Según datos oficiales en marzo se perdieron 105.000 empleos registrados. La UCA estima que unas 900.000 personas perdieron su trabajo durante la cuarentena. Ante el mayor deterioro de las condiciones de vida del pueblo trabajador se necesitan medidas urgentes.
Viernes 5 de junio de 2020 21:31
El Ministerio de Trabajo publicó que en marzo se destruyeron 105.000 empleos registrados con respecto a febrero. La mayor caída se registró en el sector privado (-47.864) y en monotributistas (-44.403).
Del total de trabajadores registrados privados, en el mismo período, hubo un mayor deterioro en la construcción (-17.773), Servicios comunitarios, sociales y personales (-5.486), industria manufacturera (-4.634), y Hoteles y restaurantes (-4.555).
Desde septiembre de 2019 se observa una baja del empleo registrado, y en marzo la disminución fue mayor. El aislamiento obligatorio comenzó el 20 de marzo, es decir que es probable que los datos de abril sean peor.
En marzo hubo una merma de 209.211 empleos con respecto al mismo mes del 2019. La mayor baja fue de los asalariados privados (-195.672), autónomos (-20.698) y monotributistas (-20.291).
El Ministerio de Trabajo detalla que en todas las provincias, se observa una retracción del empleo asalariado registrado en la comparación interanual. Las mayores bajas se verifican en Tierra del Fuego (-6,7 %), San Juan (- 6,1 %); San Luis (-4,7 %), Santiago del Estero (-4,6 %), CABA (-3,8 %), Córdoba (-3,7 %) y Mendoza (-3,4 %). Además, el informe aclara que teniendo en cuenta su peso en el empleo total, las provincias que incidieron fuertemente en la reducción general del empleo fueron: Buenos Aires (-3,1 %) y Santa Fe (-2,9 %).
En tanto, en la comparación mensual (marzo sin estacionalidad), se registraron caídas en Catamarca (-1,9 %), Mendoza (-1,7 %), San Juan (-1,2 %), Tierra del Fuego (- 1,2 %), San Luis (-1,1 %), Santiago del Estero (-1,1 %) y Córdoba (-1,0 %), CABA (-0,7 %), Provincia de Buenos Aires (-0,6 %) y Santa Fe (-0,4 %). Sólo tres provincias presentaron una leve mejora: Misiones (+2,0 %), La Rioja (+0,9 %) y Río Negro (+0,1 %).
La UCA advierte una caída superior de los puestos de trabajo
Casi 900.000 personas perdieron su empleo desde el comienzo de la cuarentena, según el observatorio de la Deuda Social de la UCA en base a una encuesta a 500 hogares que presentará la semana próxima.
Las estimaciones de la UCA revelan que entre fines de marzo y mayo perdieron su empleo unas 120.000 personas entre autónomos y pequeños empleadores, 150.000 a 190.000 empleos formales, 180.000 empleo no registrado, 160.000 cuentapropistas no profesionales informales y 250.000 personas dedicadas a trabajos eventuales, de supervivencia y changas.
Agustín Salvia del Observatorio de la Deuda Social de la UCA sostuvo al sitio Infobae que “son datos que estamos empezando a procesar, que nos muestran una reducción que nos va a dar cerca de un 10 % de ocupados, de los cuales el 70 % son de la economía informal que fue la más afectada”.
Un plan antiobrero
El Gobierno dispuso la prohibición de despidos y suspensiones, pero las empresas no dejaron de despedir. La norma permitió la excepción que las patronales podrían suspender en acuerdo con los sindicatos y por motivos económicos.
Además, Alberto Fernández avaló un acuerdo entre la CGT y la Unión Industrial Argentina que habilita la suspensión de personal sin tareas recortando un 25 % de los salarios. El pasado jueves el Gobierno extendió por otros 60 días el acuerdo.
Los dirigentes sindicales y el Gobierno justifican el acuerdo con el argumento de proteger el empleo, pero los despidos siguen y garantizan salarios más bajos para las patronales.
Según un relevamiento del Observatorio de Despidos durante la Pandemia desde el inicio de la cuarentena hasta el día 30 de mayo se registraron casi 3,9 millones de trabajadores afectados por despidos, suspensiones y ataques al salario.
Otro golpe a los trabajadores es la ausencia de las paritarias, el poder adquisitivo se desplomó en los últimos año y Fernández profundizará ese saqueo.
Los empresarios buscarán descargar la crisis una vez más sobre los trabajadores. Es necesario un programa anticapitalista para enfrentar el saqueo en curso con medidas ante la emergencia como el Impuesto extraordinario a las grandes fortunas, bancos y terratenientes, y otras de fondo para evitar la decadencia nacional.
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