En su carta de renuncia el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público cuestiona decisiones de política pública. Era uno de los funcionarios preferidos por los mercados internacionales.
Martes 9 de julio de 2019
En la mañana de este martes 9 de julio, Carlos Urzúa presentó su renuncia, según algunos medios, presionado por el plan de austeridad desplegado por el gobierno de López Obrador.
A su vez, publicó en redes sociales una dura misiva donde expresa sus cuestionamientos: el gobierno tomó “decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.
Y lanzó un fuerte cuestionamiento contra la actual administración, que llegó al poder con la bandera del combate a la corrupción: “me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés.” Una alusión velada a Alfonso Romo, empresario y jefe de la Oficina de Presidencia.
Esta renuncia se da justo al día siguiente de que la Coparmex hiciera público un cuestionamiento por dejar de lado, en nombre de la austeridad, la agenda internacional de México, en referencia a la ausencia del presidente en reuniones como la reciente cumbre del G-20 o de la Alianza del Pacífico.
Quince minutos luego del anuncio de su dimisión, el peso mexicano perdió 2% frente al dólar y también cayó la Bolsa Mexicana de Valores.
Era un hombre de confianza para el gran capital, pues al asumir como secretario había afirmado que “la gestión de López Obrador será ’responsable’ e incluso conservadora en términos de la político macroeconómica, fiscal y monetaria”, como explicamos acá.
Se trata de la tercera renuncia del gabinete, desde que López Obrador asumió la presidencia el 1 de diciembre de 2018. El primero fue el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez, quien resaltó también irregularidades en la administración de recursos por parte del gobierno, y después la secretaria de Medio Ambiente, Josefa González Blanco.
El sucesor
Tras la renuncia de Urzúa, el gobierno de López Obrador nombró a Arturo Herrera Gutiérrez, quien era hasta ahora subsecretario de la dependencia, como nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público.
Vía Facebook, el presidente López Obrador ratificó los cambios: “Acepté la renuncia de Carlos Urzúa, secretario de Hacienda y para sustituirlo he nombrado al subsecretario Arturo Herrera Gutiérrez, quien es un profesional en Economía, con virtudes de humanismo y honestidad. Es de toda mi confianza”.
Herrera Gutiérrez fue Gerente de Práctica para el Banco Mundial (BM), estuvo a cargo de la Gobernanza Práctica Global, Servicio Público y Desempeño para América Latina y el Caribe. También ocupó el cargo de director general de Gestión Financiera en el Gobierno de la Ciudad de México y más tarde fue secretario de Finanzas capitalino, cuando López Obrador gobernó la Ciudad de México.
Pronóstico reservado
La contracción del 0.2% de la economía en el primer trimestre fue un mal dato. Romo trató de minizarlo, refiriéndose al hecho como una “cachetadita”. Sin embargo, si en los meses próximos se mantiene el retroceso, México entraría en recesión económica, que se da al tener al menos dos trimestres consecutivos de contracción.
Esto en el marco de que los organismos internacionales y nacionales han ajustado a la baja la perspectiva de crecimiento del país. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la redujo del 2 % al 1.6 % para 2019. El Banco de México pronostica que el PIB crezca entre 0.8% y 1.6%.
López Obrador y algunos de sus funcionarios, como Romo, siguen con la negación. Afirman que el crecimiento será del 4% de la economía en su sexenio. Pero los recortes presupuestarios, que afectan prácticamente a todas las dependencias de gobierno, y los cientos de miles de despidos en la administración pública, sumados a la inestabilidad que generan los ataques recurrentes de Trump, en carrera hacia su reelección en las presidenciales estadounidenses de 2020, marcan la tendencia contraria.
