La caída del helicóptero ruso que se encontraba en una misión de ayuda humanitaria en Alepo –al norte de Siria- el 1 de agosto se da en un contexto de discusiones sobre términos de paz, cabildeos entre potencias, ataques terroristas en los países centrales imperialistas y un Medio Oriente convulsionado por la tensión de la guerra que se libra en Irak y Siria.
Miércoles 3 de agosto de 2016
¿Ayuda humanitaria?
El jueves 28 de julio se puso en marcha una misión de ayuda humanitaria entre Rusia y Siria para entregar recursos a la población de Alepo.
Puentes y corredores se han creado con la intención de desalojar civiles de los fuertes choques entre los bandos en guerra que se disputan la ciudad, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, ha señalado que todas las personas que dejen la ciudad por estas vías serán recibidas con víveres, asistencia médica y alojo.
Sin embargo, se han alzado voces críticas contra esta medida. "Esos corredores no son para que permitir que entre la ayuda, sino para que la gente salga", denunció Basma Kodmani del Alto Comité de Negociaciones, oposición al gobierno de Bashar Al Asad. "El mensaje brutal para nuestra gente es: salgan de allí o mueran de hambre", abundó.
La ONU ha instado a Rusia a que deje en sus manos la distribución y logística de la ayuda humanitaria, a lo que el presidente Putin dijo “que lo estudiará y considerará” según el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Alexei Borodavkin.
Mientras tanto, el viernes 29 de julio aviones de guerra de nacionalidad desconocida bombardearon un hospital materno-infantil. Y se suceden los ataques contra hospitales y población civil.
Este 2 de agosto ha arrancado desde la base Jmeimim, ubicada en Latakia una caravana de camiones rusos con destino a Alepo cargada con 18 toneladas de alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas.
Discusiones de “paz”
El ataque va de la mano de varios atentados suicidas que han dejado a docenas sin vida en el territorio sirio. Y se da tras la reunión el pasado 14 de julio entre el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, donde pretenden dar seguimiento a los acuerdos de paz en aquella zona del Medio Oriente. Esta es la tercera visita que hace el secretario a territorio ruso en poco más de un año.
La reunión contempló la necesidad de que EUA instará a sus “aliados moderados” a que se retiren de las posiciones compartidas con los extremistas con el fin de coordinar sus movimientos militares.
En dicha reunión también acordaron los puntos y procedimientos para el bombardeo de las zonas controladas por Al-Nusra (brazo sirio de A- Quaeda), donde se incluyen: crear un Grupo Mixto de Implementación con sede en Amman con el fin de “apoyar los ataques de objetivos deliberados” al frente Al-Nusra, “maximizar los esfuerzos independientes pero coordinados” en contra de Daesh en Siria, así como marcar los blancos fijados por adelantado (a menos que ponga en riesgo sus respectivas bases) la fuerza aérea siria puede ser ubicada en tierra sólo en algunos territorios y deben de avisar con 24 horas sobre sus operaciones militares.
El acuerdo sólo entraría en vigor después de implementar un fuerte cese a las hostilidades.
Las conversaciones en Moscú se mantienen intentando seguir en una línea de solución al conflicto que lleva miles de muertos no sólo en los territorios mencionados sino inclusive a territorio europeo y estadounidense donde ataques terroristas reivindicados por Daesh, alimentando discursos de terror y xenófobos de extrema derecha en países imperialistas.