Durante las últimas semanas, la crisis en Venezuela ha golpeado fuerte en territorio nacional. Y es que, la situación en Venezuela impacta regionalmente en América Latina y Chile no está fuera de ese radio.
Martes 27 de agosto
Boric afirmó hace pocos días una declaración con otros 10 países de la región, donde no reconocen el gobierno de Nicolás Maduro, mientras en los medios tildó al gobierno Venezolano de Dictadura. A la par de esto el Partido Comunista se declara a favor de Maduro, donde Lautaro Carmona además emplaza a Cancillería a dar explicaciones por firma de Chile en declaratoria conjunta que rechaza proclamación de Maduro.
Camila Vallejo, salió a ponerle paños fríos a la situación declarando que: “Para el Presidente, este tema, es una de las diferencias con las cuales hemos convivido hace rato y probablemente sigamos conviviendo”. Pese a esto, continúa la crisis al interior del oficialismo, las tensiones entre el Partido Comunista y el resto de la coalición.
Esta tensión se produce, a raíz de que el gobierno con Boric a la delantera ha tomado una posición casi indistinguible del imperialismo norteamericano con Biden a la cabeza, pero ha decidido no decir nada de la crisis social en Venezuela producto del propio bloqueo norteamericano y las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela. Esta posición alineada con la política norteamericana, fortalece a los intereses imperialistas en la región a la par de que las derechas locales y regionales, festinan en contra del "socialismo" que expresaría Maduro.
Todo lo anterior le genera una crisis al Partido Comunista porque históricamente ha estado subordinado al gobierno venezolano de Maduro, se expresa esta tensión en una coalición de gobierno que incumplió sus principales propuestas de programa por las que fue electo como la condonación universal del CAE para todas y todos los estudiantes endeudados, el aborto legal que pese a ser una “promesa” en la pasada cuenta pública, aún no existe nada concreto y que decir, con la aprobación del TPP-11, rechazado por amplios sectores y organizaciones ambientalistas a nivel nacional. Pese a lo anterior, el Partido Comunista se ha mantenido “firme” con el gobierno de Boric, adoptando a su vez de conjunto el programa de la derecha en el ámbito securitario, aprobando leyes represivas, manteniendo la militarización en el Wallmapu y el norte del país frente a la crisis migratoria.
Por su parte la derecha local, solo ha buscado profundizar la brecha entre el oficialismo con fines electorales e ideológicos. Buscan desestabilizar al gobierno de Boric, llamando a ministras del Partido Comunista a "definirse" a la par de llenar de fake news los diversos medios de comunicación en torno a la supuesta Venezuela Socialista.
No hay ninguna alternativa progresiva o favorable al pueblo trabajador venezolano, ni Maduro ni María Corina Machado.
Un gobierno asentado con la represión, ese es el de Maduro, quien luego de mas movilizaciones que surgieron en los barrios populares el 29 de Julio, contra el proceso fraudulento a nivel electoral, fueron crudamente reprimidos, cerca del 95% de quienes fueron detenidos son jóvenes provenientes de sectores populares. De la mano de este autoritarismo y represión a su haber seguirá sosteniendo los grandes negocios con transnacionales imperialistas, dispuesto a seguir negociando la deuda e incluso de volver con el FMI para obtener financiamiento internacional, realizando uno de los planes capitalistas más terribles contra los trabajadores, con inflaciones estratosfericas como ya se ha visto en el pasado, que ha impulsado grandes olas migratorias de venezolanos y venezonalas en busca de una mejor calidad de vida para ellos y sus familias.
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Al acecho de toda esta situación además, se encuentra la derecha proimperialista dirigida esta vez por María Corina Machado, abiertamente trumpista, admiradora de los planes ajustadores y neoliberales de Milei y de la derecha internacional, con su plan arrasador de privatizar todo tal como ha expresado públicamente y que mantendrá y profundizará lo implementado por Maduro, una política imperialista que reclama intervención externa, sanciones y hasta la intervención militar, en esta otras acasiones anteriores.
En la actualidad se ha redoblado el carácter represivo autoritario del gobierno de Maduro, de asfixia de las libertades democráticas para la población, de un régimen que oprime toda posibilidad de protesta social, de reclamo, es necesario enfrentarlo con absoluta y total independencia. No hay que perderse, porque esto también se hace, enfrentando a la derecha proimperialista, de María Corina Machado y Edmundo Gonzales, que se encuentra a la espera de dar su salida reaccionaria.
Es necesario luchar por un polo independiente de ambos sectores en pugna, buscando que impacte en algún sector de la clase trabajadora y del activismo político la perspectiva de que sí hay una salida desde los trabajadores. Repudiar y enfrentar al gobierno de Maduro y a la derecha proimperialista en este momento, es plantarse en defensa de los intereses de los trabajadores y de las grandes mayorías populares.
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Elizabeth Fernández
Profesora