La docencia no se amedrentó y pese a los duros descuentos paró y movilizó masivamente. Hay fuerzas para redoblar la pelea.
Martes 6 de agosto de 2024 20:27
Había mucha bronca contra el gobierno y se hizo sentir. No sólo el paro de 48 hs. contó con un alto acatamiento, superior al 70 % en toda la provincia –incluso en escuelas sin tradición de parar-, sino que la movilización en las calles de la ciudad de Córdoba de este martes fue multitudinaria. La jornada había sido precedida por las distintas acciones zonales, semaforeadas y carteleadas que realizaron el lunes distintas escuelas en múltiples puntos de la provincia para hacer activo el paro, calentando los motores de la movilización de este martes donde se hicieron sentir con fuerza miles de docentes de la ciudad y el interior provincial.
Los creativos carteles expresaban el hartazgo y bronca contra el gobernador Llaryora: “Llaryora miente”, “Exceso en sobrecarga laboral”, “Llaryora: no somos tus esclavos”, fueron los más repetidos. Es que Llaryora eligió a la docencia de blanco de sus ataques para imponer un duro ajuste provincial en sintonía con el gobierno nacional. No sólo impuso la conciliación obligatoria para evitar las medidas de fuerza luego del rechazo masivo de las dos propuestas de miseria anteriores, hizo una tercera propuesta peor que la anterior y, violando su propia conciliación obligatoria, impuso el aumento por decreto y aplicó descuentos por paro y asambleas; sino que todo esto fue acompañado de una campaña de provocaciones permanentes contra la docencia. Buscó poner la opinión pública contra la docencia. Por un lado, queriendo instalar la idea de que la docencia de Córdoba tendría “el mejor salario del país”, cuando Córdoba es la cuarta provincia con menor inversión de presupuesto por establecimiento educativo y con el aumento del gobierno la enorme mayoría seguirá estando muy por debajo de la línea de pobreza: “quiero ver si Llaryora puede vivir con un salario docente”, “nos pagan salarios de pobreza y tenemos que trabajar más horas, sumar más cargos y a veces hasta changas en otros trabajos para llegar a fin de mes”, comentaban docentes de la Escuela Etchegoyen. Por otro lado, dijo que las y los docentes trabajan sólo 4 horas, cuando hay una sobrecarga laboral cada vez más extendida e insoportable que se profundiza con permanentes medidas arbitrarias del Ministerio como la Feria de Ciencias, ese “homenaje a la sobrecarga laboral” como sintetizó Karina, al tiempo que Ezequiel, docente del Ipet 383, señaló “que venga él a ser docente por un día a ver si con 4 horas se puede dar clases, planificar, preparar las clases, armar materiales didácticos, llenar planillas, hacer reuniones de área y todo lo que hacemos.”
Ninguno de los intentos del gobierno de poner la opinión pública contra la docencia funcionó: en las acciones zonales se hizo sentir el apoyo con bocinazos, aplausos y gestos de aprobación, y en la movilización de hoy también participaron familias. “Vine porque quiero defender la educación de mis hijas, es muy importante lo que reclaman, les tienen que pagar salario justo a los docentes”, nos dio Anahí, mamá de una estudiante de la escuela Etchegoyen, al tiempo que Martina, estudiante, nos dijo “el gobierno le tiene que dar prioridad a la educación, es lo más importante.”
La movilización también expresó la voz de las y los jubilados que vienen sufriendo un duro ajuste: “a los jubilados nos quieren matar de hambre. Al diferimiento se suma el ajuste jubilatorio y los recortes que nos hacen por APROSS. Estamos en la indigencia. A Llaryora lo voté, le creí el discurso contra los ´pituquitos de Recoleta´ y resulta que después se arrodilló con Milei. No van contra la casta sino en contra nuestro”, nos dijo Susana R., docente jubilada.
Esa prepotencia del gobierno, en el marco de la situación de profundo deterioro de las condiciones laborales que sufre la docencia, es lo que explica la bronca que se hizo sentir en las calles de manera masiva.
La movilización también fue un mensaje contundente para la conducción Celeste de UEPC provincial, mostrando que la docencia tiene voluntad de lucha y rechaza su política de entrega. El desprestigio de la conducción Celeste es notorio: las columnas de las escuelas que movilizaron con UEPC capital triplicaron las de los celestes. En esto también falló el operativo del gobierno que lanzó una campaña macartista contra la conducción de UEPC capital y la izquierda, buscando correr el eje de las justas demandas de la docencia a la vez que demonizar a los sectores que luchan consecuentemente contra esta política de ajuste mientras las conducciones sindicales peronistas como la Celeste lo garantizan.
Luego de la contundente respuesta que muestra que hay fuerzas para pelear la docencia tiene que exigir a la conducción provincial medidas a la altura. Convocatoria a asambleas escolares donde las escuelas puedan debatir y preparar un nuevo paro en unidad con las familias, estudiantes y el conjunto de la comunidad educativa. Como se mostró ante el intento de Llaryora de avanzar en cierres de cursos en escuelas de barrios vulnerables, la unidad de las escuelas con las familias y los barrios es clave para ganar la pelea. Lo mismo mostraron las y los trabajadores de salud, que ante el intento del gobierno de cerrar dispensarios (CAPS) se unieron a las vecinas y vecinos de los barrios, mostrando la potencialidad de luchar junto a la comunidad. Es necesario fortalecer esa unidad y unir la pelea a las y los docentes universitarios, de los SRT en lucha en defensa de los puestos de trabajo, para darle fuerza a una gran lucha educativa en la provincia.
Pero Córdoba no es la única provincia en conflicto. En Neuquén hay paro de 72 hs. y Santa Fe de 24 hs., que enfrentan el ajuste de los Gobernadores que desde distintos signos políticos acompañan el ajuste del gobierno de Milei a pedido del FMI. Con la fuerza de estas luchas hay que exigir a la conducción de CTERA un paro nacional activo contra el ajuste.