La ex presidenta fue invitada por Beatriz Rojkés. Días previos, el gobernador Manzur dijo que la senadora electa “había cumplido un ciclo”.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Lunes 20 de noviembre de 2017 00:08
Este lunes Cristina Fernández de Kirchner encabezará un acto en Tucumán, que será el primero que realice por fuera de la provincia de Buenos Aires tras el fin de su presidencia. El vuelo comercial que trasladaba a la ex mandataria llegó al aeropuerto Benjamín Matienzo alrededor de las 19.40 y desde allí se trasladó al hotel Sheraton. Frente al Parque 9 de Julio, unas decenas de militantes aguardaban su llegada.
Invitada por Beatriz Rojkés de Alperovich, la ex presidenta dará cierre al “Encuentro de Mujeres Peronistas del Norte Grande”, que se realizará por la tarde en el complejo polideportivo que el gremio Suterh tiene en El Cadillal. Aunque su agenda comenzó en la noche del domingo con una cena de recibimiento en la casa del senador José Alperovich.
Durante la mañana del lunes está previsto que Cristina Kirchner mantenga en el hotel encuentros con productores y científicos, además de recibir la visita de dirigentes locales. Por ahora no se confirmaron encuentros oficiales con Osvaldo Jaldo, quien está a cargo de la gobernación debido a un viaje de Juan Manzur a Estados Unidos.
El discurso de cierre de la ex presidenta en el evento organizado por Rojkés está previsto para las 18.
Una visita que patea el tablero peronista local
La visita de Cristina Kirchner no se realiza en un buen momento para el peronismo tucumano. No porque se trate de un peronismo que está curándose las heridas de una derrota electoral, sino más bien que el triunfo por 140.000 votos sobre Cambiemos -aunque hubo empate en el reparto de bancas- abrió la discusión de quién es el padre de la victoria entre la conducción tripartita de Manzur, Jaldo y Alperovich.
La invitación extendida por Rojkés, negociada en secreto, dejó en un offside a los sectores locales que se despegan de los años kirchneristas. El propio Manzur había abjurado el lunes ante Morales Solá al reafirmar que Cristina había cumplido un ciclo. Aunque el movimiento de la ex senadora también contradice a su esposo. Ya en el Senado, Alperovich dijo que nunca fue kirchnerista. ¿Se lo habrá recordado la ex mandataria durante la cena?
Confirmada la visita, Manzur no se desdijo y elegantemente dijo que la ex presidenta pertenecía a otro partido político, ya que en las últimas elecciones creó Unidad Ciudadana y descartó competir en el PJ. ¿Pero cómo ahora es posible que sea invitada por la presidenta del PJ tucumano? No hay que dejar de mencionar que en 2018 se renueva la mesa de conducción y que el manzurjaldismo, si es que eso existe, postularía a Fernando Juri, otrora adversario de Alperovich.
Además de la discusión por los liderazgos, la visita de Cristina Kirchner sacude también el avispero de los acuerdos políticos por la “gobernabilidad”. Manzur podría haber cerrado la semana reivindicando su rol como interlocutor de los gobernadores peronistas en el “pacto fiscal” de ajuste que se selló con el macrismo. ¿El recibimiento de Alperovich-Rojkés volverá a tensar las relaciones con el macrismo?
La incógnita también va para Alperovich. Como senador, el ex gobernador apoyó con su voto cada una de las medidas del macrismo. Es algo que Cristina Kirchner prefiere no recordar por oportunismo y se devela la incógnita: ¿Alperovich seguirá en el bloque de Miguel Pichetto o será parte del bloque que armará Cristina cuando asuma? De una manera desordenada, Rojkés apura definiciones.
Los movimientos durante de la visita de Cristina Kirchner servirán para un recuento globular de fuerzas de los sectores que pugnan por la conducción del peronismo tucumano. Según quien se haga presente en El Cadillal podrán calcularse las adhesiones a uno u otro sector.
En tanto, se espera que Cristina Kirchner de un discurso opositor a las reformas propuestas por el macrismo. Pero la ex presidenta lo hará rodeada de gremialistas que claudicaron y del peronismo que vino siendo un sostén para el macrismo en estos dos años y se apresta a votar en el Congreso este ataque al pueblo trabajador.
