Impacto en el escenario político. Cristina Kirchner anunció que no será candidata a nada en 2023

En lo que constituye un fuerte sacudón en el escenario político nacional, este martes por la tarde Cristina Kirchner anunció que no será candidata a ningún cargo en las elecciones de 2023. Lo hizo tras un largo discurso, en el que criticó duramente a la casta judicial y volvió a denunciar los lazos de connivencia entre el Poder Judicial, el macrismo y los grandes medios de comunicación.

La decisión abre múltiples interrogantes sobre el futuro político nacional, tanto para el oficialismo del Frente de Todos como para la oposición patronal, agrupada esencialmente en Juntos por el Cambio. Más allá del debilitamiento electoral que se evidenció en 2021, Cristina Kirchner sigue siendo la figura más importante dentro del peronismo, cuestión que se evidenció hace pocas semanas en el acto que tuvo lugar en La Plata. Cómo influirá su decisión de no ser candidata es algo que obligará a reordenar internamente al oficialismo.

Los próximos meses también dirán si se trata de una decisión definitiva. O si, por el contrario, es parte de una política destinada a generar lo que suele llamarse un "operativo clamor"; es decir, un pedido masivo y extendido para que acepte nuevamente ser candidata.

Esta decisión tiene como trasfondo la crisis económica y social que afecta a millones como consecuencia de las política de ajuste que implementa el mismo Frente de Todos. La misma vicepresidenta actuaba en el marco de esa tensión. En sus recientes apariciones públicas se veía obligada a hablar del pasado de sus propios gobiernos al tiempo que guardaba silencio o hacía un apoyo -más o menos abierto- a las políticas implementadas por Sergio Massa, ministro de Economía designado por ella y Alberto Fernández.

Al mismo tiempo, al anunciar que no será candidata, Cristina Kirchner obliga a la oposición patronal a recalcular sus propios movimientos hacia 2023. Cruzada por múltiples internas, la coalición Juntos por el Cambio apelaba de manera constante a la polarización con la actual vicepresidenta. De confirmarse su salida de escena, esto seguramente será materia de cambios.

Por último, la decisión de CFK también implica tensiones hacia el interior del propio Frente de Todos. No solo en lo que hace a los armados electorales sino, también, en relación al largo año de gobierno que aún queda por delante. Año en el que, con seguridad, continuará el ajuste impulsado por el actual Gobierno en interés del FMI.

Lo que sobran son los interrogantes. El futuro los irá despejando.

El anuncio

La vicepresidenta habló luego de que se conociera la sentencia en la llamada Causa Vialidad, que se sigue por el manejo de las obras públicas en la provincia de Santa Cruz, en el período de los gobiernos kirchneristas (2003-2015). La causa, claramente manipulada y direccionada, había terminado con una condena de 6 años para Cristina Kirchner, así como con el pedido de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Este pedido muestra, a las claras, la intención de la casta judicial de decidir quién puede ser candidato y quién no.

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En su defensa tras el fallo, la vicepresidenta volvió a denunciar -como ya lo había hecho durante el juicio- las múltiples irregularidades del mismo. Una vez más dejó en evidencia la cercanía entre parte de los jueces y fiscales con el expresidente Mauricio Macri. En ese marco, reiteró que ella, en su carácter de presidenta, no intervenía en la legislación acerca del Presupuesto -que establece el esquema de reparto de obras- ni tenía injerencia en el manejo directo del mismo, cuestión que le corresponde por ley al jefe de Gabinete.

Como era esperable, volvió a denunciar la connivencia entre jueces, funcionarios macristas y empresarios de medios en base a la información que surge de la filtración ilegal de un grupo de chat conocida este fin de semana. Afirmó "esta es una condena que tiene su origen en un sistema que yo -casi ingenuamente diría- aquel 2 de diciembre de 2019 hablé de lawfare, últimamente rescaté el concepto de partido judicial. Esto es mucho más simple, no es lawfare, ni partido judicial, esto es un Estado paralelo y mafia judicial”.

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Ya en el final de su larga intervención -que duró alrededor de una hora- Cristina Kirchner afirmó que "la condena real es la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Esta es la verdad de la milanesa". En ese marco, señaló "no voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vez vicepresidenta a que la maltraten en período electoral con una candidata condenada, con inhabilitación perpetua, con administración fraudulenta por el Estado. No voy a ser candidata a nada."