Cuando se habla de divisas en México, se piensa en la industria petrolera, el turismo o las remesas. Sin embargo, hay una industria que está desplazando a las tres anteriores y es la que hoy genera más divisas.
Jueves 29 de septiembre de 2016
El panorama mexicano ha cambiado bastante, el México campesino y con poco peso industrial viene cambiando de un tiempo para acá. Desde el boom en la industria maquiladora en el norte del país hasta el más reciente boom, de la mano de las reformas estructurales, de la industria automotriz. México pasa por una industrialización cuya máxima expresión se encuentra en los clusters ubicados en los estados del norte y el bajío.
México se coloca como el séptimo productor de automóviles, solo detrás de Estados Unidos, China, India, Japón, Alemania y Corea. El cuarto exportador mundial de vehículos y el quinto de autopartes. Exceptuando China e India, los otros cuatro países industrializados han extendido su planta productiva a nuestro país, es decir, somos un importante taller de las automotrices trasnacionales.
Ese es el costo a pagar por la entrada de dichas divisas que sirven para mantener liquidez en el proceso de producción y distribución pero que en su gran mayoría retornarán como ganancia a los países sede de dichas trasnacionales.
En el primer semestre de este año, la entrada de divisas de la suma del petróleo, remesas y turismo fue superada en 10 mil millones de dólares por la industria automotriz.
El ingreso por divisas a través de la industria automotriz fue el equivalente a 3.2 veces los ingresos por remesas, 4.1 veces los ingresos por turismo y 5.1 veces las exportaciones por productos petroleros. Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de enero a junio de este año, las divisas que llegaron por el sector automotriz fueron de 41,670 millones de dólares.
La industria automotriz genera el 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB) y es responsable del 18% del PIB en manufactura.
Según la AMIA, si se pudiera garantizar una inversión de 1,000 millones de dólares, la producción anual de automóviles aumentará de los 3.5 millones que hoy se producen a 5 millones hacia 2020.
El gigante y sus contradicciones
La industria automotriz crece a pasos agigantados, pero con contradicciones. Lo que hace atractiva la inversión en México son los bajos salarios, sin embargo, lo que parece ser la gran atracción para las transnacionales es, a la vez, el motivo que alienta la rotación de personal. La búsqueda de los salarios menos bajos en la maquila, a lo que se le une la poca mano de obra calificada empujan hacia un porcentaje no menor de vacantes en el sector.
El gobierno ha puesto manos a la obra y en los estados con inversión automotriz como Aguascalientes o Puebla comienzan programas para generar mano de obra calificada.
Al final, el menor problema que seguramente enfrentará la patronal será la rotación de personal, pues. desde hace un par de años, se han suscitado decenas de conflictos obreros por sindicalización y contratación colectiva, democracia sindical y mejores salarios. Desde Ciudad Juárez, Chihuahua con el conflicto en la autopartista Johnson Controls, pasando por El Salto, Jalisco en la planta de Honda, hasta el repudio de los trabajadores de Volkswagen Puebla al “punto de equilibrio”.
A contracorriente de las grandes ganancias del capital trasnacional, uno de los sectores industriales que va tomando fuerza, está generando una robusta clase obrera, que hoy comienza a dar sus primeras luchas. El sector automotriz comienza a adquirir una importancia estratégica.