En días recientes, las autoridades de la UAM presentaron una serie de consideraciones de cómo disminuir gastos de la universidad, pero sin tocar los privilegios de la casta dorada, lo que puede provocar un ataque contra los derechos de trabajadores, académicos y estudiantes.
Miércoles 12 de abril de 2023
Según información que proporcionó el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), la rectoría general presentó información sobre la “delicada” situación financiera de dicho centro de educación superior, que en resumen, considera que por “cargas” laborales (refiriéndose a salarios, jubilaciones, finiquitos, etc.) volverán inviable a la escuela para los próximos años.
Parte de la argumentación se sustentó en que los gastos de la UAM han incrementado a lo largo de los años, mientras que el financiamiento público prácticamente se ha estancado, lo que provoca un desequilibrio en relación a las finanzas.
Ataque a los derechos de estudiantes, trabajadores y académicos
Antes esta situación, las autoridades buscan descargar las consecuencias en las espaldas de la comunidad, pues si bien no lo dijeron explícitamente, pretenden tomar al menos tres medidas violatoria de derechos.
La primera que proponen es disminuir prestaciones, específicamente el Estímulo a la Docencia y la Investigación. El EDI tiene como objetivo compensar la pérdida del poder adquisitivo de los profesores, por lo que su recorte sería un duro golpe a los ingresos de los académicos que ya de por sí a veces no llegan a fin de mes.
La segunda propuesta de parte de la rectoría es la no creación de plazas académicas, es decir, mientras el número de estudiante aumenta (cifras que las autoridades presentan como un triunfo) se mantendrá el mismo número de docentes, pero con más carga de trabajo (que de por sí ya es enorme), lo que precarizará más el trabajo de los definitivos y de los temporales.
La tercera afecta directamente a la comunidad estudiantil, pues el planteamiento de los responsables de la UAM es generar más recursos propios, pero en una universidad pública ¿cómo se pueden generar esos recursos? La repuesta es muy simple, cobrando por los servicios que ofrece la universidad, como pueden ser los diplomados, las titulaciones, incrementando las cuotas, etc. De lo anterior, ejemplos sobran, pues solamente miremos a la UNAM, en donde la mayoría de los trámites tiene un costo, lo que va elitizando de a poco la educación, porque son cada vez menos alumnos los que pueden pagar para estudiar.
Se puede argumentar que son incrementos mínimos, pero lo que se quiere callar es en primer lugar, que el gobierno de la 4T a pesar de su discurso “social” está ahorcando y abandonando el presupuesto a la educación superior, pues el recurso destinado a este rubro cada año prácticamente no aumenta. También queda evidenciado que la casta dorada no está dispuesta a abandonar sus privilegios, pues los altos burócratas no hablan de disminuir sus exorbitantes salarios (por ejemplo, el rector gana ¡más de 3 millones de pesos al año!).
La solución a esta cuestión pasa necesariamente en que el sindicato, junto al movimiento estudiantil convoquen a asambleas donde se discuta cómo lograr un aumento al presupuesto, por ejemplo, exigiendo que deje de pagarse la deuda externa, se cobren impuestos progresivos a las grades fortunas o se deje de destinar el presupuesto a la militarización del país. Asimismo, debatir como, desaparecer los privilegios de la casta dorada y que toda la comunidad universitaria decida democráticamente cómo distribuir los fondos existentes.
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