Crecen los casos de coronavirus en Neuquén con un sistema de salud al borde del colapso

La curva de contagios de coronavirus vuelve a crecer en la provincia y la ocupación de camas de las Unidades de Terapia Intensiva ya llega al 96 por ciento. El gobernador Omar Gutiérrez y la ministra de Salud, Andrea Peve, al igual que el Gobierno nacional, responsabilizan a la población por el cuidado para evitar la propagación del virus sin tocar los intereses de los empresarios y sin tomar medidas de fondo para enfrentar un nuevo colapso sanitario.

Fuente Diario Río Negro

Actualmente, hay una ocupación del 96% con 91 personas internadas en el área de cuidados intensivos. Hay 12 personas internadas en terapia intermedia, 185 permanecen en sala general y 4.504 pacientes son asistidos en sus casas.

Esta segunda ola de contagios, que se esperaba para marzo, ya comenzó y se concentra en las localidades turísticas de la cordillera neuquina y en menor medida en la región metropolitana.

En algunas entrevistas, el director del hospital Castro Rendón, Adrian Lammel, volvió a insistir en la responsabilidad individual y enfatizó que aunque arrancó la campaña de vacunación, ésta aún no llegó a gran parte de la población.

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Por su parte, el gobernador Gutierrez, luego de la reunión virtual con el presidente Alberto Fernández, aseguró que "no habrá restricciones al turismo y a la economía".
Dando, más allá de las necesidades epidemiológicas para frenar los contagios, un claro mensaje a las cámaras empresarias del turismo, que presionaron para abrir la actividad.

¿Cómo llegamos a este nuevo rebrote de casos?

Existen múltiples causales de este crecimiento de casos, no sólo la responsabilidad individual como pretende hacernos creer el gobierno. Durante estos largos meses de pandemia, los gobiernos no tomaron ninguna de las medidas de fondo necesarias para garantizar que el sistema de salud estuviera en condiciones de afrontar la crisis y su posterior rebrote. Tampoco se desplegaron políticas públicas para la población vulnerable. Únicamente se tomaron medidas que sin afectar los intereses de los sectores empresariales que aún en plena crisis sanitaria continuaron abultando sus ganancias, se centraron en el control y persecución a la población.

Cientos de trabajadores y trabajadoras debieron sostener sus fuentes laborales, por tratarse de empleos informales y en muchos lugares de trabajo no se implementa ningún tipo de protocolo de seguridad e higiene que eviten o palien las posibilidades de propagación del virus.

En la provincia de Vaca Muerta hay un déficit habitacional de más de 70 mil viviendas ¿Cómo pueden quedarse en casa esas cientos de familias que no tienen un techo en el que vivir, sin acceso al agua potable ni a condiciones mínimas de salubridad?

Las y los trabajadores de la salud, quienes venimos sosteniendo la atención a la comunidad desde hace diez meses, no encontramos respuestas a nuestros reclamos de cuidado al personal de salud y de un plan de medidas de emergencia que posibiliten la calidad de atención.

Llegamos a este rebrote con trabajadores exhaustos, precarizados en su tarea, sin actualización salarial y bajo modalidades de contratación basura; sosteniendo los hospitales y centros de salud sin los recursos necesarios, sin haber podido gozar de días de licencia para descansar. Hoy el rumor de que las licencias ordinarias serían suspendidas cobra fuerza y poder gozar de este derecho se vuelve una necesidad urgente. Que se incorpore el personal para garantizar la atención.

En este contexto, lamentablemente ATE Salud se encargó de reproducir el discurso oficial deslindando la responsabilidad del Estado, intentando desmovilizar y dividir a las y los trabajadores que progresivamente iban construyendo una respuesta a los ataques que recibieron durante estos diez meses.

Por eso, trabajadoras y trabajadores de distintos hospitales y centros de salud de la provincia junto a Favea nos organizamos en el Comité de Seguridad e Higiene. En forma independiente, tomamos en nuestras manos la denuncia de las condiciones de trabajo advirtiendo el colapso del sistema de salud y reclamando al Gobierno que tome medidas a la altura de la crisis sanitaria que atravesamos.

Insistimos en medidas urgentes y de fondo

Nuevamente ante el inminente colapso del sistema sanitario, debemos organizarnos para exigir medidas para garantizar el cuidado de los trabajadores de salud y que este salto en la crisis del sistema de salud no lo vuelvan a pagar los sectores vulnerables, nuestros pacientes.

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Exigimos el aumento ya del presupuesto para salud para fortalecer los equipos, reacondicionar la infraestructura disponible, el pase a planta permanente de los y las trabajadoras eventuales y tercerizadas.

La incorporación del personal necesario para que no se suspendan las licencias para quienes hoy se encuentran sin descanso en la primera línea.

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Es necesario realizar campañas masivas de rastreo de personas infectadas,
aislamiento de estas y de sus contactos estrechos, y avanzar activamente sobre las siguientes cadenas de contactos. Se trata de una medida complementaria al aislamiento social y otras medidas de cuidado, pero esencial en tanto es la vía para conocer la situación epidemiológica y de conducir el aislamiento racionalmente.

La pandemia puso en evidencia que los empresarios de la salud ganaron a expensas de la enfermedad de la población. Ante ello, seguimos reclamando la centralización del sistema de salud y la declaración de utilidad pública de todos los laboratorios.
Para que la salud sea un derecho universal y no un negocio con el que lucran unos pocos.

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Junto con esto es fundamental que se organicen en cada lugar de trabajo comités de seguridad e higiene para garantizar la salud de los trabajadores y trabajadoras y los protocolos adecuados. Además, es necesario exigir a las conducciones sindicales que peleen por la prohibición de despidos y suspensiones, así como también por un salario de cuarentena para quienes no tienen ingresos.