Se trata del intendente de Tunuyán, Martín Aveiro y el de San Carlos, Rolando Scanio. En medio de la crisis del coronavirus, que pone en vilo a la delicada economía nacional y provincial, y que golpea a miles de trabajadores, se le suma un insólito capricho para que no abran los kioscos en estos departamentos
Jueves 16 de abril de 2020 13:47
En la provincia de Mendoza, donde según los últimos números del Indec la pobreza aumentó al 39% y la desocupación al 7,3%, continúan los despidos, suspensiones y reducción salarial para miles de trabajadoras y trabajadores de distintos rubros en toda la provincia. Se suma un insólito capricho por parte de dos intendentes del Valle de Uco para que durante la Cuarentena Obligatoria no abran los kioscos en el departamento de Tunuyán y San Carlos.
En todo el país los kioscos, almacenes y despensas permanecen abiertos, el DNU que rige a nivel nacional para la Cuarentena Obligatoria, con el fin de facilitar el abastecimiento de alimentos y el cuidado sanitarios de vecinos, hace un carácter de excepción para: supermercados mayoristas y minoristas y comercios minoristas de proximidad, farmacias, ferreterías, veterinarias, y provisión de garrafas.
Parece que para ambos Intendentes, los kioscos no son un negocio de cercanía.
Me autoriza la Nación pero no el Municipio
En diálogo con un kiosquero de Tunuyán nos dijo “me autoriza la nación pero no el municipio, pasó la policía y los inspectores municipales para que no abramos los negocios, aunque por el momento no hay decreto ni ordenanza municipal que nos impida abrir los kioscos”.
Y siguió “nosotros queremos alguna instancia de diálogo con el Intendente para que nos explique, nos dé una solución y lleguemos a un acuerdo, además no entramos por ejemplo para préstamos porque Nación entiende que estamos en ejercicio. Los responsables administrativos del municipio, ni la Municipalidad atienden el teléfono, es una situación muy angustiante. En mi caso, a mis empleados no he dejado de pagarle el sueldo, no los dejaría sin recursos, si para nosotros es difícil para ellos mucho más, pero la gran mayoría no están pudiendo pagar los sueldos a esta altura.”
Para finalizar nos cuenta que “a diferencia de grandes cadenas de supermercados, como el kiosquero generalmente es el dueño, por supuesto que trata de cuidarse la salud por su familia, además que es el único que toca la mercadería en el comercio, y tenemos los métodos de seguridad e higienes, es decir que hay prevención. Además dependemos de vender en el día a día, es por esto que a lo largo del tiempo hemos ido adaptando a las demandas de los vecinos.”
Según de la Unión de Kiosqueros de Argentina calculan que han cerrado la mitad de los kioscos a nivel nacional, y estiman que van a ser unos 10.000 kiosqueros que no van a poder volver a abrir sus puertas, porque igualmente hay que seguir pagando la luz, alquiler, etc.
Frente a esta situación en el Valle de Uco son cientos las familias que no saben cómo van a poder llegar a fin de mes, y los jóvenes son quienes más sufren los despidos y los cada vez más precarios trabajos, tanto en el sector rural como de servicios . El Estado lejos de dar una solución la empeoran, como lo vemos cuando intentan cerrar carreras en el Instituto Superior de Educación, aumentan el boleto del colectivo, exigen que durante la pandemia cursen de manera virtual aunque en la zona donde viven no llegue la conexión a Internet. Lo que ofrecen es represión como lo vimos el fin de semana, cuando la policía de Tunuyán golpeó brutalmente a dos jóvenes, uno de ellos menor de edad sigue internado en estado crítico, el parte médico indica que llegó con el hígado desprendido y con tres fisuras en el mismo.
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