La empresa dio marcha atrás con medidas de prevención que los trabajadores impusieron con asambleas y aplicó descuentos a quienes se organizan. A pesar del hostigamiento patronal, varios sectores están dispuestos a encarar una pelea por sus reivindicaciones.
Lunes 4 de mayo de 2020 17:48
Foto Info Alimentación
Al principio de la emergencia sanitaria, los trabajadores lograron mediante asambleas y el paro de uno de los sectores que la empresa distribuya elementos de desinfección, se acuerde la reducción de una hora de la jornada laboral y la descompresión de la entrada y salida de la planta para evitar hacinamientos.
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La semana pasada La Virginia empezó a normalizar los turnos de producción de su fábrica ubicada en la zona norte de Rosario. Se unificaron los horarios de entrada de los diferentes sectores, se volvió a trabajar la jornada completa con la posibilidad de hacer horas extras. La medida tiene como fin stockearse con el costo más bajo posible para después vender sus productos con aumento de precio, maniobra que realiza todos los años. "La Virginia(...) en forma unilateral volvió a establecer los horarios habituales, cuando no hay ninguna necesidad ya que el stock de productos da para abastecer por dos meses a todos los clientes", declaró la Comisión Interna de la fábrica en un comunicado.
Estas decisiones ponen en riesgo a los empleados ya que los trabajadores volvieron a hacinarse en los vestuarios, aumentado las probabilidades de contagio del coronavirus. Se dispuso la utilización de containers estrechos y con poca ventilación para que se cambien las mujeres como solución totalmente ineficiente.
La bronca de los trabajadores empezó a manifestarse en diferentes asambleas que convocó la Comisión Interna. Los trabajadores demandan que se vuelva a instalar el régimen reducido y de horarios segmentados. Entre las demandas también se encuentra el pago de un bono de emergencia que alance a todos los trabajadores de la fábrica. La empresa adelantó que no serán tenidos en cuenta quienes trabajen desde casa, quienes tengan faltas o hayan hecho uso de licencias.
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Rápidamente la patronal contraatacó amenazando con descontar presentimos y premios a quienes participaron de las mismas, cuestión que fue corroborada al recibirse las liquidaciones correspondientes a los haberes de abril. Varios operarios manifestaron que fueron intimidados con una fuerte prepotencia por parte de jefes y personal de recursos humanos. La Virginia es reconocida por la histórica persecución antisindical a activistas y delegados.
A pesar del hostigamiento, varios sectores están dispuestos a encarar una pelea por sus reivindicaciones. La base de la fábrica supo reponerse de ataques muy duros, como cuando la empresa utilizó a la Gendarmería Nacional para disolver una asamblea. En su comunicado la Comisión Interna adelantó que "los delegados de la Lista Azul y los trabajadores vamos a seguir con las asambleas y todo lo que haga falta para defendernos del virus y la desidia patronal". El Sindicato de la Alimentación (STIA Rosario) tiene que hacerse eco esto y ponerse al frente de esta pelea.
