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Red Internacional
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Alto Valle. Crónicas de un feminismo socialista itinerante

En los últimos meses, Pan y Rosas se propuso poner en debate desafíos y estrategias del movimiento de mujeres y de la diversidad sexual para enfrentar los ataques de la derecha. Con un ciclo itinerante de charlas y talleres por el Alto Valle, estos encuentros en facultades, terciarios y junto a estudiantes secundarias se realizaron en Fiske Menuco y Cipolletti (Río Negro) y Neuquén capital.

Jueves 5 de septiembre

En las últimas semanas, con el escándalo de Alberto Fernández, quedó demostrado que, mientras la derecha hace un uso hipócrita de la violencia de género que dice permanentemente desconocer, el peronismo no para de sembrar el desánimo y la resignación. Pero a pesar de eso, se levantan las voces de jóvenes en busca de herramientas para combatir en serio a la derecha libertaria, porque no están dispuestas a bajar la cabeza. La curiosidad corre la voz, y allí aparece el feminismo socialista. Este ciclo itinerante, es parte de una ofensiva para poner en debate las ideas Pan y Rosas, de un feminismo que recupera lo más avanzado de la experiencia y las elaboraciones de las socialistas en la historia y en el mundo, actualizadas al calor de las tareas y los desafíos de la actualidad.

“No se puede confiar en la justicia”

El primer encuentro lo realizamos en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional del Comahue (UNCO). Hacía apenas unas semanas del lesbicidio de Barracas, en la Ciudad de Buenos Aires, y la conmoción inundaba el aula 2 del edificio central. Uke, compañero trans de Pan y Rosas y consejero directivo de la facultad fue quien abrió el encuentro. Durante dos horas la exposición iba manteniendo el silencio y la atención de las presentes y en el momento del debate varias se animaron a tomar la palabra. La presencia de estudiantes de abogacía nos ayudó a profundizar las consecuencias de la criminalización y el punitivismo, el problema de delegar todo en la justicia que es patriarcal y de clase que termina interviniendo cuando ocurren los hechos de violencia más brutales. Allí están poniendo en pie Pan y Rosas este año y esta charla fue parte de la formación ideológica que vienen haciendo a partir de la fundación de la agrupación.

Hablar de feminismo en la Escuela de Bellas Artes

En el SUM de la Escuela de Bellas Artes conviven muestras artísticas de las y los estudiantes, con la mesa del refrigerio y unos paneles móviles que hacen las veces de paredes. Detrás de uno de ellos las estudiantes de Pan y Rosas tenían todo dispuesto para comenzar el taller. Como no podía ser de otra manera, la decoración se imponía: frases y preguntas que hacían referencia al contenido del encuentro colgaban de unos hilos violetas por los pasillos. En unos segundos, se armó la ronda. El taller transcurría con decenas de libros dispuestos sobre la mesa y algunos de ellos, de la colección mujer de Ediciones IPS, circulaban entre las presentes. Este es el primer taller que hacíamos desde Pan y Rosas en la Escuela luego de la pandemia y la recepción fue muy buena. Algunas de las presentes habían viajado por primera vez al Encuentro Plurinacional de Mujeres en Bariloche con nosotras y aprovecharon esta ocasión para seguir conociendo las ideas y tener nuevas herramientas para organizarse.

Patriarcado y Capital, alianza criminal

En la ciudad de Neuquén raras veces nieva en invierno. El pasado 20/8, en el marco del paro docente por su recomposición salarial, a la ola polar se sumaban los copos de una nieve finita que después se convirtió en lluvia. En el aula 17 de la Facultad de Humanidades y Trabajo Social, sin embargo, más de veinte estudiantes esperaban el comienzo del taller. En una mesa del costado, porciones de bizcochuelo, budines y tortas fritas, hechas por las compañeras de la agrupación, estaban listas para compartir. Sobre la pared, se proyectaba un pasaje de la historia de Pan y Rosas que presentó Eli, militante de la agrupación y vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Trabajo Social. Mientras tanto, cada asistente tenía que responder en un papel con qué ideas asociaba la frase “Patriarcado y capital, alianza criminal”. Llegado el momento, la mayoría se animó a leer. “No podemos terminar con el patriarcado sin terminar con el capitalismo”. “Se retroalimentan para garantizar la desigualdad”, “porque los dos son sistemas de opresión.

Se nota que en la universidad es extendida la asociación de esta verdadera alianza criminal y entonces el debate de estrategias es muy enriquecedor. En la charla surge la pregunta “¿por qué el socialismo podría garantizar el fin de todas las opresiones?”. Con el intercambio, va quedando claro que la resignación y desmoralización que propone el peronismo no es una opción. “Me voy con mucha información para seguir conociendo estas, estuvo muy buena” se despide una de las compañeras, mientras Eli reparte a todas un señalador hecho a mano con la frase de Louis Michel “cuidado con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se sublevan contra el viejo mundo. Ese día nacerá el nuevo mundo”.

“Nosotras queremos responder las boludeces que dicen los de Milei”

En las escuelas también se habla de feminismo. Se habla a pesar de la ofensiva reaccionaria de los jóvenes que defienden a Milei, por lo que cuentan las pibas muchas veces incluso sin entender bien lo que dicen o sin poder argumentar. Pero los debates que se abren en las cursadas muestran la avidez de las pibas por hacerse de herramientas para responder. Se empiezan a rebelar contra los planteos homofóbicos, racistas, negacionistas y misóginos, y en eso aparecen las propuestas de Pan y Rosas de talleres y de producción gráfica para hacer campañas en los colegios. Así surgió el primer Taller introductorio de Feminismo Socialista para secundarias, que se realizó en la Casa Marx de Neuquén, donde además de aprender, se abrió un debate entre mates, sobre los sentidos comunes que persisten en sus casas. Una de ella nos contaba que por ser la hermana mayor tenia que seguir cocinando para su hermano, o que muchas veces son las responsables de ordenar la casa porque sus mamás trabajan muchas horas; también cómo enfrentan la discriminación por las formas de vestirse o por decir lo que piensan en las aulas. Nada de todo eso las detiene y por el contrario, el resultado de estos encuentros hizo brillar su imaginación y creatividad con un apartado de su fanzine, que hacen circular por sus escuelas.

“¿Podemos usar estas herramientas para que las cosas cambien desde ahora?”

En la entrada del aula A de la Facultad de Ciencias había un despliegue de carteles la tarde del 3 de septiembre. Es que la lucha de las maestras de Neuquén continúa y había que preparar una buena gráfica para hacer una foto al final del taller. La proyección estaba lista y Maive, estudiante de Educación, saludó a las presentes. En una facultad con mayoría de estudiantes mujeres, son pocas las cátedras con perspectiva de género. Me quedé pensando la importancia de estos espacios que generan el encuentro entre mujeres con ganas de estudiar y conocer su historia. Así que al terminar varias se empezaban a organizar para reencontrarse a leer, seguir pensando estos problemas y organizarse. Una compañera planteaba la duda de cómo usar todo este conocimiento para militar día a día, para que las cosas cambien desde ahora. En el diálogo surgió la experiencia de poner en pie comisiones de mujeres en los lugares de trabajo, de recuperar la comisión de mujeres del centro de estudiantes de la facultad que dejó de existir hace tiempo, de sumarse a las luchas en curso. Pero también la necesidad la fuerza de la huelga docente en Neuquén todas nos unimos en una foto y un aplauso para mandar el apoyo a su lucha.