Al igual que en Capital Federal, la Policía de Córdoba usará la cuestionada tecnología de reconocimiento facial para identificar prófugos en la vía pública o eventos.
Jueves 17 de octubre de 2019 00:17
La Policía de Córdoba presentó este martes un vehículo especial equipado con cámaras de video y software que asegura servirá para el reconocimiento biométrico. Al mismo tiempo, se pusieron en marcha cinco puestos fijos, con cuatro cámaras cada uno. El sistema consiste básicamente en escanear los rostros de personas que pasen por un lugar determinado y compararlos con una base de datos de personas con pedido de captura o requerimiento de paradero.
“Esta unidad es única en Latinoamérica y va a permitir trabajar en distintos sectores de la ciudad, fundamentalmente en ‘lugares calientes’. Tenemos una base (de datos) digitalizada, con alta definición, que nos permite trabajar en esta tarea”, afirmó el ministro de Gobierno, Carlos Massei. El funcionario agregó que “podrá funcionar en grandes aglomeraciones, eventos culturales, deportivos o en zonas estratégicas”.
El software de reconocimiento facial es utilizado por numerosas empresas a nivel internacional para distintas funciones (como análisis de emociones para publicidad o monitoreo de la salud), sin embargo, su principal utilidad es para seguridad y vigilancia. Lo utilizan tanto empresas privadas como organismos públicos. Los gobiernos lo usan cada vez más para identificar personas para la seguridad nacional y fronteriza.
El uso de esta tecnología ha sido rechazado por numerosas organizaciones de defensa de los derechos civiles en todo el mundo, ya que le brinda a los gobiernos (y a las empresas dueñas del software) el poder de rastrear a las personas en su vida diaria. Con estos fundamentos, San Francisco se convirtió en mayo de este año en la primera gran ciudad estadounidense en prohibir el uso de tecnología de reconocimiento facial para uso policial.
Por otro lado, las técnicas utilizadas para mejorar los programas de reconocimiento tampoco están exentos de críticas. Hace pocos días, Google paralizó su programa de investigación sobre reconocimiento facial tras conocerse que empresas contratadas por la compañía tecnológica pagaban 5 dólares a personas afroamericanas sin hogar para realizar un escaneo de su rostro. La enorme mayoría de las imágenes que usan las empresas para mejorar los programas son sacadas directamente de internet, sin el consentimiento de las personas afectadas.
La tecnología de reconocimiento facial tiene un problema adicional. A pesar de las mejoras que se han producido en los últimos años gracias a las cuestionables técnicas que nombramos anteriormente, sigue arrojando una importante cantidad de falsos positivos. Esto se demostró en Capital Federal, donde Diego Santilli instaló 300 cámaras de reconocimiento facial en estaciones de trenes y subtes. Como consignó La Izquierda Diario en julio, en la enorme mayoría de las casi 1300 detenciones que se realizaron con este sistema hasta ese momento, se trataba de errores del sistema, de la base de datos, de tipeo o no tenía requerimientos judiciales. La mitad eran “datos mal cargados”.
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El Gobierno de Córdoba viene incrementando el gasto en seguridad en los últimos años. Desde la creación de la División de Inteligencia Antiterrorista, que se dedicó a analizar “la actividad de grupos anarquistas” y de “simpatizantes de acciones extremistas vinculadas al conflicto mapuche”, hasta los cientos de gendarmes desplegados en “operativos de control” en colectivos, Schiaretti ha demostrado ser un buen alumno de la política represiva de la ministra Patricia Bullrich.