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Red Internacional
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Violencia Policial. Cuarta movilización en Francia en reclamo de justicia por Adama Traoré

La cuarta marcha se da en el marco de la lucha internacional contra el racismo y la violencia policial.

Sábado 18 de julio de 2020 12:59

EFE/EPA/YOAN VALAT

George Floyd murió bajo el peso del racismo sistémico de Estados Unidos, que tiene su lugar privilegiado dentro de la policía. El video de su muerte dio la vuelta al mundo y fue la gota que derramó el vaso del hartazgo. Adama Traoré murió de una forma muy similar, asfixiado por tres miembros de la policía parisina, el 19 de julio de 2016.

La cuarta marcha exigiendo justicia por Adama Traoré se da en el marco de la lucha internacional contra el racismo y la violencia policial y la movilización masiva de los jóvenes para acabar con la impunidad de las fuerzas de represión. Su caso ya se convirtió en un símbolo de esta lucha en toda Francia.

Miles de jóvenes recorren las calles de Persan, donde vivía Adamá, en los suburbios del norte de París. Pero también participan de la movilización sectores de la clase trabajadora con la que el Comité por Adama forjó una relación en las diferentes acciones de lucha. Destacan entre ellos trabajadores del transporte de la región parisina y del ferrocarril, que fueron grandes protagonistas de la lucha contra la reforma de las jubilaciones que impulsó el presidente Macrón.

El contexto internacional de lucha contra el racismo y la violencia de los órganos represivos del estado, abierto por el asesinato de George Floyd, combina con la situación de Francia, donde la violencia policial se ha profundizado ampliamente en los últimos años, con un aumento de la lucha de clases y un fortalecimiento del autoritarismo del estado.

Esto quedó claro durante los últimos tres grandes momentos de la lucha de clases en el país: contra la reforma laboral en 2017, los Chalecos Amarillos en 2018 y contra la reforma de las pensiones en 2019. La violencia policial se multiplicó y afectó a sectores de la población que no se enfrentan a ella diariamente.

El camino que tomó gobierno durante el confinamiento por el covid-19, que pone más énfasis en la represión que en la salud, también ha producido su cuota de víctimas: 12 personas murieron como resultado de la acción policial.

Las enormes marchas del 2 y 13 de junio para exigir justicia y verdad para Adama (80.000 y 120.000 personas en París respectivamente) y las que se dieron en diferentes ciudades de Francia pusiero en agenda el debate sobre la violencia policial y el racismo estructural en el país. A pesar de los gritos desesperados de los políticos, la burguesía y los medios de comunicación, que no dejan de repetir que Francia no es Estados Unidos, para intentar tapar la realidad que viven los inmigrantes y las minorías sociales.

La familia Traoré lo experimentó en carne propia, ese es el precio de su coraje y su negativa a permanecer en silencio. La cuarta marcha significa un cuarto año en el que, además del duelo por la pérdida de un hermano, la familia se tuvo que enfrentar a todos los intentos de intimidación y represión del estado. Y también a la prensa reaccionaria que los difama públicamente, tanto a ellos como a su lucha. Basta citar el allanamiento de la casa de Assa, hermana de Adamá unas horas antes de la manifestación del 2 de junio, que fue a su vez prohibida y luego reprimida por la policía.

En los Estados Unidos, el movimiento #BlackLivesMatter golpeó a sectores estratégicos de la clase obrera estadounidense, como los estibadores de la costa oeste que bloquearon los puertos el 19 de junio contra el racismo y la violencia policial. Su [onda expansiva-http://www.izquierdadiario.es/Claves-La-onda-expansiva-del-BlackLivesMatter] cruzó el Atlántico y llegó a Europa. Hoy está planteado que en Francia la potencia de la juventud impacte sobre los trabajadores y trabajadoras y se pueda profundizar la incipiente unidad conseguida hasta ahora para luchar contra el racismo y todas las formas de opresión.