Ayer fueron 24 horas de verdadera agonía de lo que alguna vez fue la “gran” Concertación de Partidos por la Democracia, como era su nombre original, y que dentro de los chillidos de la catástrofe, hubo quienes, como el PC y el FA, le tendieron una mano a uno de los principales partidos de esta coalición moribunda, al partido que nada mas y nada menos tuvo en su manos 15 años de gobierno de los últimos 30, el Partido Socialista

Ricardo Rebolledo La Izquierda Diario
Jueves 20 de mayo de 2021
De las elecciones del domingo es probable que la vieja Concertación nunca se recupere, aunque habrá que esperar el desarrollo de los días para ver como siguen llevando la agonía, de la que fuera alguna vez la llamada coalición mas importante de la historia de Chile, que se jactaba y se prendaba de haber acabado con la dictadura, solo para empezar “democráticamente” administrando y profundizando el modelo que le dejaron en sus manos, y desde el día uno que asume Aylwin en La Moneda.
Pero en medio del descalabro que vimos ayer en vivo y en directo casi por 24 horas, se les asomo una luz, al menos para un sector de la vieja Concertación ayer miércoles. Es que mientras la Democracia Cristiana vivió una verdadera guerra civil a la interna, con su presidente renunciando y su candidata oficial a las presidenciables bajándose junto a la figura que se esperase la reemplazare (Rincón y Provoste), el Partido Socialista, el otro núcleo central junto a la DC dentro de la Concertación, recibía la ayuda de los que el domingo se reclamaban ganadores del día, el Partido Comunista y el Frente Amplio.
Pero al parecer ni esa oportunidad se puede dar el lujo de aprovechar un partido que esta en la decadencia total, y que acabo con más delirios de los que comenzaron en la mañana con la DC, o casi, con Elizalde (presidente del PS) implorando por Salvador Allende y el Partido Radical haciendo como si nada pasara. Si la situación en la mañana parecía una especie de tragedia, en la noche ya se había transformado en una verdadera comedia, con el telón de fondo de las oficinas del Servel en Santiago, donde tenían hasta ayer a las 00:00 hrs todos los partidos para inscribir sus primarias legales.
Pero no deja de ser importante este salvavidas que le lanza el PC-FA al Partido Socialista, un partido que literalmente se transformo para administrar el neoliberalismo durante los años 90, que luego de los primeros gobiernos de Aylwin y Frei de la DC, estuvieron a la cabeza del ejecutivo, primero con Lagos y luego con los dos gobiernos de Bachelet.
Estamos hablando de un partido bisagra de estos últimos 30 años, un partido neoliberal de tomo y lomo, recreado para administrar la herencia de la dictadura, pero que incluso así y con este historial busca ser salvado por esta coalición PC-FA, estamos hablando del PS que no solo fue protagonista de los últimos 30 años, en todos los gobiernos en los puestos centrales, y en tres directamente en la presidencia de la república, sino con inversiones en SQM, la empresa del yerno de Pinochet que le fue literalmente robada al Estado, del Lagos que es galardonado por las empresas españolas, el PS que tiene una de sus principales figuras alcaldicias (ahora ex PS) ligada al narcotráfico, y ya que recordamos los pináculos del PS, el apoyo del ex-canciller Insulza a la extradición de Pinochet a Chile, cuando fue detenido en Londres, solo para sumar elementos llamativos de lo que de conjunto era la administración y profundización de lo que les dictaron los Chicago Boys.
Irónicamente Elizalde se agitaba solo cuando este pacto PC-FA no dejaba entrar al PPD y a los ex Frente Amplio de Nuevo Trato, que se retiraron unas semanas antes de la coalición, y decía “Nos sentimos engañados y defraudados, no se humilla al partido de Salvador Allende”, al parecer pensó que le había ido lo suficientemente bien para que lo dejaran entrar con quien quisiese, en una coalición que hoy se jacta de si misma, pero que no debemos olvidar su rol nefasto durante estos años post rebelión, firmando el "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" que le termino salvando el gobierno a Piñera.
Pero a pesar de todo esto, sigue siendo increíble a esta altura que se siga apostando o manteniendo alguna confianza con el PS, un partido podrido hasta la medula de los 30 años, un partido que alguien podría pensar que por su tradición o al menos por su nombre no hubiera terminado siendo tan buen administrador de los últimos 30 años en Chile, tan así que a la última presidenta de la republica de este sector, la PS Michelle Bachelet, continuamente rota en los cargos “supranacionales” del imperialismo yanqui, no podría haber otro mejor ejemplo de que es el PS hoy, aunque los ejemplos podrían ser infinitos.
Estas esperanzas en el Partido Socialista neoliberal son infundadas, solo posibles en quienes siguen confiando en los partidos tradicionales, y que mantienen una estrategia de acuerdos con quienes administraron estos últimos 30 años.