El viaje de una delegación de Corea del Sur al norte dejó como novedad el anuncio de una combre entre ambos países en abril y una posible desnuclearización.
Martes 6 de marzo de 2018 12:16
Según informó este martes el el líder de la delegación surcoreana que viajó a Pyongyang, Corea del Norte ha expresado su voluntad de dialogar con Estados Unidos y se ha comprometido a suspender sus pruebas nucleares y de misiles si se iniciarán esos contactos.
Corea del Norte se abstendría de realizar "provocaciones armamentísticas estratégicas" mientras se desarrolla ese eventual diálogo, aseguró el enviado de Seúl al Norte tras un viaje de dos días en el que la delegación mantuvo un encuentro con el líder norcoreano Kim Jong-un, informó la agencia local Yonhap.
La información brindada por los representantes de Corea del Sur llega cuando las dos Coreas han acordado celebrar su primera cumbre de líderes en más de una década el próximo abril en la frontera.
El encuentro, que supone la tercera cumbre de la historia entre los dos países, fue comunicado de manera inesperada tras el viaje de dos días de una delegación de Seúl que fue recibida por el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Hasta la fecha solo se han producido dos cumbres de jefes de Estado de ambas Coreas; las dos se realizaron en Pyongyang en los años 2000 y 2007 durante el decenio de la llamada era de "la política del sol", que marcó la fase de mayor acercamiento bilateral.
En una rueda de prensa el representate de Corea del Sur, Chung detalló que tanto su país como el Norte han acordado además poner en marcha una línea directa de comunicación entre sus dos líderes, "para permitir un dialogo estrecho y la rebaja de las tensiones militares".
Durante la visita el régimen de Pyongyang aseguró su compromiso de deshacerse de sus armas nucleares, si se garantiza la permanencia del régimen. "El Norte expresó claramente su compromiso con la desnuclearización de la Península coreana y dijo que no tendría ninguna razón para poseer armas nucleares si se garantizara la seguridad de su régimen y se eliminaran las amenazas militares contra Corea del Norte", explicó Chung.
El viaje de la delegación surcoreana a Pyongyang, el primero en más de 10 años de una representación de alto nivel al Norte, respondió a la histórica visita que realizó en febrero al Sur la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, con motivo de los JJOO de Invierno.
Durante uno de sus varios encuentros con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, la hermana del líder le trasladó una invitación para celebrar una cumbre con Kim Jong-un en Pyongyang.
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El buen resultado de las reuniones llevadas a cabo en Corea del Norte fue adelantado por los medios estatales del Norte, los cuales aseguraron el líder norcoreano y los enviados de Seúl habían llegado un acuerdo "satisfactorio" para celebrar una cumbre intercoreana.
El cambio de gobienro en Corea del Sur, con llegada del centroizquierdista Moon Jae-in, reflotó la política de acercamiento con el Norte, alternada con la adhesión al guerrerismo norteamericano. El gobierno surcoreano sabe que en cualquier escenario de enfrentamiento militar su país será el campo de batalla, los misiles del norte apuntan contra Seúl un blanco al que sin dudas pueden alcanzar.
Ese hecho distancia al gobierno del sur de la política guerrerista de Trump, que si opta por golpear al régimen de Kim mediante un ataque militar limitado, los muertos de la alianza occidental los pondrá Corea del Sur. De ahí su interés en desescalar el conflicto.