Tras 5 semanas de el paro nacional docente el Gobierno sigue con su línea de desprestigiar la movilización, ahora intentando culpar a los profesores de la falta de alimentación de los niños y niñas en los colegios.
Viernes 5 de julio de 2019
Con la misma tónica de estas últimas semanas, el Gobierno busca nuevas formas de desviar la movilización docente, que ya ha ganado gran simpatía por la ciudadanía como menciona la encuesta CADEM en donde el 69% de la población apoya el paro nacional que se desarrolla.
No solo han sido los profesores quienes se han movilizado estas semanas, también una importante lucha vienen dando las educadoras de la JUNJI, cuestionando el proyecto de “Subvención para los niveles medios de la educación parvularia”, en donde intentan que los niños y niñas de 2 y 4 años ya no estén en jardines, sino que pasen directamente al colegio. Medidas anti pedagógicas, entendiendo las distintas realidades y necesidades de los niños a temprana edad.
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¿Preocupación por los niños o buscar bajar el paro?
Existiendo cientos de formas en los cuales los niños y niñas perfectamente podrían mantener su alimentación, incluso en los establecimientos que se encuentran en movilización, el Gobierno apunta sus dardos contra el paro docente.
Mientras aprueban reformas tributarias que significan más ganancia para los super empresarios, mantienen las condiciones laborales precarias para la gran mayoría de trabajadores cuyos sueldos mínimos no alcanzan a cubrir la canasta básica familiar, además de jubilaciones de miseria donde las mujeres promedian los 152 mil pesos mensuales.
La privatización de la salud, de la educación, la explotación diaria con jornadas extenuantes de trabajo, sumada a la inestabilidad laboral, en un trimestre en donde viene creciendo el desempleo, marca todo un preámbulo para entender cuáles son las condiciones en las que se desarrollan los cientos de miles de niños y niñas en todo el país. Hijos e hijas de familias trabajadoras, que constantemente ven golpeadas sus vidas ante las reformas de un Gobierno que solo benefician a sectores empresariales.
En síntesis, dicha preocupación por los niños y niñas hoy no existe, pero quienes si vienen buscando mejorar las condiciones lamentables en las que los más pequeños realizan sus clases, son los docentes. Buscan cambiar un sistema educativo segregador, competitivo, que cada año muestra su ineficacia, y para esto vienen conquistando la confianza de otros sectores de trabajadores, y a los propios estudiantes, que junto a sus familias, empiezan a desconfiar cada día mas de este Gobierno.
Es por esto que es urgente que avanzar a la articulación de todos los sectores que hoy enfrentan las reformas y medidas de Piñera. Docentes, profesoras/es, trabajadoras/es de la educación, estudiantes de liceos y universidad, pueden ser la fuerza que le doble la mano a este gobierno mediante un plan de lucha unificado, un paro nacional activo y un pliego único de demandas.