Aparentemente los funcionarios del nuevo gobierno que se resistían o de plano se negaban a hacer su declaración patrimonial fueron convencidos por AMLO de ceder a su política de dizque "austeridad" ¿qué sería de ellos si les impusiéramos el salario de una maestra?
Martes 5 de febrero de 2019
“El que nada debe nada teme” es un viejo proverbio utilizado ocasionalmente para referirse a la honradez de una persona, por eso el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo ha utilizado en múltiples ocasiones para referirse a las distintas acciones de su gobierno, en las cuales trata de destacar el combate a la corrupción y la implementación de la "austeridad republicana". Es por ello que impuso una fecha límite (este 31 de enero) a los funcionarios públicos de su gobierno para hacer su declaración patrimonial y así transparentar sus ingresos además de indicar posibles conflictos de interés. .
En su conferencia de las mañanas en Palacio Nacional declaró que: “El que no presente su declaración de bienes no puede trabajar en el gobierno” junto con ello agregó: “Sí, además, no sólo presentarla formalmente, sino hacerlo público. “El que no lo haga público, no puede trabajar en el gobierno”, ya que se presume que en este gobierno todo funcionario debe dar a conocer sus posibles conflictos de interés.
Ante estas medidas varios de los funcionarios de alto rango se mostraron reticentes a transparentar sus recursos, entre los que finalmente aceptaron están: Julio Scherer Ibarra, quien es el Consejero Jurídico de la Presidencia; el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma. Lázaro Cárdenas Batel, quien es el jefe de asesores; Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia, y su secretario particular, además de César Yáñez Centeno.
Al parecer muchos de los altos funcionarios del nuevo gobierno no están muy dispuestos a cumplir con la austeridad republicana que proponían en su campaña electoral, lo cual resulta una contradicción con las promesas de cambio que Morena puso sobre la mesa durante los comicios electorales. En palabras del propio AMLO “El que nada debe nada teme”, entonces ¿A qué le temen estos funcionarios? ¿Por qué se niegan a hacer sus declaraciones patrimoniales o a hacerlas públicas?
El cobijo de AMLO a los cuestionamientos
Todo esto contrasta con las promesas anteriormente hechas, tan sólo hay que aludir a Olga Sánchez Cordero, quien ajustó su salario, con ello trata de ocultar que tiene una pensión de 208 mil por concepto de jubilación de la Suprema Corte, dinero venido del Estado. Lo cual pone en duda una declaración que el presidente recién hizo sobre el “voto de pobreza franciscana”. En ese sentido otra de las respuestas de la presidencia fue que los funcionarios que ganan más que el titular del Ejecutivo ya están devolviendo el dinero, lo cual se vuelve dudoso si se considera que hay funcionarios indispuestos a declarar su aparente y ostentoso patrimonio.
Habría plantear ¿qué es lo que realmente significa la austeridad republicana para el gobierno de Morena? y con ella surgen las siguientes críticas:
1.- A pesar de los recortes los sueldos siguen siendo muy onerosos y muy por encima de lo que gana un trabajador promedio, producto de su extracto e intereses de clase estos funcionarios pertenecen a la tradicional casta política del viejo régimen, los que se supone que los ciudadanos echaron del poder con su voto.
2.-Todos ellos están acostumbrados a una vida excelsa y llena de lujos, con fortunas que han acumulado durante años gracias a sus carreras políticas, donde han hecho negocios y se han enriquecido con los estratosféricos salarios que se autoasignaron en sus cargos anteriores. Es decir son parte del mismo parasitismo de la “clase” política que dicen combatir ¿no?
3.-Por esas razones no pueden cumplir realmente con lo que se supone que es la austeridad republicana y tienen que hacer malabares para que no se les note lo fifís, obligando a AMLO a maniobrar en sus conferencias mañaneras como lo hizo en una de ellas exhibiendo a su vocero, quien declaró que su salario se encuentra fijado en la Ley de Remuneraciones del 2018 y que en el 2019 se actualizará para ser “más austero”.
4.-Esta casta política nombrada por AMLO no puede vivir con un sueldo realmente austero, ya que eso sólo puede venir de manos de quienes hayan sido elegidos por el pueblo trabajador, gente de su misma condición tanto en el campo como en la ciudad, que además de disminuir su salario pregone una austeridad real impuesta por la decisión de las grandes mayorías en el Congreso, donde todo funcionario público gane lo mismo que una maestra o un trabajador promedio y nada más.
5.-Esta calidad de representantes no vendrá de la mano de López Obrador quien está más preocupado por tener colaboradores que lo dejen bien parado frente a los capitalistas, a cambio de dejarles tener una vida palaciega y llena de lujos. Por eso debemos seguirnos organizando de forma independiente para enfrentar este intento de maquillar la imagen de corrupción del viejo régimen priista y sus socios del PAN y el PRD entre otros, con la ilusión de la “austeridad republicana”. Funcionarios que ganen lo mismo que una maestra estarán más dispuestos a servir y educar en el beneficio colectivo de una nueva sociedad, que sólo puede surgir de un gobierno obrero y campesino que eche al basurero de la historia a miles de funcionarios cómplices de los patrones, las trasnacionales, los huachicoleros y demás lacras del crimen organizado.