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Red Internacional
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FÚTBOL. Copa Libertadores: Gremio campeón ante un Lanús histórico

El equipo de Porto Alegre se impuso por 2-1 en Lanús y se coronó campeón. Aunque el plantel granate jugó un partido flojo, se fue aplaudido por haber hecho historia para el club.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Jueves 30 de noviembre de 2017

Foto: agencia EFE (David Fernández).

Se le escapó el título al Lanús de Almirón. Estuvo muy cerca, pero no hubo caso. Tenía que remontar un 0-1 (perdió la semana pasada en Brasil), algo que parecía tranquilamente posible, teniendo en cuenta que este equipo granate llegó a la final de la Libertadores a fuerza de remontadas heroicas, ante San Lorenzo y especialmente ante River. Pero en esta final frente al Gremio de Porto Alegre, Lanús no pudo contra su peor rival: sus propios temores y fantasmas.

Para ser justos hay que partir de la definición de que Gremio –dirigido por el histórico Renato Gaúcho- es un merecido campeón. Pero a la parcialidad granate le quedará esa sensación de frustración por la pálida imagen que reflejaron sus protagonistas: Martínez y Gómez particularmente estuvieron muy por debajo de su nivel y era evidente en muchos pases equivocados que fueron ganados por una especie de “pánico escénico” ante una final de esas dimensiones. Apenas el “Pepe” Sand, la figura de este equipo, y algo de el “Laucha” Acosta eran lo poco que encendía alguna esperanza. Pero ya en el primer gol de Gremio, Lanús se desmoronó anímicamente y se evaporaban los sueños de campeón con el correr de los minutos.

El primer gol de Gremio vino de una contra: Gómez pifió en el medio y se la llevó Fernandinho que sin dar lugar a que la defensa se despierte la clavó al primer palo. Iban 27 minutos y aunque el Granate tuvo su oportunidad de un tiro libre de Maxi Velázquez que descolgó del ángulo el arquero Grohe, a los 41 llegaría el golpe de nocaut. Otra contra en la que Luan ingresó al área haciendo “slalom”, con defensores granates intentando marcar de espaldas: no podía terminar de otra manera que no fuera gol, salvo que por la definición del delantero –que la picó- terminó siendo un golazo para el 2-0.

En el segundo tiempo Lanús levantó un poquito la cabeza, sobre todo cuando consiguió el descuento (Pepe Sand de penal). Fue el único momento en el que el Granate volvió a ser el equipo de Almirón. Y si le sumamos la lesión de Arthur en el visitante (un jugadorazo con una calidad llamativa) y la expulsión –exagerada por parte del árbitro- de Ramiro, el ánimo revivió un poco en el Sur del Gran Buenos Aires. Pero no alcanzó.

Gremio fue muy inteligente porque fue implacable cuando se le presentaron oportunidades, tuvo paciencia y se agrupó bien atrás cuando tuvo que aguantar, generándole un acertijo a Lanús que no encontraba la manera de abrir ese cerrojo. Ganó bien el equipo gaúcho y levanta la Libertadores por tercera vez en su historia.

Para Lanús, no queda más que orgullo por el camino recorrido en esta copa, parte de un camino más largo que transita con momentos de buen fútbol desde hace dos años.