Solo las ganancias le importan a la patronal de la empresa MABE (San Luis), sometiendo a sus trabajadores a una explotación a mansalva, que se profundiza cada día más.
Martes 18 de octubre de 2022 21:02
Como es habitual, cuando las patronales de las fábricas quieren aumentar aun más sus ganancias, los primeros en ser exprimidos, hostigados y ninguneados son los que verdaderamente producen, es decir, los trabajadores.
Hace tiempo que, desde la empresa MABE (también conocida como Kronen Internacional), se viene sometiendo a sus trabajadores a malos tratos, condiciones insalubres de trabajo y una constante explotación laboral. De por sí, muchos de los laburantes se encuentran trabajando bajo contratos con duración de tres a seis meses (durante años), con ritmos de producción y jornadas laborales que varían entre 8 y 10 horas diarias, sumamente extensas y estresantes.
A esta situación, debemos agregarle que hace algunos meses, por órdenes de la patronal y con el aval gremial de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM - San Luis), a los trabajadores les han retirado minutos de descanso. Antes contaban con un descanso de 10 minutos para “relajarse” o “distenderse” de la pesadez, el ruido y el agotamiento de la producción en serie que tiene dicha fabrica. Con esto, bajo las nuevas órdenes de la patronal fabril, se decidió retirarles esos 10 míseros minutos de descanso, y solamente tienen el mismo equivalente de tiempo para asistir al baño. Es decir que, ahora, los trabajadores tienen que “aprovechar” esos minutos de salida al baño, para – simultáneamente - poder “distenderse” del calvario de la explotación en serie que les aplica la fábrica.
Por otra parte, los delegados sindicales de la planta no se expresan ante ello ni toman cartas en el asunto por sus compañeros trabajadores, quienes en reiterados momentos han planteado sobre las graves situaciones que se desarrollan dentro de la fábrica, la falta o acotamiento de relevamientos en las largas tareas de trabajo, problemas en la indumentaria, las suspensiones arbitrarias, la imposibilidad de tener vacaciones, entre tantas otras formas de explotación y precarización laboral.
¿Hasta cuándo la vida de los trabajadores va a seguir valiendo menos que las ganancias del patrón? Es sabido que quien produce la riqueza y mueve el motor de este país y el mundo, es la clase trabajadora. Sin laburantes, no hay ganancia para el empresario y, mucho menos, puede funcionar una empresa o fábrica.
Por todo ello, es necesaria la unidad de los trabajadores, efectivos, contratados, ocupados y desocupados, y tomar la posta para enfrentar las condiciones de miseria y explotación a las que son sometidos diariamente, a través de un plan de lucha que logre poner contra la pared a los patrones y a sus cómplices de la burocracia sindical.