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Red Internacional
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CÓRDOBA/CORONAVIRUS. Córdoba: la situación de los inmigrantes en los barrios populares

Conversamos con algunos vecinos del populoso barrio Nuestro Hogar 3, donde mayoritariamente viven inmigrantes, y que muchos de ellos trabajan en la construcción, empleadas domésticas o la salud. Allí, nos relataron cómo se viven la cuarentena en los barrios de la periferia de Córdoba, donde el hambre es una amenaza más palpable que el coronavirus.

Lunes 30 de marzo de 2020 17:04

Desde el primer día de cuarentena en el barrio Nuestro Hogar III, habitado mayoritariamente por inmigrantes paraguayos, bolivianos y peruanos, se empezaron a sentir en la vida cotidiana los cambios de conducta que impone, a la fuerza, la cuarentena.

Hablamos con Pablo y Walter, vecinos del barrio, que nos relataron cómo viven la cuarentena y qué se dice en las calles.

La policía, ¿te cuida?

"Están dando vueltas en auto o caminando por todas las calles barrio, vigilando que nadie salga. Antes solamente estaban en la ruta (la entrada principal al barrio, única calle asfaltada), por ahí se movían", nos cuenta Pablo, migrante y trabajador de la construcción.

"El sábado nomás, me crucé con un paisano enojado por no poder ir a trabajar ’La policía me va multar o me sacan el auto si salgo a la calle sin permiso. ¿Cómo hacemos para comer?’, decía. Retan a los vecinos si salen a la calle. Todo el tiempo están vigilando. El otro día un hombre, paraguayo, salió a comprar al almacén y un policía lo hizo volver a su casa", continúa Pablo.

La presencia policial, que es permanente en el barrio, ahora se convierte en el primer inconveniente ante de la imposibilidad de trabajar y obtener alimentos.

Sin plata y sin trabajo

Los kioskos y almaceneros del barrio, que no son como los híper, también tienen sus dificultades.

"Una señora me fía la comida hasta que tenga plata, pero me dice que está vendiendo poco y también se le acaba la mercadería".

Pablo, nos cuenta que los trabajadores de la construcción como él no pueden salir a trabajar. Que hay malestar porque la cuarentena los obliga a no salir, encima la plata que es poca se les va acabar.

Su caso es solo un ejemplo de miles. Al momento de declararse la cuarentena se encontraba en una obra, donde le dijeron el mismo viernes que no fuera y se quedó sin cobrar, y el contratista no quiere arriesgarse a salir para entregarle por lo menos lo de la semana.

"Yo no tengo plata y lo poco que tengo para comer se me va a acabar, pero los que tienen familia, hijos, esos están peor".

Es evidente la falta de preparación y planeamiento que hubo para dictar la cuarentena que dejó a la deriva a familias enteras, sobre todo aquellas que se ganan el pan día a día.

Nuestro Hogar III es solo una muestra de lo que pasa en la provincia, donde quienes peor la pasan son los pobres y trabajadores en negro.

¿Y la ayuda del Estado?

Alberto Fernández les pidió anoche a quienes habitan las barriadas pobres que se queden en sus casa, que la ayuda va a llegar. Pero eso es algo que por estos barrios hace rato están cansados de escuchar.

También anunció que el 10 de abril estará depositado el subsidio de diez mil pesos para ayudar a las personas afectadas por la cuarentena.

Les preguntamos a los qué opinaban sobre los anuncios:

"Diez mil pesos no te duran nada. No haces nada porque todo está caro y sube más", nos dice Walter.

"Yo trabajo en la salud y por ahora en el hospital estamos bien, todavía no llegaron los enfermos y nosotros, los trabajadores, no hemos tenido nignún enfermo. Pero los que estamos todos los días no estamos seguros de si cuando llegue con todo el virus los insumos van a alcanzar, o si llegamos bien con la gente, con el personal. Se preparó una sala más con camas y se llamó a 4 nuevos, para mí eso está bien, pero además de los insumos, qué va a pasar con nuestro sueldo, porque tenemos que vivir, tenemos familia. En el hospital nos dijeron que vamos a cobrar un bono de provincia, pero en cuotas. No estoy seguro, pero decían de 2000 o 3000 pesos. Después está el anuncio de 30.000 pesos pero nadie sabe cómo es".

Como dijo la concejal por el PTS-FIT, Laura Vilches, el subsidio de diez mil pesos es completamente insuficiente, según los datos mismos del Indec, con la canasta básicas oficial, ese monto alcanzaría solo a cubrir 8 días.

"En el barrio hay muchas familias que tienen tres hijos, de ahí para arriba, y tampoco saben si pueden cobrarlo todos, porque los trabajadores de la construcción y empleadas domésticas muchos no tienen documento".

Otro de los problemas que afrontan estos sectores es que por lo general, los trámites de residencia o naturalización conllevan una burocracia eterna, por lo que muchas y muchos no pueden acceder a planes o a la AUH.

Es esclarecedor el relato de las y los trabajadores precarizados que sufren, antes que el coronavirus, las medidas del gobierno que pretender "cuidar la salud de todos".

Es necesaria de manera urgente una salida a los sectores más necesitados, cuyos ingresos están por debajo de la línea de la pobreza y a los cuales el Gobierno nacional les ofrece un bono que se encuentra bajo la línea de la indigencia. Con la extensión de la cuarentena, sumado al respaldo a las fuerzas represivas brindado en cada discurso por el ejecutivo, no se hace más que aumentar la presión en los barrios donde ya de por sí viven en condiciones de aislamiento.

Se debe tener en cuenta y hacer relevamientos de aquellas personas migrantes, que en una situación de vulnerabilidad extrema, ni siquiera pueden acceder a las magras medidas lanzadas por el Gobierno.

Esto sumado a que en muchos barrios de la ciudad ni siquiera existe el acceso básico al agua potable,un recurso indispensable para poder acceder de mínima, al lavado de manos.