.
La lucha contra la represión y la violencia institucional está presente en las calles, como hicieron las y los jóvenes raperos contra las detenciones y persecución en el Parque Canota, Maipú.

La situación avanza rápidamente. La clase obrera y los sectores populares ya no agachan la cabeza, sino que por el contrario cada vez se hacen escuchar más, se organizan y luchan.

Desde el PTS en el FIT-U somos parte de estas luchas y dedicamos todas nuestras energías a fortalecer estas luchas para que triunfen con el rol de nuestros legisladores, el multimedios de La Izquierda Diario, la fuerza de cada compañero y compañera llevando esta pelea a los lugares de estudio, trabajo y los barrios. Pero a la vez, planteamos que hay que ir por más. Necesitamos que toda la fuerza que hoy ya están desplegando sectores de vanguardia se coordinen y unan.

Coordinar los sectores en lucha

Enfrente tenemos enemigos poderosos. Los gobiernos de Suárez (UCR) y el Alberto Fernández. Las grandes patronales que quieren derrotarnos. Y la burocracia sindical que dedica toda su estructura a dividir a las y los trabajadores. Ellos no quieren que luchemos, pero si lo hacemos, quieren que cada sector lo haga por separado, para mantener la división.

Pero si nos unimos los y las de abajo podemos ganar y fortalecernos. Vitivinícolas demostraron que autoorganizándose, haciendo asambleas, uniendo las viñas y bodegas, lograron que las conducciones sindicales de Soeva y Foeva llamen a un paro por aumento salarial.

Esta coordinación hoy es concreta para rodear de solidaridad y apoyo a la lucha vitivinícola, porque si ganan, ganamos todos y todas. Mostraron que hay fuerzas para pelear por salarios que de mínima sean iguales a la canasta familiar. A la vez que nos preparamos para enfrentar los ataques de la Coviar y Bodegas de Argentina si quieren perseguir a delegados y delegadas combativos o a cualquier trabajador en lucha. Si tocan a uno, tocan a todos, es un programa para la acción. Para enfrentar los ataques de estas poderosas patronales, hay que prepararse desde ahora.

Si ponemos en pie una instancia de coordinación en Mendoza, abierta a todas y todos los luchadores, donde estén vitivinícolas, las maestras, las enfermeras, la Terre, jóvenes precarixs, las y los desocupados, quienes se organizan por vivienda, las asambleas del agua, las mujeres que pelean contra los femicidios, estudiantes que defienden la educación pública, quienes pelean contra la represión, sindicatos como el SUTE, SITEA, AMPROS, entre otros, la fuerza puede crecer exponencialmente. Es concreto, si solo tomamos a las y los trabajadores de la educación, salud, estatales y vitivinícolas, un paro coordinado podría paralizar alrededor del 30% de la fuerza de trabajo de Mendoza.

Una instancia donde se discuta democráticamente qué hacer, qué luchas dar en común, podría tener la autoridad para convocar a una gran movilización provincial por el triunfo de todas las luchas, e imponer a las burocracias sindicales de la CGT y la CTA que sostienen la tregua con el gobierno a que se movilicen y llamen a un paro provincial. A la vez que sería una gran experiencia de organización y política para quienes hoy están luchando, clarificando quienes están por la autoorganización de las y los trabajadores y quiénes son sus enemigos.

Miles y decenas de miles en toda la provincia verían con mucho entusiasmo y podrían pasar a la acción, si los sectores en lucha hoy se unen y coordinan. La vanguardia abriría un diálogo enorme con todos y todas las que están sufriendo las consecuencias del ajuste y la crisis económica, social y sanitaria para mostrar un camino.

Partimos de experiencias que han mostrado la unidad en las calles como las que señalamos anteriormente, o en la lucha por la 7722 la Coordinadora provincial por el agua que impulsó el SUTE y las Asambleas. Pero no alcanza, tenemos que profundizar ese camino por una unidad y coordinación real de todos los sectores en lucha, retomando las mejores tradiciones del movimiento obrero combativo en nuestra historia, que será una fortaleza para las batallas de ahora y una preparación para las que vendrán. Los de arriba están unidos, es hora de unir al pueblo trabajador.