Los gobernadores, alineados con el Gobierno nacional, buscan lograr metas fiscales ajustando a los trabajadores. Cuando surge resistencia, no dudan en reprimir.
Viernes 6 de marzo de 2020 22:55
Alberto Fernández fue claro. El último domingo, en la apertura de la Asamblea Legislativa, afirmó que su Gobierno busca un "programa integral y sustentable, con metas fiscales para alcanzar a partir de la renegociación de la deuda".
Este programa integral, que logre metas fiscales, no es otra cosa que ajustar los salarios de los trabajadores y los jubilados. La cuestión parece no ser solo nacional. La mayor parte de las provincias están en déficit fiscal producto de la recesión económica que ocasionó la propia política de ajuste impartida por el FMI, y el "consenso fiscal" que recortó impuestos provinciales, como ingresos brutos.
Este ajuste se vio reflejado en varias provincias. En Salta, por ejemplo, pasó de presupuestarse un déficit de casi $ 14.000 millones para 2019, a un déficit de sólo $ 1.100 millones (Ministerio de Economía de Salta). Esto se logró a costa de incrementar los ingresos y realizar un importante recorte del gasto.
El Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) destacó que hubo una reducción real de los salarios de los empleados públicos de las provincias y una caída de la inversión real. "Muchas provincias tuvieron una política de atraso salarial significativa que les permitió mejorar sus cuentas fiscales a través de una caída real del gasto en personal". Sin embargo, lejos de compensar este atraso salarial, las provincias buscan cristlizarlo.
Mientras tanto, la CTERA (la Confederación de Trabajadores de la Educación) aceptó una paritaria nacional para este año con un aumento del salario inicial del 13,5 % y sumas fijas, que provocaron mucho malestar en la docencia a nivel nacional.
Por este motivo, este lunes en once provincias no comenzaron las clases. Los trabajadores de la educación encaraban paros y movilizaciones en el inicio del ciclo lectivo, como en Rosario, contra la peor propuesta salarial de la historia, así como en Córdoba, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Jujuy y otras provincias.
También hay estatales que salen a luchar, como Neuquén o en Chubut. En la primera de estas luchas, los trabajadores denunciaron el envío de patotas y represión por parte del intendente del Frente de Todos en Centenario. En el segundo caso, este jueves fueron reprimidos por la Policía del gobernador Mariano Arcioni, del Frente de Todos.
No es la primera vez que éste manda a la Policía a reprimir a los trabajadores estatales. Por el contrario, represiones ha habido muchas porque hace meses vienen reclamando el pago de sueldos adeudados. El gobernador peronista debe salarios de enero.
Los docentes salteños también tuvieron que enfrentar a la Policía de Gustavo Sáenz. En el mediodía de este viernes el gobernador de Salta mandó la represión contra docentes autoconvocadas que se habían movilizado hasta la puerta de la Casa de Gobierno y exigían ser recibidas.
En tanto este lunes no arrancaron las clases en la provincia de Santa Fe. La respuesta de paro de 48 horas fue la primera medida tomada contra el irrisorio 3 % de aumento, y eliminación a la cláusula gatillo, que propuso el gobierno peronista de Omar Perotti.
Los gobernadores provinciales, están en sintonía con el intento del Gobierno nacional de cerrar las paritarias por debajo de la inflación, y por lo tanto seguir aplicando más ajuste a los y las trabajadoras. En tanto la CGT sigue sin llamar al paro.
Los docentes en varias provincias demostraron este lunes que hay que movilizarse para enfrentar el ajuste.