A diferencia de los candidatos de los partidos tradicionales, quienes van en las listas del PTS en el Frente de Izquierda no ocultan sus intenciones ni sus ideas. La difusión de sus propuestas esta semana se enfrentó al “interrogatorio” de los panelistas de Intratables.
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Sábado 1ro de agosto de 2015
Recientemente la Lista 1A, “Renovar y Fortalecer el Frente de Izquierda”, hizo pública su plataforma electoral que este diario reprodujo bajo la consigna "Por qué luchamos". El jueves 30 Christian Castillo, precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, presentó la plataforma provincial en una conferencia de prensa realizada en La Plata.
Los candidatos que acompañan en todo el país la fórmula Del Caño-Bregman sostienen que Scioli, Macri y Massa no difieren en cuanto a sus programas políticos. Y algo en lo que coinciden también es en que ninguno de los tres se atreve a decir a viva voz lo que van a hacer si son electos. Ninguno de los tres se anima a decir que va a gobernar para los empresarios, ajustar y reprimir a los trabajadores.
Los candidatos de la lista “Renovar y Fortalecer el Frente” han expresado en diversos espacios cuál es la perspectiva con que militan para las elecciones y todos los días del año en sus puestos de trabajo y estudio, así como en los puestos parlamentarios. "Como plantea el programa del FIT y nuestra plataforma, luchamos por derribar este sistema de explotación, por un gobierno de los trabajadores impuesto con la movilización obrera y popular", afirmó Castillo a La Izquierda Diario.
También por la TV
El jueves 30 Christian Castillo también estuvo junto a sus compañeros Nicolás Del Caño, Javier Hermosilla, Claudio Dellecarbonara y Victoria Moyano en el programa Intratables del canal América. Tanto el conductor Santiago del Moro como el periodista invitado Luis Novaresio y el resto de los panelistas, sometieron a los representantes del FIT y a los del espacio Frente Popular (que impulsa la candidatura de Víctor De Genaro) a una especie de interrogatorio sobre cuál es el país que quieren. Decimos “interrogatorio” porque las preguntas realizadas en ese programa difieren mucho de cualquier entrevista que se le suele hacer en ese programa a cuaquiera de los candidatos kirchneristas, macristas o massistas. Además remarcaron hasta el hartazgo el argumento de que la izquierda "va siempre dividida" y que "no tiene vocación de poder".
Los candidatos del FIT defendieron a ultranza sus ideas. En los minutos de exposición pudieron expresar conceptos tales como que la pelea no es por el poder en sí mismo, que no se hacen alianzas pragmáticas con quienes no hay acuerdos profundos, que este sistema capitalista no va y que la forma de cambiar el orden social es a través de la movilización obrera y popular. Que ha habido experiencias a lo largo del siglo XX que avanzaron en este sentido pero que no fueron hasta el final porque se burocratizaron. Que el PTS se prepara con esta perspectiva para forjar una fuerza que verdaderamente esté a la altura de ese desafío y esté preparada para luchar en las calles, junto a los trabajadores y los sectores oprimidos cansados de la desigualdad. Que esa perspectiva no es utópica cino que es realista, porque la riqueza existe pero se la lleva un puñado mezquino que amasa fortunas sobre la base de la explotación y el sudor de millones que padecen hambre y necesidades. Que utópico es querer reformar este capitalismo y pensar que a los explotadores se les puede poner un límite para que nos exploten un poco menos y vivamos un poco mejor.
Para Diego Brancateli, el periodista que milita con fanatismo en las filas kirchneristas, ése es "un mundo de fantasía". Pero como bien le respondió Claudio Dellecarbonara, fantasioso es el país que pretende pintarnos el kirchnerismo, donde los funcionarios del gobierno enfrentan a las corporaciones, hay cada vez más igualdad, más derechos y se está cumpliendo el sueño por el que pelearon y murieron los 30 mil desaparecidos.
La aparente estrechez de mirada de los periodistas para comprender los planteos del FIT solo les permitía hacer hincapié en lo mismo: como son pocos, ya que piensan parecido y todos juntos sacarían un 10 por ciento, ¿por qué no hacen una alianza que les permita sacar más votos?. La única panelista que planteó una idea sensata al respecto fue Agustina Kämpfer, quien sostuvo que precisamente eso era lo que tanto se había criticado a los que conformaron el espacio UNEN, una bolsa de gatos que no sirvió para nada y explotó rápidamente.
Cuestiones de poder
No conformes con las respuestas los periodistas insistentemente indagaban sobre cuál es el proyecto de la izquierda. Como si hubiese algo oculto pinchaban sobre lo mismo y sobre la cuestión del poder. “¿El Frente de Izquierda no tiene vocación de poder?” Como si les resultara imposible de comprender que si se trata del poder por el que se pelean o amigan de la noche a la mañana los candidatos de la casta política y empresarial que gobierna hace décadas, no; pero sí del poder forjado desde las bases, con democracia real, en los lugares de trabajo y estudio, para echar a la burocracia sindical y disputar la calle.
Los panelistas opinan que lo de los sindicatos y la calle no es suficiente. No les cabe en la cabeza que para sus invitados, ése es el único poder que vale y que los puestos parlamentarios y las campañas electorales están al servicio de avanzar sobre ese horizonte. Por eso, todos los candidatos del PTS en el FIT que se sentaron esa noche en el programa, han sido reprimidos por las fuerzas represivas del Estado.
Los periodistas cerraron el programa sin haberse convencido de nada diferente a lo que ya pensaban. Parece que les convencen más las ideas de otros candidatos que poco dicen sobre lo que piensan hacer y que se han rodeado de enormes fortunas con la función pública. Parece que no le encuentran el sentido a pelear por una sociedad sin desigualdades y les resulta mucho más aceptable un político que roba, una empresa que deja familias en la calle sin causa o un Estado que reprime salvajemente a trabajadores para defender a los patrones, como sucedió con los choferes combativos de la línea 60.
Lo curioso es que cada vez que en programas como Intratables se les da un espacio en serio a la izquierda revolucionaria, el interés de la audiencia se hace sentir y hasta les da un poco más de rating que en otras ocaciones en las que, por ejemplo, llevan a personajes tan poco sustanciales como Ivo Kutzarida o miembros de la casta política antipopular como Eduardo Amadeo o Graciela Camaño. Ojalá sometieran a Scioli, Macri o Massa al mismo interrogatorio con el que entrevitaron a los referentes del Frente de Izquierda. Ojalá “pincharan” hasta el hartazgo para que dijeran cuál es el país que quieren. Si no lo hacen es, obviamente, para que no quede evidencia que entre ellos lo que se dirime en las elecciones no es más que una interna de los poderosos.