Para Ciudadanos la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2008 era subirlo mínimo hasta los 1000 euros. Hoy es “podemizar” la economía.
Carlos Muro @muro_87
Martes 16 de octubre de 2018
Foto: EFE
Lejos estamos de defender los presupuestos del Gobierno. En la letra pequeña del acuerdo presupuestario entre el PSOE-Podemos, como decíamos en otro artículo, queda claro que la política de austeridad y el legado de ajustes del anterior gobierno del PP seguirán en pie.
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Pero para los “hooligan del Ibex 35” como Albert Rivera, subir el SMI significa “podemizar” la economía. Alegando que “los que respetamos la economía y el mercado laboral sabemos que se consiguen mejorar con la competitividad y la productividad, con un acuerdo con sindicatos y patronal, mirando la productividad. Qué más da que se suba el SMI si los autónomos no contratan a más gente”.
Lo curioso es que la misma formación naranja en su programa de 2008 resaltaba que si llegaba al gobierno incrementaría “progresivamente el Salario Mínimo Interprofesional entorno al 9% anual hasta situarlo en el 55% del Salario Medio en el 2016”. Es decir, lo que equivalía a 1032,7 euros brutos al mes, 132 euros más de lo que ahora proponen PSOE y Podemos.
Ciudadanos quejándose de la subida a 900€ del SMI. Ya no se acuerdan de cuando ellos prometían subirlo a 1.000€ en su programa electoral. El mentir a todos tus votantes sensato. pic.twitter.com/el9EWvPAF7
— CeяvantesFAQs FEM (@CervantesFAQs) 16 de octubre de 2018
Ahora vemos el verdadero programa de Ciudadanos. Mientras en 2008 utilizaba como todo buen político burgués la retórica y las promesas, ahora vemos que en realidad opina: que es una “trasnochada” y “muy populista”; o, dicho en otras palabras, que la mayoría social trabajadora no tiene derecho a un incremento del SMI. Y lo mismo opina el PP y el conjunto de los empresarios, sean pequeños, medianos o grandes.
¿Eso significa que PSOE y Podemos lo están haciendo bien? No. Es un incremento muy superior a los acostumbrados es cierto, pero que queda por debajo de los 1.000 euros que el mismo Sánchez había prometido en el mes de julio (se vuelve a repetir la historia) y ni siquiera cubre el costo de la vida.
Esta subida beneficiará tan solo a poco más de medio millón de personas, entre trabajadores acogidos al Estatuto de los Trabajadores y quienes reciben prestaciones ligadas a este indicador, mientras las reformas laborales de Zapatero -que abarató el despido- y Rajoy -que otorgó el principal instrumento de devaluación salarial- seguirán en pie en lo fundamental.
No en vano la Troika viene insistiendo en reivindicar las reformas laborales del PP y el PSOE y en pedir nuevas que sigan apretando las tuercas a las y los trabajadores. El acuerdo blinda, por tanto, al menos hasta 2020, el modelo de precariedad y salarios de miseria del mercado laboral español.
La clase trabajadora del Estado español tiene el derecho a salarios que le permitan vivir. Y estos deberían estar muy por encima de los 900 euros pactados por el PSOE y Podemos. Pero conquistar este derecho no va a venir “de arriba”. Sólo es posible arrancándoselo a las patronales mediante la lucha de clases.
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Ya es hora de que las burocracias sindicales de CCOO y UGT, que entregaron la lucha por la derogación de la reforma laboral, rompan su subordinación al Gobierno y convoquen a la lucha por un salario mínimo acorde al costo de la vida y por terminar con la precariedad. Las y los pensionistas, el movimiento de mujeres, los movimientos por la vivienda y contra los desahucios, la juventud estudiantil y las luchas obreras contra la precariedad que se vienen produciendo y que es necesario rodear de solidaridad y buscar su coordinación, estarán sin duda al pie del cañón para luchar por ello.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.