La Izquierda Diario entrevistó a Manuel Díaz Ferreiro, Julián Guerrero, Mariano Lescano, José Ribodino, Gabriel Terradillos. Quienes contaron sobre este desarrollo tecnológico, como surgió, su potencial impacto y cuáles son sus futuros proyectos.
Sábado 16 de julio de 2016 11:34
PROCER es un lector artificial del tamaño de un celular que consta de una cámara insertada abajo. Se le puede conectar un escáner móvil y convierte cualquier tipo de texto impreso a voz, ya sea un libro o un diario, el vencimiento y monto de una factura de servicio, e inclusive el valor de los billetes. Esta última es “una cuestión que nosotros pensamos que estaba resulta, pero cuando nos sentamos a charlar con la gente nos dijeron que no, que no se dan cuenta que billete es”, explica el grupo y agregan, “la mayoría de esas funcionalidades nos las fueron dando ellos”, en referencia a los potenciales usuarios.
El proyecto surgió “en el bar de la facu hace un par de años, con la pregunta de ¿cómo haría una persona ciega para estudiar?” contaba Julián. A partir de ahí le empezaron a dar forma, en primer lugar se juntaron con la UCORCI (Unión Cordobesa para Ciegos) para saber si había algo similar, si les interesaba la propuesta. Esta organización apoyo la iniciativa y los emprendedores comenzaron a “darle forma a la idea” y empezaron a buscar financiamiento. Luego sumaron su apoyo la Fundación Gaude, entre otras organizaciones de no videntes, y muchísimos potenciales usuarios. “A partir de que salimos en los medios, nos mandan mails todos los días, llamadas por teléfonos y llegaban visitas a nuestra oficina en forma de agradecimiento” dicen los jóvenes desarrollistas. El financiamiento inicial lo obtuvieron de la Secretaría de Políticas Universitarias.
Objetivo, impacto social y “devoluciones” de los usuarios
El objetivo principal de este grupo de científicos, no es solo hacer este dispositivo, sino abarcar más áreas de la “tecnología inclusiva”. “En principio la idea es que PROCER sirva para salir al mercado, solventarse y poder seguir trabajando en el tema” explica José.
Mariano comentaba que quieren logran un desarrollo económico, “nosotros queremos llegar a un costo de producción, o sea de diseñarlo, producirlo y comercializarlo. El valor sería de entre 50 o 70 dólares”. También aclaraba “Queremos que sea accesible a la mayor cantidad de personas, pero también poder vivir de esto”
En Argentina se estima que el 1% de la población padece ceguera y un 4 % tiene problemas severos de visión. “Es mucha gente, son casi dos millones de personas si lo pones en números más tangibles” agregan para mostrar el potencial impacto social de PROCER. Además se trata de una innovación a nivel internacional, por eso creen que el impacto se puede extender al exterior inclusive.
Un antes y un después, acá y en todo el mundo
Actualmente afuera del país encuentran dispositivos similares, pero según Manuel “son muy caros, no son portátiles y les faltan algunas funciones, como por ejemplo la lectura de billetes”. Otro problema que detectaron es que genera una dependencia de la persona con la fundación que otorga el aparato, Manuel explica que “se supone que lo que quiere la persona es ser más independiente y además no tener que trasladar un ‘bicho’ a todos lados”.
Por otro lado, las aplicaciones móviles que existen, es necesario aclarar que son soluciones parciales a alguno de los problemas y la pantalla táctil continúa siendo un problema para muchas personas ciegas (aunque algunos se acostumbran). En cambio PROCER permite conectar un escáner que la persona va a deslizar sobre el texto que quiere leer, y además puede leer archivos de texto de extensión pdf, Word, entre otros directamente desde un pendrive.
PROCER: Un punto de partida hacia otras tecnologías inclusivas
El trabajo con el lector artificial les permitió tomar contacto con otras problemáticas y abordar futuros trabajos. Entre ellos, la especialista en dislexia Ruth Rosenstein que está interesada en el desarrollo de un dispositivo exclusivo, y la Universidad Blas Pascal con la intensión de generar un sistema para las personas que tuvieron ACV, y facilitar la primera etapa post ACV donde las personas enfrentan dificultades para relacionar las palabras.
El grupo de emprendedores aclaraba que “no queremos que PROCER sea un producto adaptado, sino que sea específicamente para personas con discapacidad visual”, también remarcaban “es por eso que queremos desarrollar nuevos dispositivos para las demás problemáticas”.
Al final el grupo de trabajo agregó que, las grandes empresas que tienen los recursos para hacer estos desarrollos no lo ven como algo interesante ni rentable al momento de hacer “los números”. “Por ejemplo, Intel había desarrollado un sistema para disléxicos pero lo terminó dando de baja, porque el nivel de ventas que podía generar no les interesaba.”
Datos de Contacto
Sitio Oficial: www.procer-project.com
Oficina: Caseros 679 1 B Córdoba - CP: 5000 - Argentina
Email: [email protected]
TEL: 351 4213816
