Inflación y tarifazo, el gremio docente pide reapertura de paritarias pero sus exigencias no van más allá de un 10 %.
Martes 26 de julio de 2016 00:00
El gobierno nacional y los gobiernos provinciales están aplicando ajustes brutales que ya redujeron el consumo real de los trabajadores y sectores populares en un 20%. Después de garantizar un ascensor para los precios disparando una inflación que se comió el salario en seis meses, golpean con los tarifazos y dejan correr decenas de miles de despidos en el Estado.
¿Cómo pueden hacer todo esto? Cuentan con la ayudita de las conducciones burocráticas de los sindicatos que dejaron pasar todos los ajustes y que hoy están en la rosca de la unidad de la CGT, con obscena indiferencia al descontento social que tienen los trabajadores. Incluso frente al gobierno de Macri los dirigentes sindicales referenciados con el kirchnerismo, como Monserrat, secretario general del gremio docente cordobés (UEPC) y Hugo Yasky, secretario general de la CGT de los Trabajadores, cerraron paritarias a la baja, dejaron pasar los despidos y ahora no enfrentan los tarifazos.
Macri impuso junto a las direcciones de los sindicatos la idea de que un 40 % de aumento era algo inalcanzable. Así, en Córdoba, la conducción de UEPC acordó en febrero, fraude mediante, un arreglo del 25 % más una suma en negro que daba algo más del 30 %. Monserrat ahora dice que, si el ministro de Economía Prat Gay anunció una inflación del 42 %, necesitamos un 10 % de aumento.
El gobierno se mostró comprensivo con los reclamos ante los tarifazos y sostiene un tope al aumento del gas de un 400 %. El margen de lo razonable se corre un 390 % dependiendo de la clase social que reclame. ¿Es Usted un gran empresario? ¿O es un trabajador? Está claro que son unos hipócritas. Necesitamos un urgente aumento salarial.
Nadie se salva solo
No puede pensarse la necesaria reapertura de paritarias sin considerar los tarifazos: no sólo sería un pensamiento vaciado de realidad, sino que abonaría el corporativismo, que es una idea muy cara a la burocracia sindical. Ese corporativismo hace que cada sector termine priorizando salvarse solo, con lo cual se debilita al conjunto de los trabajadores.
Es una realidad cruel que nos trajo el neoliberalismo que haya una enorme precarización laboral: los trabajadores precarizados, tercerizados, subocupados e incluso desocupados sufren la inflación y los tarifazos con más fuerza que los trabajadores del sector formal. Por eso es una exigencia elemental hacia las conducciones de los sindicatos que convoquen a un paro nacional para derrotar el tarifazo.
Mientras los trabajadores organizados desde la base, en comisiones internas, cuerpos de delegados y sectores combativos vamos coordinando las luchas, exigimos a las conducciones sindicales que dejen de defender sus privilegios y que dejen de garantizar los ajustes del gobierno. Y que llamen a un paro nacional y plan de lucha: para derrotar el tarifazo y contra los despidos y por la reapertura inmediata de las paritarias.