Leopoldo López fue sentenciado a casi 14 años este jueves por la noche. La oposición en pleno salió a rechazar la sentencia, y las voces internacionales de la derecha no se hicieron esperar, desde el derechismo continental, pasando por políticos de la derecha europea, con Rajoy a la cabeza, y hasta el Secretario de Estado, John Kerry, salieron a reclamar y condenar la sentencia a Leopoldo López. Por su parte toda la plana mayor del chavismo salieron a festejar, y hasta algunos se quejaron de los pocos años que le dieron al político más representativo del sector “duro” de la derecha venezolana.
Sábado 12 de septiembre de 2015
¿Quién es Leopoldo López?
A 13 años, 9 meses y 7 días, es el tiempo exacto de la condena al dirigente de la oposición derechista Leopoldo López, cuando la jueza 28 de Juicio de Caracas, lo declarara culpable de los cuatro delitos por los cuales lo acusó el Ministerio Público por su participación en los disturbios ocurridos en la capital el 12 de febrero de 2014, luego de la marcha que la oposición derechista organizara ese día.
Se trataba de un fallo previsible, tanto para la oposición como para el chavismo, no había sorpresas. Así, por ejemplo, las declaraciones que desde el mismo momento en que se inició el proceso hicieron altos funcionarios del Gobierno hacían prever este desenlace. Incluso, en horas de la mañana, la decisión de la exjefe del Distrito Capital y candidata del Partido Socialista Unido de Venezuela, Jacqueline Farias, convocó una concentración para esperar el fallo de la jueza. Lo mismo hacía la oposición derechista, que también se concentró desde tempranas horas.
¿A qué se debe que Leopoldo López logró unificar a todo un gran arco de la derecha, no solo local, sino internacional?, ¿cuál es la razón que en el chavismo la sentencia tuvo el mayor festejo? La razón es que la sentencia a López es la expresión de la lucha política que se libra entre lo concentrado del chavismo y la derecha local, y va más allá de cualquier cuestión de “justicia”, expresando en su contenido una resolución política.
Leopoldo López es parte de la más rancia derecha del país, procedente de familias de la clase alta venezolana, un político con vínculo de lo más podrido de la derecha mundial, como el que representa por ejemplo, Álvaro Uribe de Colombia. Junto con María Corina Machado y Antonio Ledesma, es parte del ala dura que ha venido impulsando la salida forzada de Maduro, y en tiempos pasados ha realizado acciones peores comparadas por las que hoy se le condena.
¿Por qué ahora?
La dirigencia del chavismo ha salido a declarar que no está su mano atrás de todo esto, que la justicia es independiente en el país, no lo es, pero como no lo es en ningún país, incluso cualquiera que se pueda considerar el más democrático del mundo. La justicia responde a una cuestión de clase, como parte del aparato estatal burgués, y hasta a veces, allí dirimen los distintos factores de poder político, cuando lo consideran necesario. Por ejemplo, bastaría un cambio de gobierno de la oposición para que Leopoldo López estuviera libre, y si es como prevén ellos, que le podrían montar un referédum revocatorio a Maduro, y de ganar, Leopoldo no cumpliría ni un año detenido. Incluso Leopoldo López hasta podría salir producto de algún pacto político. Sin embargo, hay decenas de trabajadores presos, y cientos de enjuiciados, que una vez condenados culpables no tienen el más mínimo chance de ser liberados, pues se trata de una justicia que los condena por rebelarse y disciplinarlos como clase, a no ser por la movilización obrera y popular.
Leopoldo López ha podido ser sentenciado en otros momentos y por cuestiones peores, como ha sido en los casos del golpe de estado del 2002 que dejó incluso como saldo integrantes de sectores populares asesinados y heridos en los enfrentamientos que se generaron, y otros acontecimientos políticos con accionares similares. Pero jamás se le condenó, al contrario, el propio Chávez lo amnistió, por la conveniencia política del momento, en diciembre 2007, luego de perder el referendum de la reforma constitucional. En este caso, sin embargo, se le condena porque, según las interpretaciones de los magistrados, sus llamados a las marchas, su política de La Salida, terminara desencadenando hechos de violencia en los que hubo daños a propiedad y fallecidos.
No se descarta incluso, como se dice, que el objetivo es sacar a Leopoldo López del ruedo político, siendo el político derechista mejor posicionado en las encuestas en una eventual elección presidencial, una derecha que se prepara para capitalizar al crisis del chavismo. Incluso, hasta hay analistas que se aventuran en decir, que esta decisión hasta el conviene a otras fracciones de la derecha, hoy dividida, que le permite posicionar a otros candidatos, viendo la posibilidad real de esta vez poder ganarle unas elecciones al chavismo. En esto está en parte el juego político que podría estar también en estas decisiones.
Se condena a un político infame pero…
La justicia condena hoy a un político infame de la derecha, pero abre el precedente que por discursos, o accionar político de manifestaciones de calle, se puede condenar a la cárcel a cualquiera, y que mañana aplicarán, tanto el chavismo como la derecha, contra las movilizaciones obreras y populares y sus dirigentes. Avalar estas medidas implica por tanto, llamar a fortalecer a esta justicia estatal, que mañana reforzada, se aplicará con dureza contra dirigentes obreros, campesinos y populares, tal como ha sido siempre, y lo continuará siendo. Es por eso que no se pueden avalar hoy interpretaciones de este tipo de decisiones, con claro contenido político, donde se decide qué declaración o no incita a acciones violentas callejeras.
Toda la derecha internacional que ha salido a respaldar a Leopoldo López, pues se trata de una cuestión de clase, de lo granado de la derecha mundial. Pero son sectores que jamás se pronunciaron por ejemplo, del asesinato del cacique yukpa Sabino Romero, ni por los trabajadores y campesinos presos, por organizar un sindicato en una empresa estatal, o por luchar por un convenio colectivo, o por el simple hecho de repartir un panfleto frente a una empresa estatal, como fue el caso de José Bodas, que llegó a ser detenido por volantear frente a PDVSA. Fue esta misma justicia que metió preso a Sabino Romero primero, para terminar en el saldo trágico de su asesinato, ¿su delito en ese entonces? Defender a su pueblo con sus movilizaciones. Es una derecha que en sus propios países actúa también con saña contra el movimiento obrero y popular.
Por eso hay que ser claros, todas las leyes más duras que el chavismo ha votado y que criminaliza la protesta, jamás serán retiradas por la derecha en caso de llegar al gobierno, al contrario, las sabrá utilizar, y como mucho perfeccionarlas. Así como el propio chavismo no eliminó las viejas leyes represivas heredadas. Por eso, lo peligroso para la clase trabajadora, es que, si este tipo de decisiones se asientan, mañana se aplicarán más durísimo contra el pueblo trabajador, donde cualquier juez podrá decidir una condena por organizar una marcha de protesta de trabajadores y que pueda terminar en incidentes, como en verdad ya acontece.