TITIRIGATE. Crisis en Ahora Madrid por la actitud del Ayuntamiento ante la detención de los titiriteros

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, conversa con Begoña Gómez, esposa del líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante la ceremonia de la 30 edición de los Premios Goya. Foto: EFE/Ballesteros

Primero fueron las declaraciones de Carolina Bescansa, dirigente y diputada de Podemos, justificando la acción del Ayuntamiento y apoyando la represión contra titiriteros, que generaron una ola de críticas desde distintos sectores de la izquierda y el activismo social.

Pero fue la actitud de la propia alcaldesa ante los hechos la que finalmente ha precipitado una crisis y en las propias filas de Ahora Madrid. Manuela Carmena ha admitido, día y medio después de decretarse la detención de los titiriteros, su “sorpresa” y la ha tildado de “rigor excesivo” y “poco comprensible socialmente”, pero se ha cuidado mucho de dar alguna mínima muestra de solidaridad, centrando su preocupación política en la “programación” del espectáculo del Carnaval.

Desde el Ayuntamiento y Ahora Madrid insisten en que el error fue el “fallo de programación”, pero siguen justificando su denuncia contra los titiriteros y defienden que el Ayuntamiento como tal no haya tomado posición sobre la situación judicial de los artistas escudándose en el reaccionario precepto liberal de la independencia de los poderes ejecutivo y judicial, como reafirma la concejala de Cultura, Celia Mayer, en una entrevista concedida a Eldiario.es

Ante esto, Ganemos Madrid, el colectivo inicial del que surge Ahora Madrid –tras un pacto con Podemos-, denuncia en un comunicado publicado este martes la “escasa valentía” de la alcaldía y parte del Ayuntamiento en el caso de los titiriteros y afirma que “una parte del Ayuntamiento está contribuyendo” a las maniobras “de la oligarquía político-empresarial” que se resisten “a ceder el poder en los ayuntamientos del cambio”.

En el texto, Ganemos sostiene que el Ayuntamiento "se pliega a las demandas de la propaganda mediática, explicando lo ocurrido como sendos errores, por el tipo de público al que se dirigía el espectáculo y por dar cabida a una representación ’de características inadmisibles y deleznables’, en palabras de la propia alcaldesa".

"Es difícil entender la actuación del Ayuntamiento de Ahora Madrid”, prosigue el texto. “Contribuir a la judicialización del episodio de los títeres, culpabilizar a los actores, criticar su espectáculo y cesar a cargos de la organización del carnaval, supone una actitud poco valiente y de aceptación de la ideología de los que han provocado la situación de deterioro económico, social y de recorte de libertades de nuestro país".

Como dice Clara Mallo en un artículo publicado en Izquierda Diario, “defender, como hace Manuela Carmena, una libertad de expresión con fuertes ‘límites’ y ‘consecuencias’ a las que hay que temer, resulta una paradoja en sí misma. Unos límites que impone la derecha más conservadora, y que desde Ahora Madrid no están dispuestos a superar. Parece que lo único que ‘podemos’ tener es una libertad de expresión complaciente, que no cuestione a los poderes establecidos ni a las bases del Régimen en el que vivimos.” Es decir, fomentar el respeto por el orden establecido y, de ser necesario, echar mano de la represión estatal para hacerlo.

La manifestación de centenares de personas frente a las puertas del Ayuntamiento de Madrid, ha sido una muestra rotunda de solidaridad. Pero también un llamado de atención a Ahora Madrid diciendole, como escribe Shangay Lili en su blog de Público, si “¿queréis estar en el sistema? No será con nuestra connivencia.”