La resistencia obrera con decenas de paros espontáneos crece en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, tras llegar a la fase de contingencia sanitario con 41 casos confirmados de covid-19. Se suman algunas muestras incipientes de descontento en plantas de Reynosa y Ciudad Victoria, así como en establecimientos de Nuevo Laredo, la mayor aduana de América Latina.
Martes 7 de abril de 2020 19:41
Las denuncias de empresas fronterizas sin detener actividades crecen cada hora. Algunas son AVANT, Senisa, Vertiv trabajando incluso tiempo extra, Starkey, Electrocomponentes, Flex Sur, EATON, Nicro K, BRK, entre muchas otras.
Con pretextos como que producen productos médicos aunque sea uno solo de sus productos, otras empresas como EASY Wey argumentan que sus productos como sombrillas de playa son “esenciales”. Y también empresas como TRICO componentes están convocando a operadores a trabajar voluntariamente con incentivos salariales raquíticos y al margen de los acuerdos colectivos.
Algunas maquiladoras como GENIE han logrado parar entre lunes y martes por iniciativa de los obreros y están en negociaciones para lograr la detención de actividades y el 100% de salario, así como el compromiso de que no despidan.
Sin embargo, eso no garantiza se cumpla a las y los obreros sus derechos, ya que hay algunas que lograron detener actividades con promesas del 100% y no se están cumpliendo o con acuerdo en desventaja salarial, en el caso de INTEVA se acordó el 100% pero están notificando que será solo el 60% luego de que ya la planta laboral está en sus casas.
Insalubridad criminal
En aquellas empresas que siguen trabajando se denuncia que desde que sale el material hasta que lo empacan no hay limpieza, ni salubridad. Tampoco se cuenta con el equipo necesario para evitar que el material se envié infectado. No se dotan a las y los operadores de cubrebocas, ni guantes, ni gel antibacterial ni se les permite lavarse las manos regularmente.
Comienzan a crecer las menciones de obreros, acerca de enfermos de Covid u otros operadores que se enferman y son hechos pasar como enfermos de neumonía. Así también se mantiene trabajando a enfermos de diabetes e hipertensión, mujeres embarazadas y se llega solo a aislar a quien presente síntomas, pero sin detener la producción de esas plantas.
Aquellas empresas que demuestran ser actividades esenciales, deben en primer lugar ser obligadas a no bajar los salarios y no despedir. A su vez es necesario que en esas plantas surjan comisiones independientes de higiene y seguridad desde la base obrera de esas maquiladoras. Se debe exigir desde las mismas que se hagan test masivos a todas y todos los empleados y se permita retirarse con goce del 100% de sueldo y sin despido, a todo aquella o aquel que este contagiado.
El movimiento obrero tiene la alternativa al alcance
El día lunes 6 de abril la dirección del Sindicato de jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora (SJOIIM) / Confederación de Trabajadores de México (CTM) de Matamoros, que agrupa a la mayor cantidad de obreros y plantas de esta ciudad, declaró en conferencia de prensa que exigirá ante el gobierno federal y estatal que obliguen a las empresas que detengan sus labores. Así también declaró que exigen se envíen con descanso a sus plantillas laborales con el 100% de salario. Llegó incluso a amagar con convocar a un paro general de todas sus empresas agremiadas.
Aunque en el discurso es distinto al resto de sindicatos en Matamoros y Tamaulipas, incluso de otras partes del país como lo sería la propia CTM y centrales sindicales como la auto nombrada democrática Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
El problema es que no muestran que este discurso vaya a ser realidad y que los lleve a convocar de inmediato a movilizar a las bases del sindicato para que se paren las maquiladoras y se prohíban los despidos, ya que a su vez no es suficiente con apelar al decreto del gobierno federal.
El movimiento obrero matamorense como ejemplo para toda la clase trabajadora, con referentes como el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industria y Servicios (SNITIS) 20/32 -nombrado así por 20% de aumento salarial, bono de 32 mil pesos, la reivindicación del movimiento huelguístico de 2019-, debe llamar a no confiar pasivamente en el decreto y la voluntad patronal, ya que para hacerlo efectivo hay que imponerlo con la movilización obrera como se viene demostrando.
Te puede interesar: La rebelión obrera en Matamoros: resurgir de la lucha de clases
De este modo se da un paso adelante para ir por más, ya que ese mismo salario es insuficiente para enfrentar el costo de la vida que va en aumento y exige la lucha por un aumento salarial de emergencia.
Ante los miles de despidos hay que inscribir en las demandas obreras la prohibición de los despidos durante esta contingencia. La enorme rentabilidad de los bajos salarios casi 20 veces menores que lo que se paga en EE.UU., es una clara respuesta al chantaje patronal que haga amagues de cierres y salida de empresas del corredor maquilador fronterizo. Aquellas empresas que cierren y despidan, deben ser expropiadas sin pago y puestas bajo control obrero previa organización democrática de sus obreros.