Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de padecer una enfermedad, como el cáncer de seno.
Jueves 17 de noviembre de 2022
Presentar uno o más factores de riesgo, no significa que necesariamente se padecerá la enfermedad, pero tomar en cuenta estos factores y conocer esta información es importante para todas las mujeres. Sin embargo, las mujeres más pobres y precarizadas difícilmente tienen acceso a esta información.
La Sociedad Americana contra el Cáncer y otras instituciones de salud recomiendan tomar en cuenta los siguientes factores de riesgos para el cáncer de seno.
Consumo de bebidas alcohólicas
El consumo de bebidas con alcohol está claramente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de seno. El riesgo aumenta con la cantidad de alcohol consumido. El consumo de alcohol está también asociado con un mayor riesgo de otros tipos de cáncer.
Sobrepeso u obesidad
El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de seno. Antes de la menopausia los ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo produce solamente una pequeña parte de la cantidad total. Un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede elevar los niveles de estrógeno y aumentar la probabilidad de padecer cáncer de seno.
Inactividad física
No realizar actividad física incrementa las posibilidades de padecer esta y otras enfermedades. Llevar un estilo de vida donde el ejercicio sea un hábito reducirá los riegos de padecer cáncer de seno.
Mujeres que no han tenido hijos
Las mujeres que no han tenido hijos o aquellas que tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen en general un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Los embarazos múltiples y quedar embarazada a una edad temprana reducen el riesgo del cáncer de seno.
No dar de lactar a sus bebés
La mayoría de los estudios sugieren que la lactancia podría disminuir ligeramente el riesgo de cáncer de seno, especialmente si se prolonga por 1 año o más.
Control de la natalidad
Algunos métodos de control de la natalidad utilizan hormonas, lo que podría aumentar el riesgo de cáncer de seno.
El uso de píldoras anticonceptivas: la mayoría de los estudios han descubierto que las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de seno que aquellas mujeres que nunca los han usado; una vez que se suspenden las pastillas este riesgo parece regresar a la normalidad en un plazo de 10 años.
Inyección anticonceptiva: la Depo-Provera es una forma inyectable de progesterona que se administra una vez cada 3 meses para la regulación de la natalidad. Algunos estudios han revelado que las mujeres que actualmente usan inyecciones para la regulación de la natalidad parecen tener un aumento en el riesgo de cáncer de seno, pero otros estudios no han encontrado un mayor riesgo.
Terapia hormonal combinada (HT): el uso de terapia hormonal combinada después de la menopausia aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo se observa generalmente después de alrededor de cuatro años de uso. La terapia hormonal combinada también aumenta la probabilidad de que el cáncer sea detectado en una etapa más avanzada.
Pero no sólo es importante conocer estos factores de riesgo, sino que el principal problema es que muchas mujeres trabajadoras y pobres no cuentan con seguridad social y acceso a atención médica, e incluso si se cuenta con ese derecho hace falta equipo, medicamentos y cuando se diagnostica la enfermedad, poder acceder a un tratamiento es difícil, tardado y costoso.
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Por ello es urgente que el Estado destine más presupuesto al sector salud y no a la militarización del país; que garantice condiciones dignas, así como la prevención, detección y tratamiento oportunos para reducir los decesos por esta enfermedad y otras.
Para conquistar esta demanda es indispensable la unión de la clase trabajadora, en alianza con el movimiento de mujeres y los sectores oprimidos, movilizándonos y luchando en las calles para exigir el derecho a la salud.