La conducción de la docencia cordobesa ante la paritaria 2019. Entre su actuación en la interna del PJ y la extensión de la inflación y la precarización.
Lunes 11 de febrero de 2019 00:54
En el 2019, la conducción gremial de UEPC abre el ciclo lectivo rechazando la propuesta del gobierno provincial de un aumento del 5 % y ya amagó con un paro docente, que tratará de que sea contra Macri y no contra Schiaretti (por eso lo anunciarían como un paro de Ctera).
No obstante, la conducción de UEPC posa de combativa y dura con el gobernador para “recuperar lo perdido en el 2018”. Después de todo, este año no sólo hay elecciones en la Nación (donde van a apostar a un gran frente contra Macri, hegemonizado por el peronismo) y en la provincia (donde van a bancar a Schiaretti), sino que también hay elecciones en el propio sindicato. Tienen que disimular un poquito su acuerdo con el gobernador.
No olvidemos que la propia conducción gremial es responsable y cómplice de la pérdida salarial que hoy reconocen. Durante todo el 2018 los escuchamos defender las finanzas de la Provincia bajo la lógica “aceptemos lo que nos dan” desconociendo cuál es la situación real de las y los trabajadores de la educación.
Según sus decires, en estos días, irían a una mesa de negociación buscando el 10 %, mientras el gobierno les ofrece el 5 % más cláusula gatillo por inflación hasta junio. Siguen promocionando la cláusula gatillo como la panacea, pocos meses después de ayudar al gobernador a incumplirla. ¿Creerán que nadie se da cuenta?
Entre los decires y el romance de nunca acabar
El 2018 nos dejó a todo el colectivo docente con un cierre de paritarias del 36 % (respecto a enero 2018) frente a una inflación del 47,6 % con la que culminó el año (Datos del INDEC) y con un extorsivo bono consuelo de $ 5.000 no remunerativos.
Es de obvia lectura que no se llega a este nivel de pérdida de poder adquisitivo en condiciones de lucha, más bien se llega por el romance que la conducción de UEPC no está dispuesta a romper con el gobernador, en esa sintonía se juntarán a negociar en la semana más romántica del año.
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Para frenar el pago de la cláusula gatillo, la Provincia argumentó que bajó la recaudación (lo cual fue defendido por Monserrat), pero ocultan que las grandes empresas, muchas de ellas transnacionales, se benefician con millones de pesos en exenciones impositivas. El “poco dinero” que tiene el gobierno, se usa para eso, ahorrando en “gastos” en educación, salud y vivienda. Ese es uno de los motivos del desfinanciamiento de la educación pública.
Pero hay otro motivo, ya que de la misma manera la Provincia otorga concesiones gigantescas a la Iglesia Católica en relación a impuestos. Al mismo tiempo, permite que lucren con bienes acreditados para el culto, como denunció la legisladora del PTS-FIT Laura Vilches.
Para una defensa real de los trabajadores, es necesario plantear que el gobierno deje de beneficiar a grandes empresas y a la Iglesia y se comience a destinar todo ese dinero a educación, salud y trabajo de calidad. Pero para lograr esto, es necesario una conducción gremial que rompa su romance con el gobierno y organizar una gran lucha en defensa de la educación pública y de las condiciones laborales de todas y todos los trabajadores.
Por esto, los docentes debemos imponerle a la conducción gremial que levante la consigna que el movimiento de mujeres viene llevando adelante, Separación de la Iglesia y el Estado para que la plata vaya a educación y no al clero.