La imputación por parte de la Justicia Mendocina, de referentes obreros, y el pedido de desafuero a algunos de los Legisladores del FIT que provoca el regocijo del Gobernador.
Viernes 9 de junio de 2017
Pocas veces en Mendoza la justicia fue "tan veloz". El malestar generado en el Gobierno Provincial por el paro nacional del último 6 de abril, hizo salir a algunos de sus funcionarios antes de terminar siquiera con las concentraciones a vociferar en los medios que pedirían el desafuero de los Legisladores del FIT que estaban acompañando a los trabajadores. No tardó ni dos meses el Gobierno, junto con la Justicia, (o viceversa) en tener imputados a los obreros y comenzar el pedido de desafuero a los Legisladores.
Un Gobernador pequeño
Cornejo, desde que llegó al poder, no ha hecho más que construir un relato de orden y austeridad, que se encarga de vender al mejor estilo de Cambiemos a través de un marketinero discurso de empresa privada y spots publicitarios, que son la envidia de cualquiera de las gaseosas más vendidas. Se lo vende a todos los mendocinos, y se lo vende a su cliente más apreciado, el presidente Mauricio Macri, que cada tanto le palmea la espalda en señal de aprobación. Cuando la gran mayoría de los laburantes sabemos que la aprobación de Macri está muy lejos de significar algo bueno para el pueblo trabajador. Pero no, a Cornejo eso no le importa, se deshace por un mimo presidencial.
A Cornejo no le importa el pueblo, o al menos la concepción de lo que él entiende por pueblo. Cornejo no ve al pueblo como un conjunto de personas con derecho a una vida no solo digna, sino también feliz. Cornejo ve al pueblo como lo ven nuestros patrones en su empresa. El pueblo, o sea nosotros, los trabajadores, somos la parte del sistema que debe sufrir las privaciones y realizar los esfuerzos y sacrificios, en nombre de la “cultura del trabajo”, para que un pequeño porcentaje de la sociedad siga siendo los dueños de todo y para que los políticos de su partido o de la oposición mayoritaria sean los administradores mejor pagados de esa minoría acaudalada y poderosa.
Los Gobernadores anteriores a Cornejo, pasando por Cobos y por Paco Pérez, gobernadores radicales y peronistas, no hicieron en su gestión más que cumplir con esto de actuar como administradores de los ricos, y generar desde la política las condiciones más favorables para que estas ilustres familias mendocinas se sigan repartiendo la provincia con todo lo que hay adentro. ¿Cuantos políticos acuden sonrientes a las “Vendimias Solidarias” de Daniel Vila?. Ese evento super exclusivo, en donde los ricos mendocinos y algunos nacionales juegan a ser solidarios, cuando en realidad están practicando la caridad desde la más encumbrada soberbia, o en todo caso, están devolviendo un mínimo porcentaje de lo que le arrebatan al pueblo de Mendoza.
Cuantos Gobernadores han pasado, realizando su tradicional “Almuerzo Vendimial”, con muchos empresarios del sector vitivinícola, los mismos que, en muchos casos tienen trabajadores en condiciones infrahumanas, en la Bodega Los Toneles, propiedad de la Familia Millán. La familia Millán, es propietaria de la cadena de supermercados Atomo, famosa por su explotación y precarización hacia sus empleados, y también famosa por la impunidad que le brinda el Estado Mendocino para realizar estos atropellos contra sus trabajadores. No es casualidad que entre los compañeros imputados se encuentre Jonathan Neira, un delegado combativo de los trabajadores de Atomo, a quien desde la empresa le habían impulsado el desafuero gremial. O sea que a Jony ahora, no solo lo persiguen sus patrones, sino que lo persigue el Gobierno amigo de sus patrones.
Tan agradecido está el empresariado menduco con la clase política que Enrique Pescarmona, conocido por su frase discriminatoria hacia las adolescentes embarazadas que cobran un subsidio, y quien cada tanto reclama un salvataje económico por parte del Estado y despide decenas de trabajadores para conseguirlo, ha demostrado su inmensa gratitud donando una lujosa mansión para que sea utilizada como residencia oficial el gobernador de Mendoza.
La mirada que estos señores tienen sobre el laburante común, es la misma mirada que tiene Cornejo y todo su séquito, incluyendo a la Justicia. Los laburantes estamos para pagarle la fiesta, no para participar de ella. Y si nos quejamos, represión y amenaza de cárcel.
El chiste de la Justicia Independiente
Cualquier laburante que haya reclamado judicialmente contra sus patrones, o contra alguna ART, sabe que las Cámaras de Trabajo se toman más de dos años para desempolvar su criterio gorila sobre las causas de trabajadores. Ni hablar de las familias con víctimas de femicidios, que sufren una Justicia con criterio machista, además de lenta. He sido testigo de largas peregrinaciones, incluso por definir la patria potestad de los hijos de las víctimas, que pueden pasar a custodia del asesino de su madre, sin que a la Justicia le importe demasiado. La Justicia que encarcela, con toda razón a un golpeador de los barrios bajos, pero que aún no determina nada contra el ex ministro de Salud Rubén Giacchi, quien quedó libre luego de ser denunciado por violencia de género por su pareja.
Pero en este caso, la "Justicia independiente" mostró una celeridad inusitada, muy distinto a lo que nos tiene acostumbrados. Y una velocidad que mucha gente tiene necesidad de que se aplique, con casos realmente serios y graves.
Manzanas y Peras
La aplicación del Art 194 del Código Penal del Gobierno del Dictador Militar Juan Carlos Onganía, por la cual se imputa, y ya se les tomó declaración, a los referentes obreros y sindicales, Jorge Chávez, Raquel Blas, y también al abogado de DDHH, Enrique Jasid, y se busca imputar, quitándole los fueros legislativos, al Senador Victor Dávila, y a los Diputados Tito Fresina y Lautaro Jiménez por participar del Paro Nacional el último 6 de abril, no es más que la excusa para una caza de brujas. Una desvergonzada persecución ideológica y política, que todos creíamos extinta en Argentina, y que solo un tirano autoritario puede aplicar con un cinismo descomunal.
Porque el mismo Cornejo participó, cuando comenzaba a posicionarse como el futuro candidato a Gobernador, de las marchas tras la muerte del Fiscal Nisman. También lo hizo la actual vice gobernadora, Laura Montero. El km 0 de Mendoza fue “cortado”, con una convocatoria a favor del Gobierno Macrista el último 1 de abril. También con festejos “futboleros”. El 24 de Marzo, los propios jóvenes radicales forcejearon con las fuerzas del orden, para lograr un lugar central en la marcha del Día de la Memoria. Ni hablar de las marchas de Ni Un Menos, que en alguna ocasión contó con la presencia de, otra vez, la vice Gobernadora. A nadie se le aplicó el Artículo 194 de Onganía.
Al ser consultado por esta forma diferente de aplicar el Art 194, el Gobernador Cornejo, se perdió en una serie de balbuceos, tartamudeos, y terminó respondiendo una incoherencia que nada tiene de académica, mucho menos de justificación valedera: ”No se pueden comparar manzanas con peras” dijo. Una payasada, lisa y llanamente. Pero todo este proceso es una payasada muy peligrosa, sobre todo para quienes nos quedamos afuera de la fiesta de los ricos empresarios y los políticos de turno. Ya que con las manzanas y peras de Cornejo, se intenta establecer que hay movilizaciones buenas y movilizaciones malas.
Compañero trabajador, si tu equipo de fútbol gana un torneo y te juntas a festejar el logro con cientos de laburantes, para Cornejo es una buena movilización. Pero si tu patrón no te paga el sueldo o te echa a la calle, y te juntas con otros laburantes en la misma situación para decir que la estás pasando mal, Cornejo te va a querer meter preso, porque es malo mostrar tu descontento, y además con una base de organización.
Yo, Trabajador
Cuando voté al FIT, lo hice porque considero que, como trabajador, es la mejor propuesta política que podemos tener. Es la única que no está pensando en quedar bien con Vila, con Millán, o con Pescarmona, por mencionar sólo a algunos. Sus propuestas están dirigidas y pensadas en base la vida cotidiana de los laburantes. Yo espero que ante una realidad que los laburantes consideramos injusta, porque no nos permite llegar a fin de mes y nos acoplamos a un Paro Nacional convocado por las centrales sindicales de Argentina, estos legisladores a los que vote, estén ahí, acompañando, como uno más de nosotros, y eso es lo que hacían, Dávila, Fresina y Jimenez, cumplir su palabra y honrar el compromiso con sus votantes. Como laburante, valoro y agradezco esta coherencia entre lo legislativo y lo discursivo, ya que los trabajadores hemos visto a muchos políticos gobernantes y opositores, tener un discurso para los obreros y un favor legislativo para los patrones, incluso cuando el Estado es patronal, como en el caso de los docentes, o de la EPTM.
El Trasfondo
Detrás de toda esta opereta, que insisto en que es muy peligrosa para los laburantes, está escondido el miedo de Cornejo. En el tartamudeo que se escuchó en la radio, antes de las manzanas y peras, se notó el miedo de Cornejo. En su actitud de patotero seguro de sí mismo, se asoma el miedo de Cornejo. En sus provocadoras manifestaciones mediáticas, se ve que tiene miedo.
Cornejo tiene pánico de que el discurso marketinero de provincia ordenada se le vaya al tacho. Porque sabe que la realidad está muy lejos de su discurso. Porque sabe que su gestión avanza, atada con alambre, con la ayuda de una oposición débil, donde resalta como firme contrapunto a su discurso la coherencia del FIT, votando en contra de echar a trabajadores del Estado, votando en contra del presupuesto provincial que gasta más en represión y castigo que en educación, votando en contra de jueces machistas como Valerio. Y por eso el castigo y la persecución son al FIT y sus referentes cercanos.
En las vallas anti pueblo, que se han convertido en un clásico de su gestión, se ve que Cornejo tiembla ante la más mínima manifestación de disconformidad en las calles. Es tanto el miedo del Gobernador que no solo se esconde tras el vallado y la exagerada presencia policial. Cuando Cornejo entiende que los trabajadores no tenemos miedo, porque ya no tenemos nada, manda a pegar palos, como los hizo en Casa de Gobierno el año pasado con los trabajadores de ATE, como lo hizo con los Feriantes de Guaymallén en enero, y como vergonzosamente lo hizo con damnificados por los temporales en Guaymallén, que más que reclamar pedían ayuda desesperadamente. Y, no casualmente, sino coherentemente, el FIT estuvo del lado de los reprimidos en esas ocasiones.
Trabajadores
Como trabajador, solo puedo pedirles a mis hermanos de clase que no nos conformemos con quedarnos afuera de la fiesta entre ricos empresarios y políticos que se intercambian el poder cada cuatro años. Que no nos conformemos con vivir con las migajas que sobran de esta fiesta que pagamos nosotros con el futuro de nuestros hijos. Tenemos derecho, nuestras familias y nuestra descendencia lo tienen. Nuestras herramientas para comenzar a dar vuelta la historia, en este momento son dos. La vía de las urnas, en primer lugar, eligiendo las propuestas que más representen las necesidades de nuestro sector en la sociedad, las que yo, personalmente, entiendo que son las del FIT.
Y la segunda, el camino de la organización. La manifestación popular que tanto asusta a Cornejo, debe copar las calles para mostrar que no somos bobos, que sabemos que se reparten la gran torta que nosotros cocinamos, y que ellos no nos permiten ni tocar. Y que ya nos estamos cansando.