Cucarachas: así llamó el abogado y escritor Óscar Zeta Acosta al movimiento chicano en los Estados Unidos en la década de 1960 y 1970. Este breve artículo quiere rememorar algunos hitos de este movimiento olvidado en México y Estados Unidos.
Jueves 21 de enero de 2016
En Estados Unidos es un consenso que entre la década de 1960 y 1970 un movimiento político y contracultural se expresaba en las calles de todo el país. Los hippies, la literatura Beat, de Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Neil Cassady expresaba un malestar juvenil masivo a la guerra y la sociedad de consumo y el movimiento por los derechos civiles del pueblo negro dirigido por Malcom X y Black Panthers se convertía en un dolor de cabeza para los gobiernos en turno.
Contemporáneo a este malestar en México un poderoso movimiento estudiantil en 1968 cuestionaba al régimen del PRI y, según José Revueltas, la juventud “caminaba a la revolución”. Este movimiento siguió el camino de una resistencia obrera en los setenta con el movimiento del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros del que participó Demetrio Vallejo al que le siguieron los telefonistas, los pilotos, los azucareros, telegrafistas y otros gremios. Es la época de la onda y del surgimiento de los infrarrealistas en la literatura nacional.
Las cucarachas están enojadas
En medio de los estudiantes de 1968 en México y las Panteras Negras en Estados Unidos irrumpía un movimiento en los estados de Texas, California, Nuevo México, Arizona. Eran los chicanos. Una minoría racial de explotados, marginados, obreros agrícolas, estudiantes que aunque había nacido en Estados Unidos, luego de la rapiña colonial del Tratado Guadalupe Hidalgo en el que México pierde una gran parte de su territorio del norte, era fuertemente discriminada por su color de piel, por sus tradiciones mexicanas, por su idioma y aspecto.
Óscar Zeta Fernández, un personaje mítico, llamó a este movimiento la rebelión de las cucarachas. Oscuras, indeseables, horribles, pobres, las cucarachas causan malestar, asco a la sociedad norteamericana del WASP. Pero al mismo tiempo, cuando miras a una, sabes que debajo de cada una hay o cientos o miles. Zeta el búfalo es autor de dos obras centrales de nuestra tradición literaria completamente desconocidas que reflejan la vida chicana. La autobiografía del Búfalo Prieto y la Rebelión del pueblo cucaracha. Fan de Winter Sade of Pale de Procol Harum, amigo de Hunter S. Thompson que le describió como “un infierno sobre ruedas en una pelea de bar. Cualquier combinación de un mexicano de 250 libras y el LSD-25 es una potencial amenaza terminal para cualquier cosa que pueda alcanzar -pero cuando el supuesto mexicano es en realidad un abogado chicano profundamente cabreado sin temor a ninguna cosa que ande con menos de tres patas y un suicida de facto con la convicción de que va a morir a la edad de 33”. Él se describe como un indio salvaje que corre destruyendo frenéticamente todo lo que encuentra a su paso”. Es un autor no reconocido por su condición de mexicano en Estados Unidos.
Con las rebeliones estudiantiles de los años sesenta en Estados Unidos en los Ángeles, California, el movimiento juvenil chicano que se radicalizaba: comenzó a organizarse militarmente. Los Boinas Cafés, que operaban en los Ángeles, inspirados en el FNL Argelino y en Black Panthers construyeron un movimiento armado que pretendía tomar la Isla de Santa Catalina y era considerado un “peligro nacional”. Ellos ejercían el derecho de autodefensa armada ante la discriminación racial que sufrían en escuelas, iglesias y en las calles.
Rodolfo “Corky” González, boxeador, poeta y estudiante organizó un primer encuentro nacional de jóvenes chicanos en Colorado. Se le consideraba un buen boxeador, había ganado 63 peleas y perdido 11. En este encuentro se pronunció contra la masacre de Tlatelolco y comenzó a organizar escuelas alternativas en las que del otro lado de la frontera se comenzaba a estudiar la historia de la Revolución de 1910. “Corky” escribió un documento llamado Soy Joaquín, que es un poema épico, de las cucarachas pues describe la discriminación de ser mexicano en Estados Unidos “soy Joaquín, desolado habitante de un mundo de signos perdidos: sacudido por el vórtice blanco, de una sociedad angla, atrapado por sus leyes, escarnecido y discriminado”.
En 1967 en Tierra Amarilla un grupo armado tomaba las tierras de Arizona bajo el argumento de que fueron “tomadas por la rapiña colonialista de Estados Unidos”. Un hombre llamado Reies Tijerina, con una flota de hombres armados hasta los dientes comenzaron a realizar tomas de tierra en Arizona exigiendo la abolición del Tratado Guadalupe Hidalgo. Este movimiento, más amorfo que los impulsados por los estudiantes, estaba relacionado con un “mesianismo religioso” y sus participantes querían construir el “reino de dios en el presente”. Tijerina murió un 19 de enero de 2015 a los 88 en la cárcel. Este movimiento ponía en duda la propiedad de los grandes territorios adquiridos en la guerra de 1848.
La más valiosa de las expresiones de esta época es la de los obreros agrícolas que causaron un caos a la patronal imperialista y al gobierno estadounidense. Las luchas chicanas tuvieron un hito importante entre los trabajadores agrícolas, jornaleros, con la presencia del líder obrero César Chávez.
Desde 1961 este jornalero fundó la United Farm of Workers of America y en 1965 se desarrollaron, bajo su dirección, huelgas por todo Delano y en la industria McFarland en el valle de San Joaquín. Esta organización sindical llegó a organizar huelgas generales de producción de alimentos y vegetales con la ayuda de los Teamsters en todo el país. Este era un movimiento obrero agrícola de decenas de miles y que es un hito de organización obrera de los años sesenta.
Uno de los errores políticos de Chávez fue que en determinado momento de su movimiento, en los 1970, se opuso a la integración a la UWF a trabajadores migrantes mexicanos y con ello dividió a la clase trabajadora entre nativa y extranjera. Al contrario, lo que estaba planteado era integrar a todos los migrantes al movimiento sindical. ¡Nativa y extranjera, la misma clase obreraǃ
En la literatura Luis Valdez es un autor célebre. Creador del teatro campesino, que estaba íntimamente relacionado con el trabajo de los jornaleros de la UFW, en California representaba la vida cotidiana de los mexicanos en Estados Unidos. Es en 1965, con la fundación del Teatro Campesino, con que Valdez representaba Zoot Zuit, una obra de teatro central para esta generación, que retrata la vida de los pachucos en Estados Unidos durante la guerra.
En estos tiempos en el que son más de 14 millones de migrantes mexicanos desde 2010 y en el medio de que sufren discriminación y racismo de todo tipo como es expresión la política de Donald Trump, es urgente luchar por los plenos derechos civiles de los millones de mexicanos que están del otro lado de la frontera. Reconocer su historia es menester de las luchas del presente.
Como planteamos en esta nota el movimiento de migrantes en Estados Unidos “no puede esperar solución a la cuestión migrante ni de republicanos ni de demócratas. Sólo podrá conquistar sus derechos sociales, políticos y sindicales en alianza con los afroamericanos que se movilizan contra el odio racial, con los trabajadores que luchan por el aumento de salario a 15 dólares la hora, y con los jóvenes que salieron a manifestarse por la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa.” Conocer su historia es central.