Los líderes de las dos Coreas celebraron este sábado su segundo e inesperado encuentro para tratar la mejora de lazos y la posible cumbre entre Kim Jong-un y el estadounidense Trump.
Sábado 26 de mayo de 2018 12:13
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se reunieron durante dos horas en la frontera entre los dos países, según detalló la oficina presidencial surcoreana en un comunicado.
El encuentro se produce a dos días de que Trump anunciara súbitamente que dejaba en suspenso la cumbre acordada con Kim Jong-un, en la que trataría el posible desmantelamiento de su programa nuclear. Aunque en uno de esos cambios bruscos que práctica la administración estadounidense, el mismo presidente reculó diciendo que aún es posible celebrar la reunión el 12 de junio en Singapur como estaba previsto.
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El texto del portavoz presidencial surcoreano, Yoon Young-chan, explica que "Los dos líderes intercambiaron opiniones amistosamente de cara a implementar la declaración de Panmunjom del 27 de abril y para lograr que se celebre con éxito una cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos".
Los portavoces de Casa Azul (la oficina presidencial surcoreana) no aportaron más detalles, tampoco cuál de las dos partes solicitó celebrar la sorpresiva cumbre. Simplemente añadieron que el presidente Moon anunciará los resultados de la reunión este domingo, tal y como han acordado las dos Coreas.
Kim y Moon ya celebraron el 27 de abril una primera cumbre. En apenas un mes, los líderes de ambas Coreas se han reunido dos veces, algo que hasta hace poco parecía improbable ya que hasta el año pasado apenas habían celebrado dos cumbres de mandatarios en sus más de siete décadas de existencia.
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Las fotos facilitadas por la oficina presidencial de Corea del Sur muestran el encuentro que mantuvieron los dos líderes participaron además los respectivos jefes de inteligencia de ambos países, Suh Hoon (Sur) y Kim Yong-chol (Norte).
El encuentro parece un mensaje dirigido al presidente Trump y sus mensajes contra Corea del Norte, en especial después de lo que consideró una serie de comentarios "hostiles" por parte del liderazgo norcoreano contra su vicepresidente, Mike Pence.
Trump se había mostrado entusiasta ante la posibilidad de que sea Estados Unidos bajo su gobierno el que dicte los términos no solo de un eventual acuerdo con Corea del Norte, sino incluso, de un posible reacercamiento con el Sur, ha pasado a intentar imponer condiciones mediante la amenaza de suspender la cumbre. Si eso sucedíera no sería la primera vez, Estados Unidos ya se retiró de acuerdos con el régimen norcoreano, incluso el ex presidente George W. Bush no solo suspendió toda asistencia económica sino que puso a Corea del Norte como parte del “eje del mal”.
La contradicción que enfrenta Trump es que si la cumbre termina en un fracaso le quedarían pocas opciones más que escalar. Esa última situación es la más temida por Corea del Sur y Japón, aliados de Estados Unidos.
