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Red Internacional
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Sanidad. Críticas a la conducción de Daer: “Acá el paro es solo un estado de WhatsApp de los delegados”

Antes del inicio del paro nacional, la conducción de Fatsa cerró un aumento miserable en el sector de hospitales de comunidad. En esos sectores no hay paro, en otros se mantiene la medida pero mal organizada, sin llamar a asambleas o discutir en la base. Es necesario organizar una pelea seria de todas y todos los trabajadores de la Salud.

Jueves 22 de febrero de 2024 09:53

Foto: Infogremiales

Foto: Infogremiales

Nuevamente el sector empresarial se niega a un aumento para los trabajadores de Sanidad, luego de juntar cuantiosas ganancias gracias a la libertad de aumentar sus cuotas y de recibir millones en subsidios por parte del Estado. Hasta el mes pasado los sanatorios más grandes del país recibieron el FESCAS (Programa Nacional de Fortalecimiento de los Equipos de Salud para la Calidad y la Seguridad).

La dirección del gremio, presionada por las bases se vio obligada a llamar a un paro nacional. Paro que fue anunciado por Hector Daer, secretario general de Fatsa y la CGT por medio de sus redes sociales. La misma CGT a la que van dirigidos los cantos de las asambleas populares, exigiendo la continuidad del plan de lucha y un paro general activo.

El día miércoles, el sector de hospitales de la comunidad CCT 103/75 cerró un mísero acuerdo salarial que ronda el 31% Mientras el sindicato habla de “un gran logro”, los trabajadores lo ven insuficiente.

Nuevamente se divide a los trabajadores, levantando la medida de paro convocada para el día jueves en los hospitales de comunidad, que justamente en su mayoría fueron los que recibieron subsidios del Estado. El paro, mientras tanto, se mantiene en otros lugares porque no se cerró el acuerdo salarial.

La bronca se hizo sentir contra la conducción. Aquí algunos testimonios:

“M” trabajadora de la Fundación Hospitalaria de CABA: “Acá el paro es solo un estado en el WhatsApp de los "delegados". Cero, cero convocatoria, yo personalmente pregunté si podía adherir y me dijeron que me corre como una falta y descuento del día!!. A mí entender, sin dudas sacan este paro, de un día para otro, si nada de trabajo en los sectores. Igual en mi laburo en particular, no hacen recorridas para nada”.

“A” trabajadora del St. Dupuytren de CABA: “Hay que movilizar para pedir un salario que nos alcance, es un desastre. Yo por ejemplo me tengo que mudar porque los alquileres aumentaron, ahora las actualizaciones son cada seis meses y no sabemos cuánto vamos a cobrar, si va a haber aumento o no, si van a haber paritarias o no. La conducción del gremio no informa cuánto está exigiendo de aumento y negocia a espalda de los trabajadores”.

“A” Trabajadora del St. Britanico de CABA: “Desde la conducción del sindicato buscan todo el tiempo dividirnos, en sanidad hay 8 convenios distintos, y quieren que no luchemos pero por abajo hay mucha bronca. En hospitales de colectividad firmaron un acuerdo a última hora sin consultarle a nadie y levantaron el paro sin informarnos a qué acuerdo se llegó. Es necesario un nuevo modelo gremial donde decidamos en asambleas desde abajo y la dirección no trance con empresarios y gobiernos”.

“M” trabajadora de la Clínica Pueyrredón de Mar del Plata: “Si ves las redes de ATSA es toda gente quejándose de la nula aparición del sindicato hace casi 3 meses que hacen la plancha. En mi clínica los delegados están borrados, fingiendo demencia o son libertarios. Se podrán imaginar el ambiente que hay”.

Los trabajadores de la salud sabemos muy bien lo que es el desgaste, el pluriempleo para llegar a fin de mes. Cada vez cuesta más, los sueldos no alcanzan y con aumentos desmedidos de transporte, alimentos, los servicios de luz, gas, alquileres ya no se puede vivir con un solo trabajo o sin matarse a horas extras.

Mientras tanto los dueños de las clínicas y sanatorios, cuentan sus fortunas de a millones y obtienen inmensos ingresos por parte del Estado. Ahora con la desregulación de las obras sociales, aceptando el negocio de las prepagas, los laboratorios y la industria farmacéutica, que siguen amasando fortunas mientras los trabajadores y jubilados no llegan a comprar su medicación.

Hay que organizarse para superar a estas conducciones que dividen a los trabajadores y trabajadoras, al tiempo que garantizan condiciones de precariedad laboral y salarios de miseria. Es necesario seguir construyendo una tradición combativa y antiburocráticas.

En eso venimos avanzando. Mientras el gobierno de Milei festejó el ajuste y la represión a los que luchan, muchos trabajadores de Sanidad fuimos parte de la Posta de salud y cuidado en las movilizaciones contra la Ley Ómnibus, poniendo sus conocimientos al servicio de la lucha del pueblo contra el ajuste. Hay que seguir avanzando en ese camino.

El sindicato de Sanidad no garantizó el paro en todos lados. Nuestra pelea es por asambleas en los lugares de trabajo, por un paro activo con miles en las calles, en unidad con las familias y las asambleas barriales para conquistar un salario que parta de la canasta básica familiar, la interna de ATE INDEC estimó que una familia compuesta por dos adultos y dos hijos/as en edad escolar, necesitó en enero $931.323 para satisfacer sus necesidades mínimas (31/1/24)

Queremos salarios acordes a la canasta familiar y también la insalubridad que contemple la reducción de la jornada laboral a 6 horas para que no dejemos la vida en los hospitales y a la vez que haya nuevos compañeros con posibilidad de trabajar.

Hay que exigir a las centrales sindicales el paro activo nacional para que pongan a disposición todo lo necesario para llevar adelante un plan de lucha contra el gobierno de Milei.