La expresidenta ofreció una charla con un mensaje dirigido a los sindicatos para llevarlos detrás de un proyecto de conciliación con los empresarios. Un pasaje de su discurso fue interpretado como un indicio de que no será candidata.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Viernes 5 de mayo de 2017
La expresidenta Cristina Kirchner brindó este jueves una charla en la sede del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), en la cual ofreció un mensaje dirigido especialmente a los sindicatos.
"Le vengo a pedir a los trabajadores, dirigentes sindicales, cuadros intermedios y secretarios generales de las seccionales de la CGT, desde el más encumbrado hasta el último delegado de fábrica, que por favor trabajen por la unidad del movimiento obrero", sostuvo la exmandataria, en momentos en los cuales la CGT se encuentra atravesada por fuertes tensiones internas.
A pocos meses de las elecciones legislativas, la interpelación de Cristina Kirchner vinculó el objetivo de la unidad del movimiento obrero a “la construcción de un espacio político que no puede agotarse únicamente en el peronismo. Tenemos que aprender la lección de lo que significó que, por primera vez en la historia, gente que solamente había accedido al gobierno como acompañantes o patrocinadores de la dictadura, llegaran por la vía democrática", por lo cual llamó a "suspender las diferencias mínimas" para "encarar la tarea principal" de la unidad de un polo nacional, popular y democrático.
La ex presidenta justificó la necesidad de esta tarea en el hecho de que los actuales gobernantes “modificaron la relación de fuerzas de la sociedad” y en que "van a ir por los sindicatos, va a ser lo último, porque, necesariamente, tienen que bajar el precio del salario, y después de las elecciones, van a ir por el sistema jubilatorio".
Se trata del mismo tipo de razonamiento que había esbozado Cristina Kirchner el día anterior, cuando, a raíz del fallo de la Corte Suprema que habilitó el “2x1” para casos de crímenes de lesa humanidad, había indicado desde las redes sociales que “cuando el campo popular se debilita, se fortalece el contrario y se empieza a perder lo que se había ganado”.
Lo que siempre omite la expresidenta es el análisis de las verdaderas causas de los cambios en la relación de fuerzas o del debilitamiento del “campo popular”. No lo podría decir, ya que la “construcción amplia” que ella propone incluye a los senadores que le votan las leyes de ajuste y entrega a Macri, a los burócratas sindicales que dejan pasar los ataques, y a los gobernadores peronistas que aplican planes similares a los de Cambiemos en sus provincias. Ellos son los cómplices del avance de la derecha, y a quienes Cristina Kirchner incluye en un proyecto de construcción unitario.
Para los trabajadores, que durante el mes de marzo no mostraron ningún debilitamiento sino una gran voluntad de lucha, de lo que se trata es de construir una alternativa política independiente de los capitalistas junto al Frente de Izquierda, y de expulsar a la burocracia sindical para transformar a los gremios en verdaderas herramientas de lucha. Solo así se puede enfrentar a los ajustadores de todos los signos políticos.
Vamos a volver…a un capitalismo en serio
Durante todos sus años de Gobierno el kirchnerismo enarboló la bandera de un “capitalismo en serio”, contra el neoliberalismo y los especuladores financieros. Ayer, contra el macrismo, sostuvo que “capitalistas somos nosotros cuando decimos que hay que consumir. ¿Qué clase de capitalismo es el que no deja consumir y deja a la gente sin plata para llegar a fin de mes?”, en referencia al deterioro del salario y los cientos de miles de despidos que hubo bajo el Gobierno de Cambiemos.
En el mismo sentido, reivindicó que bajo sus gobierno los “trabajadores estaban bien y les compraban a los empresarios”. "Para mí lo importante es que vuelvan ustedes, los jóvenes, los trabajadores, los empresarios, los comerciantes, los que creen en el país, los estudiantes, los científicos", y dio indicios de que no será candidata cuando dijo que "hay que ayudar a reconstruir la Argentina, y no lo hago desde mi persona, me excluyo, y nadie grite ni nada, me excluyo. Es necesario ayudar a pensar a la gente sin que la confundan".
Pero si algo hay que tener en cuenta de los dichos de Cristina Kirchner es lo referido a que “la unidad del campo nacional, popular y democrático no es para volver al pasado sino para volver más fuertes a un mundo diferente, cada vez más complejo”.
Esto quiere decir que si después del ciclo kirchnerista, que incluyó varios años de crecimiento de la economía a “tasas chinas” tras la devaluación de Duhalde que atacó el salario y por el viento a favor de la economía internacional, quedó un país con un 30 % de pobreza, un tercio de los trabajadores no registrados (“en negro”), más de la mitad de los asalariados bajo distintas modalidades de precarización laboral, y fuertes déficits en salud, vivienda o educación, peor aún será el panorama en ese mundo “más complejo” que actualmente se presenta adverso para la economía argentina.
Contra esa perspectiva, el Frente de Izquierda levanta un programa anticapitalista, el único realista para acabar con los padecimientos del pueblo trabajador y reorganizar a la sociedad no en función de las ganancias capitalistas, sino de las necesidades de las amplias mayorías.

Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.